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Alicent fue a la habitación de su esposo a altas horas de la noche. Su sirvienta le había dicho que el rey requería su presencia de inmediato.

—¿ Viserys? — lo llamo y este se volteo, tenía en un semblante de tristeza y los ojos llorosos —¿ Qué ha sucedido esposo?

—El padre de Rhaella — murmuro y se levantó de su silla —Daemon envió un cuervo anunciando la muerte de su padre.

Alicent se sorprendió y llevo una de sus manos a su boca.

—Mi pobre niña ha perdido todo en esta vida y la que realmente debería estar interesada en su bienestar prefiere dejarla sola.

—No está sola, nos tiene a nosotros. Tu y yo hemos sido sus padres, tiene a sus hermanos, a su sobrino y la mayoría de la gente aquí la ama.

—Y otros la denigran sin saber quien es realmente.

—Eso no importa, nosotros sabemos quien es y estaremos con ella siempre.

Viserys asintió y abrazo a su esposa mientras sentía que su corazón se rompía por la pérdida de su familiar.

Rhaella había despertado en medio de la noche y se asusto al no ver a su madre, las ventanas de su habitación estaban abiertas por el viento y las velas se habían apagado. Tenía frío y bajo de su cama para poner a su huevo entre las sabanas. Intento prender una vela y se quejo cuando el fuego tocó su mano.

—Auch — soplo y el fuego se apago.

Opto por salir de su habitación y se sorprendió al no ver a su guardia. Camino por los pasillos y se escondió cuando escucho la voz de Otto Higwtower.

—Alicent — llamo a su hija —Tienes que decirme quienes son los padres de esa niña. Debe ser la hija de Daemon y una  prostituta y si es así, esa niña es un problema para el bienestar de tus hijos.

—Esa niña es mi hija — murmuro la reina dispuesta a dejar la conversación.

—Debes entenderlo, no es tu hija.

—Claro que es mi hija, yo estuve apoyando a la Targaryen cuando la dio a luz, yo fui la primera en alzarla, yo le di de mi propia leche y jamás la trate distinto a mis otros hijos. Es mi hija, Rhaella es mi hija.

—No......

—Si tu preocupación es que sea la hija de Daemon, no te preocupes, Rhaella no es su hija.

—¿ Quiénes son sus padres?

—No tengo porque decírtelo.

—Soy tu padre.

—Y yo soy tu reina — escucho sus pasos y se tapo la boca cuando vio a su supuesta madre por el rabillo del ojo.

Cuando escucho que estaba lo suficientemente lejos tomo otro rumbo y se metió a unos de los pasadizos que Rhaenyra le había mostrado Aegon y el a ella. Empujó la puerta cuando estuvo en la habitación de Aegon y este se levantó de golpe al ver a si hermana llorando desconsoladamente.

—¿ Rhae? — pregunto frotándose los ojos — ¿ Que sucede? ¿ Por qué lloras Ninfa?

—Es complicado......

—Dime quien fue y haré que le corten la cabeza.

—Escuche al abuelo decirle a madre que yo no era su hija, no somos hermanos y probablemente tampoco seamos  familia.

—¿ De que hablas? El abuelo estaba delirando.

—No, Aegon, soy una bastarda sin padres y sin familia. No soy nadie.

ENTRE SOMBRAS {AEGON II TARGARYEN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora