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Aegon corría por los pasillos de la Fortaleza Roja, estaba desesperado por llegar a la habitación de su madre. El pequeño príncipe empujó la puerta de la habitación y su madre sonrío al verlo entrar.

—Sigue dormida — murmuro la mujer que tenía al pequeño Aemond en brazos.

Aegon se fue directo a la cama y se subió rápidamente buscando a Rhaella entre las sabanas. La pequeña niña estaba enrollada entre estas y este comenzó a apretar sus mejillas.

—¡ Despierta Rhae ! — la niña aparto sus manos y se levantó frotándose los ojos —¡ Feliz onomástico! 

Rhaella sonrío y lo abrazo dejando un beso en su mejilla.

—Gracias, hermano — se bajo de la cama con dificultad y fue corriendo hacia Alicent.

—¡ Feliz onomástico mi niña hermosa ! —Alicent solto a Aemond y tomo a la niña entre sus brazos.

—Gracias madre, mi hermano dijo que me llevaría a una especie de fuente.

Alicent asintió y dejo que su hija se alistara para ir a la fuente de la que Aegon llevaba hablando semanas.

Aegon y Rhaella caminaban por el gran jardín mientras la niña observaba todo a su alrededor

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Aegon y Rhaella caminaban por el gran jardín mientras la niña observaba todo a su alrededor.

— ¿ Te gusta ? — pregunto su hermano y Rhaella asintió sin dejar de observar a su alrededor.

Cuando llegaron a la fuente Aegon saco dos monedas y le entregó una a su hermana, el niño pidió su deseo y tiro la moneda a la fuente. Rhaella miraba la moneda con curiosidad e intento morderla, Aegon nego y se la quito de las manos.

—Rhae no seas tonta, no es para comer — murmuro rodando los ojos.

—No me digas tonta — la niña le saco la lengua y Aegon sonrío.

Saco otra moneda y se la enseñó —No te enojes, debí explicarte.

Aegon le explico como tenia que usar la moneda y esta sonrío pidiendo su deseo un poco tonto, pero realista.

—¿ Qué pediste ? — la niña le pregunto a su hermano cuando iban de regreso al jardín principal.

—No puedo decírtelo.

—¿ Por qué ?

—Si te lo digo ya no se hará realidad — murmuro y tomo su mano —Los deseos no se dicen, ninfa.

—¿ Por qué me llamas así?

—Por el color de tus ojos.

Rhaella tapo sus ojos con sus manos y sonrío. Aegon se echo a reír y aparto sus manos mientras le sonreía.

—Estoy pensando en comprometerlos — murmuro el rey a su primogénita —Aegon la cuida como si fuera su tesoro más preciado.

—No creo que su padre esté de acuerdo — Rhaenyra tenía a Jace en brazos mientras observaba a sus hermanos —Primero deberíamos consultarlo.

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora