37

880 80 0
                                    

Rhaella había vuelto a Desembarco del rey después de despedirse de su hermana y le dolía, realmente le dolía tener que hacerlo.

Sonrío al ver a Gaemon acostado en su cama y se acurrucó a su lado. Era tan parecido a Aegon, el cabello platinado abundante y ondulado, los ojos purpuras y aquel humor que solo podía tenerlo su esposo y su copia.

—Me ha pedido quedarse aquí hasta que usted llegara—Rhaella asintió con las palabras de la nana.

—Muchas gracias, retírate.

Antes de que la mujer lo hiciera, las puertas de la habitación se abrieron dejando ver a Alicent que estaba furiosa.

—Madre, por favor—Rhaella la miro —Te pido que te retires y mañana hablamos.

—Vas a escucharme ahora.

—No molestes a Gaemon, agradece que te estoy teniendo paciencia.

—No te reconozco, no eres la niña que yo crié.

—Claro, antes podías manejarme a tu antojo, pero ya no más, Alicent Higwtower. Los días en los que tu y tu padre nos hacían sufrir se acabaron y ninguno de mis hermanos, escuchame bien —suspiro —Ninguno de mis hermanos va a pagar lo que tu, sir Crispin y Otto están haciendo. ¿ Lo entiendes? Ahora retírate, quiero descansar.

Alicent salió furiosa de aquel lugar y Rhaella suspiro acariciando los cabellos del pequeño niño que estaba en la cama acurrucado entre las sabanas. Extrañaba tanto a Aegon que cerró sus ojos pensando que el estaba ahí y se abrazo mejor al pequeño.

Rhaella dio un respingo cuando la puerta de su habitación fue tocada y se levantó.

—¿ Qué sucede? —pregunto.

—Mi reina la necesitan en el consejo es urgente.

—Diles que iré en un momento.

—Si, su majestad.

Se vistió lo más rápido que pudo y en cuestión de segundos salió de la habitación rumbo a la sala del consejo.

—¿ Para que me necesitaban?

—¿ Qué estas haciendo aquí? —su hermano menor la miro como si fuera a atravesarla en cualquier momento.

—¿ Perdona? Soy la reina y segun tengo entendido tu rey dejo estipulado que no se hace nada sin mi autorización.

—Esto no es para una reina, el principe Daemon ha iniciado la guerra usted debería estar aislada y cuidando de su hijo —Rhaella le giro el rostro de una cachetada a Jason Lannister.

—Cállate insignificante —murmuro con rabia —Cuando las reinas hablan los sirvientes callan —miro a su hermano—Prepara a los capa doradas, saldremos enseguida.

Volvió a su habitación y se dispuso a colocarse su armadura que llevaba aquel color rojo  mezclado con el dorado. Desde que se había casado con Aegon ambos decidieron usar el color dorado como algo que sólo los representaba a ellos y a nadie más dejando el negro y el verde de lado.

Cuando estuvo lista se dirigio rumbo a tomar un carruaje directo a Rocadragon, pero en ese momento un carruaje entró y la peliblanca se asusto al ver a un Aegon muy confundido bajar de él.

—Rhae—susurro y la abrazo con todas fuerzas —Es terrible...

—¿ Qué cosa, Egg?

—Daeron....

—¿ Qué le pasó a mi hermano? —Aemond se acerco hasta ellos.

—Hizo algo muy malo—negó.

—Egg, me estas poniendo nerviosa, por favor.

—Mato a Joffrey, Daeron mato a Joffrey.

Las noticias de que Daeron Targaryen había matado a Joffrey Velaryon el niño con ocho días del nombre y uno de los hijos más pequeños de la reina negra corrieron como el viento y el rey no sabía qué hacer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las noticias de que Daeron Targaryen había matado a Joffrey Velaryon el niño con ocho días del nombre y uno de los hijos más pequeños de la reina negra corrieron como el viento y el rey no sabía qué hacer. Seguramente atentarían contra la vida de uno de sus hijos y aquello lo volvía loco.  

-Daeron está desaparecido-anunció Aegon al consejo-Solo vi al dragón de Joffrey Velaryon siendo devorado por Tessarion. 

-Estas mintiendo-Alicent negó-Mi hijo... 

-Alicent-su padre tomo su mano-No cuestiones al rey. 

-Esto es una locura, esto no es lo que yo pensaba cuando Aegon asumió el trono-miro a su hija-Dime, dime que me he equivocado y que debería darle el trono a tu querida hermana. 

-Yo no dicho eso, madre-se levantó de su lugar- Lo que me preocupa ahora es mantener a mi familia a salvo-Alicent suspiro aliviada-Estoy hablando de los niños,  Aegon y Helaena. Están muy equivocados si creen que la muerte de Joffrey quedara impune. 

-Eso mismo dijiste cuando Aemond mato a Lucerys y aún no he visto que haya actuado. 

-Lo hará cuando menos lo esperes. 

Se llevo las manos a los labios y se sentó de golpe en la silla cuando vio la sangre. 

-Salgan todos de aquí- Aegon por fin había prestado atención a la situación-Traigan a un maestre. 

-Egg-susurro- Hay algo de debo decirte. 

-Shh, No hables hasta que venga el maestre, por favor. 

Las puertas se abrieron cuando el maestre entro y el rey apretó la mano de su esposa con fuerza. Rhaella se quejaba y Aegon la miraba preocupado. 

-Majestad, Cuando fue su ultimo sangrado?

Aegon sonrió con emoción. Rhaella no había sangrado desde la boda.

-Una pequeña niña como su madre. 

-Tendré que revisarla para descartar algunas opciones antes de llegar a la conclusión de que esta en cinta, su majestad. 

Aegon la tomo entre sus brazos para llevarla hasta la habitación y que el maestre la revisara mejor. Se puso a caminar de un lado a otro ansioso mientras esperaba que el maestre saliera y le diera las buenas noticias de que su esposa estaba en cinta, pero el rey de los siete reinos no se imaginaba cuáles serían las palabras del maestre sobre la salud de su esposa. 


  

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora