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Jacearys ajusto su armadura y trago grueso al recordar que su madre no le había hablado desde que Rhaella había descubierto la verdad sobre lo que él hacía cuando se encerraba por horas en aquella habitación con su tía. El ya le había tratado de explicar que no era lo que ellos creían, pero fue en vano. Estaba listo para comenzar aquella guerra y recuperar a Rhaella.

Rhaenyra había recibido un cuervo donde le informaban sobre su hijo Luke y opto por quemarlo y no decir nada a Daemon. Era medianoche y todavía faltaban muchas horas para el alba. Tomo al pequeño Viserys que no dejaba de llorar y agitaba sus manitos hacia su madre.

—Yo puedo cuidarlo —Baela se asomo por el umbral de la puerta —Papá te busca.

Rhaenyra asintió y dejo al pequeño niño con su hermana mayor. Camino hasta el salón y miró a Daemon que seguía trabajando con el consejo de su esposa.

—Todavía deben pagar por la muerte de Lucerys —el canalla miro a su esposa y Rhaenyra nego.

Por alguna extraña razón creía que lo que decía en aquella carta era cierto y que su dulce chico estaba vivo. Era una carta firmada por la reina consorte, por Rhaella. Ambas habían acordado encontrarse en tierras Baratheon y Rhaella la llevaría hasta donde estaba Luke.

—Es obvio que aquí mandas tú —Aemond miró a su hermana mayor —Otto duro años planeando esto para que Aegon fuera su marioneta en el trono, pero tu lo haz estado aconsejando.

—Es mi esposo, Aemond —murmuro la peliblanca mientras buscaba entre los libros —Sabes perfectamente que Otto no es santo de mi devoción, hermano.

—¿ Qué pasa si te digo la verdad sobre tus verdaderos padres? —Rhaella se apoyo en su brazo y Aemond la miro confundido—¿ Estas bien?

—Es un simple mareo —se incorporo —No me hables de mis verdaderos orígenes.

—Mhmm, así nunca sabrás que el rey Jaehaerys dejó muchas cosas para ti querida hermana. Deberías huir con Aegon y Gaemon, tendrías todo lo que una vez quisiste.

—¿ De que estas hablando?

—¿ Sabes quien es tu abuela? —nego y este sonrío, se acerco hasta ella y tomo su mano —Saera Targaryen —susurro en su oído y se fue dejándola con muchas dudas.

Rhaella se levantó del suelo después de sentir que todo daba vueltas y se encamino a Pozo dragón con sir Arryk siguiendo.

—¿ A donde va a estas horas mi reina?

—Saldré y si dices algo cortaré tu cabeza a mi regreso.

Minutos después llego a Bastión de tormentas y se detuvo en las catacumbas donde Luke era el prisionero de su hermano. Tomó una antorcha y camino con cuidado. Cerró sus ojos con fuerza al ver a las personas que eran prisioneros de Lord Borros Baratheon.

—Dulce chico —susurro y abrió la celda —Luke, soy yo, Rhaella.

—Rhae —susurro y esta asintió.

—Si cariño —Luke se tiro a sus brazos y esta lo abrazo dejando besos en sus rizos —Estás a salvo.

—El viene casi todos los días —la miro con lagrimas en los ojos —Me trae comida y me contó que te casaste con Egg —asintió —Pensé que amabas a mi hermano.

—Tu mismo lo dijiste, lo quería.

—Aegon es malo, Rhaella...

—Luke, deja de hablar. Tenemos que salir de aquí antes de que alguien se de cuenta y nos haga daño.

—¿ A donde me llevaras?

—Con tu madre, dulce chico.

—¿ Y que pasara con él? —murmuro —Buscará la manera de tener mi ojo.

—Eso no pasará, lo prometo.

Rhaella quito aquellas cadenas de sus pies y lo ayudo a levantarse para salir de ahí. Caminaron por aquel pasillo oscuro con mucho cuidado, el pelinegro estaba herido y le costaba caminar. Rhaenyra corrió al ver a su hijo y lo abrazo como jamás lo había hecho.

—Mi dulce niño...

—¿ Mamá? ¿ Esto es real?

—Si cariño, es real —susurro dejando besos por todo su rostro —Gracias Rhaella, gracias por salvar a mi hijo.

—No hay de que —susurro evitando que las lágrimas salieran de sus ojos —Voy a extrañarlos mucho.

—Mamá —Lucerys miro a Rhaenyra—¿ Por qué dejaste que se casara con Aegon? Pensé que se casaría con Jace.

—Las cosas cambian cariño.

Rhaella intento decirle, intento decirle que se caso con Aegon por amor y por salvar su vida.

Maldito Aemond Targaryen.

—¿ Tendre que darle mi ojo a Aemond? —su tía nego.

—No, no tendrás que darle nada.

—Rhaella...

—Nos vemos pronto, Nyra.

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Hola! Me duele mucho porque Rhaella no quiere dejar a su familia, pero tiene tiene personas más importantes a las cuales proteger.

Besos 😘

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora