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Rhaella se volteo mirando a su hermano y fingió una sonrisa. Estaba tan guapo, su cabello estaba más corto, sus brazos más grandes, estaba un poco más alto, era muy atractivo, pero había algo que preocupaba a Rhaella y era la cara de cansancio que tenia su hermano y que el brillo de sus ojos había desaparecido por completo.

—Bienvenida a casa, hermanita—sonrío de manera burlesca —Espero que no te moleste mi presencia.

—¿ Por qué habría de molestarme?

—Digo, como dejaste de responder mis cartas.

—Aegon, yo.....

—No te preocupes por eso, no me interesa —se dio la vuelta y se encamino a su habitación dejándola con un nudo en el estómago.

¿ Qué había sido eso? ¿ Donde estaba el Aegon que siempre estaba ahí para ella?.

Rhaella trago grueso y se encamino a la habitación de su madre para hablar de aquel tema importante que había mencionado cuando llegó.

—Madre— sonrío y borro su sonrisa cuando Alicent la miro de una manera en la que jamás lo había hecho. 

Como miraba a Aegon cuando estaba a punto de regañarlo.

—Te voy a hacer una pregunta y quiero que seas sincera conmigo, con tu madre —se acerco a ella y la tomo de los brazos con brusquedad —¿ Perdiste tu virtud con tu hermano?

Rhaella se aparto bruscamente y frunció el ceño.

—¿ Qué?

—¡ No te hagas la loca! — grito —Mi padre me contó que los sirvientes te vieron salir de la habitación de Aegon esa noche con una ropa totalmente distinta a la que tenias en el funeral.

—No paso nada entre nosotros.

Dio un respingo cuando su madre la abofeteo.

—No seas mentirosa. ¿ Qué hombre va a casarse contigo así?

—¡ No perdi mi virtud con Aegon! —la miro incrédula —No soy como las mujeres con las que se acuesta, soy su hermana y si te tomaras la molestia de conocer a tu hijo. Tal vez sabrías que esa noche el tomo de más y yo lo ayude a pasar su borrachera para que no hiciera una locura.

—Tu abuelo me dijo......

—Tu y yo sabemos que ese hombre no es mi abuelo —susurro en su oído y Alicent se tenso.

Rhaella se alejo de ella y salió de su habitación. Se fue a la suya y sonrío cuando vio a Aemond.

—Hola —Aemond se levantó y la miro —No deberías estar aquí y ahora que mamá piensa que perdí...

—¿ Tú virtud con Aegon?—asintió —Mamá me contó.

—Te juro que el no lo hizo, te lo juro por nuestra madre.

—Pero paso algo —dijo con firmeza.

—Si, nos besamos y yo me siento culpable porque mientras nosotros nos besamos, tu...

—Perdía el ojo — la interrumpió.

—Debíamos cuidarte, fallamos como hermanos mayores.

—Fue culpa de Lucerys, pero lo que más me duele es que te expresaras de los chicos Strong de buena manera cuando me hicieron esto.

—Te prometo que ellos son buenos y no me queda de otra, Aemond. Jacearys es mi prometido y las veces que he ido a Rocadragon es para pasar tiempo con él.

—No tengo más nada que decir, vete con los Strong y no regreses.

Salio de su habitación dando un portazo y Rhaella sollozo buscando su almohada. Cuando cayó la noche fue en busca de su padre para hablar con él.

—Padre —lo llamo y esta sonrío.

—Ven aquí mi hermosa niña.

—Necesito hablar contigo —el rey hizo una seña para que continuará —Quiero que canceles mi compromiso con Jacearys, el es mucho menor que yo y  quiero volver a Desembarco, quiero quedarme aquí.

—Tuve un sueño —confesó —Un sueño en el que tu eras la reina de los siete reinos y eso lo harás de la mano de Jace, serás la reina y no anulare ningún compromiso.

Rhaella asintió con tristeza y salió de ahí, ¿ Cómo le hacía entender a su hermano? No había nadie más importante que su familia para ella.

El banquete inicio y esta miro a Aegon que ni siquiera había reparado su existencia, excepto por la pequeña conversación que tuvieron un día antes

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El banquete inicio y esta miro a Aegon que ni siquiera había reparado su existencia, excepto por la pequeña conversación que tuvieron un día antes. Helaena estaba preciosa y Rhaella sonrío al verla pensando en que sería muy feliz, Aegon siempre había sido un caballero con ella y esperaba que también lo fuera con su hermana menor.

La ceremonia transcurrió y la casa Targaryen celebró una nueva unión. Alicent esperaba que sus hijos consumaran su matrimonio, pero Aegon solo podía mirar el techo mientras pensaba en ella y se emborrachaba. Helaena ni siquiera había entrado a la cama, era demasiado tímida para hacerlo y Aegon no le tomó importancia. No iba a tocar a su pequeña hermana de aquella manera.

Rhaella miraba el techo pensando en todo y en nada a la vez. Le había pedido a Rhaenys volver a Marcaderiva de inmediato y esta accedió. Se sentía mal por Jace, por no quererlo y estaba confundida con aquel sueño que su padre le había mencionado.

¿ Ella siendo reina consorte?

Imposible de creer.

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Hola! ¿ Cómo andan? Espero que bien.

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Besos 💋

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora