ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}

Extra 2. {VISERYS Y JAEHAERA}

Le gustaba observarla cuando hacía sus actividades. Desde la guerra que casi extingue a su casa, la reina se había encargado de que los ideales cambiarán y las mujeres de su familia también aprendieran a defenderse como todo un caballero.

—Odio los banquetes y torneos—sonrío al escuchar a su hermano menor—Para ustedes es bueno porque reciben toda la atención, pero yo lo veo como un montón de extraños invadiendo la Fortaleza.

—Baelon, no es tan malo como lo haces ver—señaló—Solo debes presentarte, bailar y ya después podemos escapar de madre.

—Claro, la última vez ustedes dos escaparon y yo tuvo que ver como lores me ofrecen a sus hijas como un pedazo de carne—Maelor se quejo y se sento a su lado señalando al peliblanco que estaba en la mesa de armas.

—Vis, me obligó—contesto con habitual tono de indiferencia.

—Ya sé porque ninguna mujer quiere acercarse a él—comento el mayor—Es más frío que el mismísimo norte.

—Así es Jaehaerys—su hermano se quejo cuando le dio un manotazo pasándole por un lado.

Viserys los ignoro y se concentro en el entrenamiento de sus hermanas y su prima. Se reía cada cierto segundo al ver la frustración de la peliblanca que no conseguía derribar a su prima.

Decidió ser el que tomará la iniciativa y se acerco a ella.

—Puedo ayudarte—susurro en su cuello y Jaehaera dio un respingo.

—Eso sería injusto—Shiera se quejo.

—Creo que ha sido todo por hoy—sonrío—Nos vemos más tarde.

Dejo la espada en la mesa de armas y se retiro junto a su espada juramentada.

—¿Por qué huye de mí?—Shiera se quejo.

—Shei, ¿Por qué las mujeres son tan complicadas?

—Ni yo misma lo sé—comento abriendo sus ojos de más.

Ajusto su chaqueta y se miro al espejo nuevamente. Sonrío al ver a su madre abrazarlo por la espalda con cuidado.

—¿Nervioso?

—No es para tanto.

—Serán presentados en sociedad por primera vez después de años y siempre es tedioso e incómodo.

—Dile eso a Baelon—señaló debajo de la cama.

Rhaella rodo los ojos y sonrío al recordar que ella también se metía bajo la cama cuando se escondía de Helaena y sus arañas.

—Baelon—murmuro sentándose en la cama—Vamos, no me iré de aquí hasta que no salgas.

—No me castigues, es que no quiero ir—murmuro.

—Mamá no te castiga, mentiroso—Viserys sonrío.

—Baelon, por favor—señaló—Solo por esta noche.

El peliblanco salió de debajo de la cama y su madre sonrío sacudiendo su traje en tonos dorados. El cabello rizado le caía libremente por los hombros.

—Adelantense—señaló.

—¿Y tú no Vendrás?.

—Una reina jamás llega antes que los invitados—sonrío y dejo que sus hijos salieran de sus aposentos.

Jaehaerys y Maelor se unieron a sus primos y Baelon respiro profundo antes de posarse delante de su hermano.

Los cuatro príncipes entraron robandose la atención de todos los invitados. Helaena y Aemond ya estaban presentes en aquella larga mesa donde siempre se sentaba la familia real.