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Habían pasado dos años y al parecer Aegon había dejado de insistir con Rhaella. Pronto sería su boda con Helaena y lo único que hacía era emborracharse todos los días ignorando a Aemond y a Alicent.

-Definitivamente Rhaella es la única que puede sacarte de esa adicción -Aemond lo miro -Eras tan feliz cuando ella estaba aquí.

-Pero no esta, se fue, me abandono -Aegon se levantó -No le importamos, solo le importan los hijos de Rhaenyra.

-Eso no es verdad-Aemond se quejo cuando Aegon le lanzó una carta en la cara.

-En esa carta nuestra queridisima hermana expresa lo bien que se lleva con Jace y su buena relación con Luke, dice que es un niño valiente y todas esas mierdas.

Aemond arrugo la carta con furia y Aegon se la arranco.

-¡ No la arrugues! - le grito -¡ Vete!

-Mi madre me envió porque necesitaba que cumplas con tu deber y no me iré hasta que lo hagas.

-¡ Que se vaya a la mierda el maldito deber!

Aemond resoplo y lo golpeó.

-Ve a bañarte y a cambiarte- sonrío de manera pícara -Mi hermana se casara con el próximo rey de los siete reinos.

-Yo no seré el rey, pero tu queridisima Rhaella si se casara con él.

La reina llevaba un año tratando de convencer a Aegon de que sería un buen rey y que tomara el puesto de Rhaenyra. Le hablaba de que debía proteger a sí familia y este no estaba ni enterado porque se la pasaba borracho todo el tiempo.

Aemond suspiro y salió de aquella habitación. Las facciones del niño se habían ido y ahora el parche que utilizaba para cubrir su cuenca vacía le daban un toque peligroso y misterioso.

Rhaella había llegado a Rocadragon por órdenes de Rhaenyra que estaba embarazada de su cuarto hijo o hija

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Rhaella había llegado a Rocadragon por órdenes de Rhaenyra que estaba embarazada de su cuarto hijo o hija. La mayor quería que su hermana estuviera con ella a la hora del parto.

-¡ Rhaella! -Lucerys corrió a abrazarla cuando la vio.

Ambos se fundieron en un abrazo de oso como ella le había dicho que se llamaba y después revolvió su cabello.

—Hola —Jace la saludo más calmado —¿ Cómo haz estado? Te extrañe, Daemon dice que eres mejor que yo con la espada.

—Hola, estoy bien — dejo un beso en su mejilla —Iré a ver a Rhaenyra.

—Esta bien, Rhae.

Rhaella se detuvo en seco cuando escucho aquello. Aegon era el único que solía llamarla de aquella manera y los demás siempre le habían puesto otros sobrenombres.

Ignoro aquello y fue a buscar a su hermana. Rhaenyra se veía hermosa con su gran panza.

—¡ Nyra! — la abrazo con cuidado y esta paso una mano por su cabello —Te extrañe mucho.

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora