ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}

60 [Final]

Rhaella tomo la mano de Aegon cuando vio aquella pira donde se encontraban tres cuerpos. Había llorado toda la noche entre los brazos de Aegon por la muerte de Lucerys.

Su dulce chico fue el único que realmente la amo y ahora le dolía tener que perderlo.

Daemon ni siquiera tuvo que hablar para que Caraxes encendiera aquella pira después de que el septon terminara sus palabras.

Todos sentían un gran vacío a pesar de que los negros habían intentado matarlos muchas veces. No quitaba aquella pesadez que sentían.

Todavía no eran conscientes de que aquel sufrimiento había acabado o eso era lo que ellos creían.

-Volvamos-susurro a su esposo-Hay cosas que debemos arreglar.

Aegon asintió y dejo un beso en el dorso de su mano.

Al otro lado de  Westeros la mujer se preparaba para por fin enfrentarse a Rhaella Targaryen. Había imaginado ese momento desde que había abandonado a sus hijos a su suerte.

—Esta todo listo—murmuro al moreno a su lado—Por fin podre ver a mi nieta.

—Es riesgoso—murmuro Karl—Su nieta es la mujer más poderosa e importante de Westeros. He escuchado que el rey no deja que se acerquen a ella o que la miren por más de cinco segundos.

—Aegon sabe que no es cualquier mujer.

—Sus dragones—la miro.

—Son cuatro dragones adultos a los que no tengo miedo. Además yo no voy por sus dragones.

—¿Entonces mi señora?

—Voy por su heredero—sonrío—El recién nacido Baelon Targaryen.

—Excelente mi señora.

Rhaella dejo a Shiera en su cuna y tomo a la pequeña Rhaelle que estaba ansiosa por estar en los brazos de su madre.

—Hola preciosa—susurro bajando la manga de su vestido—El siempre hablaba de ti y estoy segura de que te amaría tanto como tú padre y yo lo hacemos.

—Yo también lo extraño mucho—Aegon estaba recostado en el umbral de la puerta—No hay ni un segundo en el que no lo extrañe.

—Voy a hablarles de él para que sepan que tuvieron al mejor hermano mayor.

—El mejor de todos—susurro y se sento a su lado tomando al pequeño Baelon—Se parece a mí.

—Igual de lindo que su padre—susurro mirando al pequeño—El pequeño príncipe de los siete reinos.

—Baelon Targaryen—beso su mejilla—Príncipe de Roca dragón. Sus hermanas lo acompañaran en su reinado así como apoyarían a Gaemon.

—No pienso hacer las mismas diferencias que Viserys hizo en algún momento. Nuestros hijos no sufrirán por eso.

—En algún momento me amo—susurro y Rhaella asintió dejando a Rhaelle en la cuna.

Las Doncellas se llevaron a los tres niños y Aegon pidió que llenarán la bañera para su esposa.

—Yo también quiero atención—susurro entrando a la bañera—Mañana quiero que estés presente frente al pueblo.

—Ahí estaré y después volveré para matar a Daemon Targaryen.

Saera Targaryen había llegado a Desembarco del rey. Todo estaba más que listo para secuestrar al pequeño príncipe que dormía plácidamente en los brazos de su nana mientras sus padres lo presentaban al pueblo junto a sus hermanas.