ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}

34

Aegon caminaba de un lado a otro por aquel lugar. Estaba en la sala del consejo y ni siquiera había podido ver a Rhaella antes de volver a su labor de rey.

—¿ Donde estabas, Rhaella? —La miro muy serio al ver que las puertas se abrieron dejando ver a su esposa —Ni siquiera ha pasado un día desde nuestro matrimonio y tu ya quieres huir.

Rhaella se hizo a un lado y su esposo la miró incrédulo al ver a Helaena que miraba a todos lados un poco asustadiza.

—Fui a buscar a Helaena —se dio la vuelta y tomo a Jaehaera y Jaehaerys en cada brazo —Y estos pequeños.

Aegon rodeo la mesa y abrazo a Helaena como si no pudiera creer que estaba ahí. La peliblanca se echo a llorar en sus brazos y su hermano pasó una mano por sus cabellos para tranquilizarla como había aprendido hacerlo durante su matrimonio.

Matrimonio que para aquellos momentos ya estaba anulado. Se separo y se acerco hasta su esposa para tomar a la pequeña Jaehaera, dejó un beso en su cabezita y sonrío mirando a Rhaella.

—Mis pequeños—susurro y Rhaella asintió.

Aemond entro y se quedó perplejo al ver a Helaena y a sus hijos. Abrazo a la peliblanca como jamás lo había hecho y junto su frente con la de ella acariciando su vientre medio abultado. Helaena sonrío y  volvió a refugiarse en sus brazos para llorar tranquilamente. Cuando por fin se separaron Aemond tomo a sus pequeños en cada brazo.

—Lleva a Helaena con un maestre —miro a Rhaella —Lo necesita y te pido que lo quemes porque yo no pude hacerlo.

Frunció el ceño y Aegon cerró las puertas cuando salieron. Dejo un beso en el hombro de Rhaella y fue desatando los cordones de su vestido.

—Eres maravillosa,hermosa y espléndida —susurro y la volteo para recostarla en aquella larga mesa mientras la desnudaba —Joder, estoy casado con la maravillade los siete reinos. Soy afortunado.

Rhaella se terminó de vestir y Aegon la tomó entre sus brazos para llevarla hasta su habitación.

—Quisiera que me acompañes mañana al consejo, tenerte ahí hará que sea menos aburrido.

—No lo sé, Egg...

—Eres la reina de los siete reinos, mi reina. Quiero  que me ayudes a tomar decisiones y te encargues del reino en caso de que yo no pueda hacerlo.

—La gente del consejo...

—Que vayan a joder a otra parte, soy el rey y yo decido quien esta a mi lado. ¿ Quién podría ser mejor que la mujer más estudiosa de los siete reinos y mi esposa?

—Nadie —susurro y lo beso —Quiero cenar esta noche con Gaemon, pediré que lo traigan.

Aegon asintió y dejo que se fuera en busca del niño. Un rato más tarde ambos estaban listos para cenar y esperando por el niño.

Gaemon corrió cuando los vio y se fue directo a los brazos de su padre. Aegon lo tomo y después se inclino para dejar varios besos en las mejillas de Rhaella.

—Eres el único que puede hacer eso y no morir en el proceso.

—¡ Aegon! —Rhaella le dio un ligero golpe en el brazo —Pasemos a la mesa.

Rhaella se sento entre el niño al lado de su esposo y el pequeño con cinco días del nombre se sento frente a ellos.

—Un pajarito por ahí me contó que ya tienes un huevo de dragón—Gaemon sonrío y asintió con emoción —¿ Qué nombre le pondrás a tu dragón?

—No lo sé todavía, pero podría ser parecido al de papá.

—Puedo ayudarte con eso—sonrío y le tendió el pastel de carne —Esta riquísimo.

—¿ Y tus clases con la Septa? —Aegon lo miro —Me han contado que eres muy inteligente.

—Es aburrida, pero quiero ser como mami Rhaella y por eso he estudiado mucho —sonrío y Rhaella miro a Aegon con con una sonrisa —¿ Es difícil ser rey?

—No lo sé, pero si es aburrido —su padre se encogió de hombros.

—Un rey debe velar por los intereses de su pueblo y también proteger al reino de cualquier amenaza. Debe ser justo, educado, pero también debe tener carácter. Nosotros llevamos el fuego en la Sangre y en el futuro tu también serás rey.

—Fuego y Sangre—miro a su padre—Estabas frente a una señora con el cabello así como el de nosotros y le dijiste que ella y sus hijos pagarían con fuego y sangre, lo hiciste por nuestra reina.

—¿ De que estas hablando?

—De mi sueño, había dos coronas. Una como la que tu usas y otra dorado con muchos detalles.

Rhaella miro a Aegon y este tomo su mano.

—Es hora del postre cariño —sonrío—Después podrás contarnos más sobre tu sueño.

Gaemon se había quedado dormido en los brazos de Rhaella y esta se acostó en la cama para enrrollarlo en las sabanas. Aegon se saco sus botas y se acerco hasta ellos abrazándolos mientras pasaba las manos por la cintura de su esposa.

—No se que significa ese sueño del conejito, pero si tengo que matar a mi propia sangre para mantenerte a salvo, lo haré —Rhaella giro su rostro ligeramente y lo beso —Ustedes son lo único que tengo y los protegeré con Fuego y Sangre. ¿ Lo comprendes?

Asintió.

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Hola! Hoy se acaban mis vacaciones, pero si me dio el tiempo para actualizar.

Besos 😘