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Helaena corrió por aquellos pasadizos tan rápido como pudo encontrándose a Rhaenyra.

—¡Suelta a mi hijo!—le pidió la peliblanca—¡Helaena por favor suelta a Viserys!

—¡Entregame a mi madre Rhaenyra!—le grito—¡Suelto a Viserys, pero entregame a mi madre!

El pequeño se quejaba en los brazos de su tía..

—¿Serias capaz de hacerle daño a un inocente?—se alejo cuando Helaena la amenazó con la espada.

—No seas descarada—nego—Llévame con mi madre.

Rhaenyra asintió y le hizo señas para que la siguiera. Helaena la siguió hasta los calabozos en donde estaría Alicent gritando por que la sacaran de ahí.

—En otra vida tal vez te lleve con Syrax y terminemos comiendo pastel juntas—sollozo.

—Perdóname—corrió cuando vio a su hija y tomo su mano lista para salir de ahí.

Helaena le ofreció el pequeño a su madre, pero un guardia empujó a Rhaenyra y la encerró en la celda.

—¡Sir Arryk!

—Váyanse de aquí y salven al pequeño—pidió el guardia—Este lugar va a arder.

Helaena asintió y se metió a los pasadizos.

—Ven detrás de mi, por favor.

Alicent asintió y la siguió.

—Tenemos que correr—susurro—Los arqueros intentan matar a Vhagar y a Dreamfire.

—Yo no quiero subirme a un dragón—nego—Por los Dioses Helaena.

—Tendrás que hacerlo mamá—susurro—Solo esta vez.

Alicent asintió mientras susurraba oraciones. Helaena corrió a toda velocidad cuando estuvieron en la mitad de la batalla.

—¡ Cuidado!—grito Alicent y se interpuso entre la flecha que mataría a su hijo y al hijo de la que alguna vez fue su amiga.

Helaena se quedó atónita al ver como su madre caía sobre sus pies y se manchaba de sangre.

—Dile a tus hermanos que siempre los ame y que solo quería protegerlos—susurro—Siempre ame a mis cinco hijos. Solo quería protegerlos...

—No hables, vas a estar bien—se agacho a su altura haciendo presión en la herida.

—Te amo Helaena, hija de mi corazón—susurro posando la mano en su rostro—Dile a tus hermanos que los amo con toda mi alma, por favor.

Helaena asintió mientras miraba como los ojos de su madre abandonaban la vida por completo.  Miro a todos lados y tomo a Viserys para correr hasta Dreamfire.

—¡VAMOS!—le grito a Aemond—¡AEMOND VÁMONOS!

Aemond asintió y Vhagar se movió para guiar a Dreamfire que estaba herida.

Viserys lloraba mientras Helaena intentaba sostener las riendas de su dragona al pequeño niño.

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ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora