El alba había salido y Rhaella fue al comedor para el desayuno. Alicent tenía cara de querer matar a alguien, Helaena hablaba con su abuelo sobre uno de sus insectos y Aegon tenía la mirada perdida. Rhaella se sento al lado de su hermano Daeron y este le sonrío.
—Iré a Rocadragon con Rhaella para conocer a mi nuevo nieto Aegon.
—¿ Por qué se llama Aegon? —pregunto Aemond y miro a Rhaella.
—En honor al Conquistador y yo lo escogí.
Aegon solto una risilla y Rhaella lo miro con cara de querer asesinarlo. ¿ Se estaba burlando de ella? Rhaella se levantó furiosa y miró a su padre.
—¿ Puedo retirarme? Tengo cosas que hacer.
El rey asintió y esta salio de ahí. Estaba harta de su indiferencia y en parte sabía que ella tenía culpa por no haber respondidos sus cartas, pero era por el bien de ambos. Si seguía cerca de él, se ilusionaria y eso solo le haría más daño, pero quería estar cerca de él como cuando eran niños.
—Lo extraño mucho, Dagahra — susurro a su dragona —Y el ahora me odia, pero es lo mejor para los dos. El esta casado y yo estoy comprometida con Jace.
Sin darse cuenta las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.
—¿ Estas hablando sola? —Aegon la miro con una sonrisa burlona y cambio su expresión cuando vio sus lágrimas —¿ Estas bien? ¿ Qué ha sucedido?
—Mamá está decepcionada de mi porque cree que tu me quitaste mi virtud.
—Es imposible que sepa lo de esa noche.
—Otto le contó.
Aegon se puso rojo de la rabia e intento caminar en busca de su abuelo, pero Rhaella lo detuvo.
—No — susurro —No hagas esto más difícil, solo olvidalo y ya.
—¿ Quién se cree que es para cuestionar tu virtud? Debería hacer que le corten la cabeza.
—Aegon, por favor —lo miro a los ojos —Ve con Helaena y olvida todo esto.
—No puedo...
—Si puedes —alzó su voz —Recuerda que me odias por alejarte, por no responder tus cartas y todo eso, por favor.
Aegon la miro confundido.
—¿ Por qué te empeñas en borrar lo que sentimos?
—Yo no siento nada por ti — susurro y Aegon la solto —Jamás lo hice y jamás lo haré, estas casado con Helaena y tienes que aceptarlo.
—No puedes decirme esas mierdas.
—Si puedo porque tienes que dejar ir algo que no fue mutuo y que jamás existió. ¿ Lo entiendes? Ahora ve con tu esposa y cumple con el compromiso que asumiste.
Le paso por un lado con un nudo en el estómago, sentía que le faltaba la respiración y solo quería llorar hasta ahogarse en sus propias lágrimas. Le dolía, le dolía lastimarlo y lastimarse ella misma solo para cumplir con algo que se les había impuesto por una pelea en la que ellos no tenían nada que ver. Se encerró en su habitación y solo le permitió el paso a Rhaenys quien ordeno de inmediato que prepararán sus cosas para partir esa misma noche a Marcaderiva. No se despidió de nadie, excepto de su padre y hermanos menores. Ni siquiera se molesto en hablar con su madre, se sentía avergonzada por lo que ella creía y prefirió irse sin decir nada más. Rhaenys frunció el ceño al ver que estaba llorando.
—¿ Rhaella?
Se abrazo a ella y lloro como nunca antes lo había hecho.
—Fue una pésima idea venir, este lugar no es para mi.
—Es tu hogar.
—Mi hogar es Marcaderiva y en unos años, Rocadragon, pero ya no hay un lugar para mi en Desembarco del rey.
Rhaenys asumió que era por Aemond y su frialdad hacia todos. Paso una mano por el cabello de la niña y asintió dejando que se quedara dormida.
Los días habían pasado lentamente y recibió una carta de Daeron que hablaba sobre como estaban las cosas en Desembarco. Rhaella le preguntaba sobre su familia, pero nada más. La guerra en los peldaños de piedra había resurgido y Lord Corlys tuvo que partir para ayudar al príncipe Daemon en compañía de su hermano, Vaemond Velaryon. Baela fue de visita a Rocadragon para pasar tiempo con su hermana y así calmar las aguas entre ellas. Se mantenia día y noche con la princesa Rhaenys y de vez en cuando intentaba averiguar algo sobre sus orígenes, pero solo estaba ese nombre.
Shiera.
Esperaba que Rhaenys no sospechara nada de aquello por que si no estaría en graves problemas y no iba a permitirlo. Daemon la había descubierto una vez y cambio de estrategia para averiguar más, pero solo estaban esos nombres y nada más.
Las cosas se pusieron tensas cuando Baela regreso y las peleas comenzaron nuevamente más que todo por lo que sentía Rhaella y quería pagar la rabia con su prima. Sabía que no estaba bien, pero no podía contarle nada a Rhaenys y mucho menos a Daeron. Se sentía una prisionera en medio de una jaula de oro, tenía mil cosas y a la vez nada.
¿ De que le servían las riquezas si no podía estar con quien amaba? ¿ De que servía un dragón si no podía quemar todo y escaparse con el? ¿ De que le servía todo eso si no era feliz?
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Hola! ¿ Cómo andan? Espero que bien.No olviden votar y comentar <3.
Besos 💋
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ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}
FanfictionRhaella Targaryen La hija adoptada de la reina Alicent y el rey Viserys I La mejor amiga de su hermano y la niña más querida por sus padres. Aunque era "Adoptada" la sangre del dragón corría por sus venas, pero muchos solian decir que era una bas...