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El rey llevaba horas discutiendo con su hermano menor. Aemond se había enterado de sus salidas secretas a la calle de la seda, pero gracias a los Dioses no sabía el motivo porque si no sería capaz de matarlo. Estaba preocupado por su reina, por el bienestar de su familia después de todo lo que había pasado. 

-Tenemos que calmarnos-Alicent creía que tenía más poder desde que su hija estaba enferma-Jaehaerys es el heredero, el asumirá el trono cuando sea el momento. 

-Eres muy cínica Alicent Higtower. 

La reina madre miro a su hijo confundida. 

-Gaemon ahora es legítimo por lo tanto mi heredero.  

-No voy a permitir que un niño... 

- ¿Que? ¿Poco agraciado? -la reina abrió sus ojos de más- Este ha sido tu karma por despreciar a los hijos de mi hermana cuando literalmente el tuyo también es "poco agraciado". 

-Aegon-su hermano advirtió- Estas hablando con tu madre. 

-Y tú estás hablando con tu rey- se levantó de la su asiento-Si me disculpan. 

Salió del lugar dando por terminada la reunión y se fue en busca de su esposa. Frunció el ceño al ver a la dama que le había asignado a la reina para su cuidado. 

- ¿Dónde está? -pregunto con lentitud. 

-Fue a Pozo dragón junto al pequeño príncipe 

-Se supone que estas aquí para cuidarla. 

Se dio la vuelta y se fue en busca de un de un carruaje para ir a Pozo dragón. 

-Es demasiado terca-murmuro mirando a su guardia- ¿Como es posible que se haya escapado en tus narices?  

-Me amenaza, su majestad. 

-Mas te vale que este bien-bajo del carruaje y se fue en busca de su reina, pero antes de que pudiera entrar a las fosas Dagahra levanto la tierra saliendo del lugar. 

Suspiro rendido y se fue en busca de Sunfire para esperarlos. 

-Rytsas- saludo a su dragón acariciando sus fauces-Lamento no haber venido antes, he estado ocupado cuidando de nuestra reina. 

Sunfire se removía ansioso mientras el rey le hablaba y le contaba sus preocupaciones. Sir Arryk intentaba descifrar el idioma en el que hablaba el rey, pero era imposible. 

-Su majestad, han llegado. 

Rhaella se veía hermosa con aquel traje de montar y su cabello perfectamente trenzado sin dejar escapar ni una sola hebra.  

-Estas loca-la miro muy serio- Pudo haberte pasado algo. 

-Así me amas- se encogió de hombros con una sonrisa divertida. 

-Y tú no la animes para que haga estas locuras-miro a su hijo. 

-Déjalo tranquilo, fui yo la que le dije que viniéramos. 

-Iré con uno de los entrenadores para mis clases- Gaemon miro a su madre para ir y esta asintió con una sonrisa. 

-Que te vaya bien, pequeño-Aegon dejo un beso en sus cabellos y dejo que se fuera-Volvamos, debes descansar. 

Rhaella negó divertida y se acercó a él con una gran sonrisa. 

 -Estas de mal humor-susurro-Podría animarte un poco. 

-Ninfa...

-Vamos-tomo su mano y lo jalo hasta uno de los carruajes cerrando la puerta con desesperación-No creo que aguante hasta que lleguemos. 

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora