Heartstopper Apocalipsis

Parte 25.- Ben Hope (de Slytherin) --¿Esperanza?

Rascacielos...

Aún admiro a los muggles por haber construido todo esto sin magia.

Si tan solo hubiesen aceptado a la comunidad mágica como parte de la humanidad, tal vez el Empire State pudo haberse terminado en días u horas.

Pero aquí lo tenemos.

El monumento a la arrogancia de los seres no mágicos. Un monumento mucho más asqueroso que las iglesias cristianas.

Es repugnante ver cómo algunas de estas personas aún conservan sus hogares.

Me gustaría verlas abrazando a sus hijos en el frío de la calle, mendigando por alimento tal como yo lo hice cuando me corrieron de mi hogar.

Muggles...

Magos...

Algo tienen en común. Creo que ambos marginan algo que no entienden, algo que ellos consideran "malvado"; sin tratar siquiera de entenderlo o analizarlo.

Y creo que Tom Ryddle y yo lo hemos demostrado: Nunca trates como un cero a la izquierda a un mago con mínimas señales de perversidad. No por lo que es o por la ayuda que necesita en el presente. Sino por lo que puede ser en el futuro gracias a la ayuda que no recibió en el pasado.

          --Emperador Palpatine. Nos acercamos a la zona de aterrizaje –informa el piloto del transporte real.

Pero el Emperador no responde. Mantiene cerrados sus párpados en señal de estar sumergido en una profunda meditación.

¿Qué está pasando por la cabeza de mi maestro?

Con Andrew Allen era obvio adivinar lo que un tonto auror neurótico deseaba, o lo que haría si le fallaba.

Pero con Darth Sidious...

Esta persona... este ente... no sé lo que está pensando. Me cuesta adivinar su siguiente movimiento. A veces solo está ahí en su trono, sin dar señales de que esté preocupado. Y otros días... simplemente ordena un bombardeo a una ciudad de la cual nos enteramos hasta semanas después, que se trataba de una comunidad urbana en la cual existían investigaciones científicas para la eliminación del Virus Blackwing; para la eliminación del Emperador.

Es obvio...

Los muggles no iban a rendirse así nada más. Creo que por eso mi maestro decidió bajar de la seguridad de su nave. Para poner fin a esto de una vez por todas.

          --Ben Hope...

Finalmente, Lord Sidious abre sus ojos escarlata, dejándome oír su ronca voz.

          --¿Si maestro?

          --¿Qué crees tú...? –sus dedos crujen en cuanto los abre--. ¿Qué crees tú que es la esperanza?

Una pregunta totalmente fuera de lugar.

Pero no es la primera vez que lo hace. No sé si me interroga sobre estas cosas solo para conocerme mejor, o espera encontrar alguna pista de mi comportamiento en ellas. De cualquier forma, solo respondo.

          --Yo... no lo sé maestro. Diría que... aquello que nos impulsa a seguir luchando... sin importar lo adversas que sean las circunstancias.

Mi respuesta es...

Eso respondería por qué Hogwarts aún está envuelta en un escudo en señal de rebeldía. El por qué varios Destructores Estelares siguen siendo desesperadamente atacados por los muggles.

Algo los impulsa a seguir luchando...

          --Una respuesta interesante mi fiel aprendiz. Pero en extremo genérica y poco pensada a mi gusto –responde entrelazando sus dedos.

No puedo evitarlo. Se me enfrían las manos. ¿Es esto un examen?

          --Siguiente pregunta Ben Hope. ¿De dónde crees que nace la esperanza? ¿Por qué la Alianza Rebelde tuvo esperanza en destruir mi Estrella de la Muerte? ¿Por qué Luke Skywalker tuvo esperanza en convertir a mi aprendiz Darth Vader al Lado Luminoso? ¿Por qué existía en este universo, la esperanza en que Harry Potter vencería a Lord Voldemort? ¿Por qué guardas la esperanza de que Charlie Spring te pertenecerá algún día?

Y entonces comienzo a sudar mi corbata. Mi camisa blanca está empapada.

          --Yo...

Y mi cara está mojada.

          --No sé maestro. Supongo que es algo irracional. Supongo que es la idea tonta en que todo estará bien. Que luchando y esforzándote se puede lograr cualquier cosa.

Darth Sidious aprieta los labios, dejando que su quebradiza piel del rostro se agriete.

          --Irracional... --murmura.

Y conforme la nave desciende a través de la atmósfera, el cielo nocturno de Nueva York se cierne ante mis ojos.

--Esperanza... irracional...

Las llamativas luces nocturnas de algunos edificios se mezclan con las intensas luces blancas de los helicópteros muggle que patrullan el edificio Chrysler, en el cual ondean las banderas de varios de los países sobrevivientes.

El aterrizaje es muy, pero muy elegante. Creí que sentiría alguna clase de forcejeo en cuanto entráramos a la atmósfera de la Tierra. Pero no fue así. Supongo que no por nada estoy en una de las mejores naves de transporte, la del mismísimo Darth Sidious.

          --Te equivocas mi querido Ben. La esperanza radica en una percepción muy racional del mundo, pero poco analizada. Estos humanos... esta gente... insisten en seguir luchando por una razón.

Lord Sidious sonríe, contemplando desde su asiento las banderas de las naciones que conforman la ONU.

          --Igual que la Alianza Rebelde, ellos creen que no tienen nada que perder. Creen que morir es peor que rendirse, así que prefieren seguir luchando. Pero hay algo que no ven... algo que sustenta su esperanza sin que ellos lo noten: Las probabilidades.

Una ola gigantesca de reporteros aguarda con cámaras y micrófonos en la entrada de lo que será la reunión más importante en la historia de la humanidad.

          --Las probabilidades dan fe, en que todo puede estar bien. Las probabilidades de que algo sea favorable pueden ser ínfimas, pero eso les basta. Esa mínima probabilidad se vuelve una chispa; la chispa que enciende el fuego de su esperanza.

Nuestra nave toca el suelo.

La compuerta de salida se abre. Y seis guardias reales ya nos esperan con una alfombra roja extendida, preparada para recibir nuestras pisadas.

          --¡Prepárate Ben Hope! –se dirige a mí levantándose de su silla--. Voy a mostrarte el cómo debí haber hecho las cosas en mi guerra contra la rebelión. El cómo hice las cosas cuando asesiné a los Jedi. Voy a mostrarte... el réquiem más doloroso para el alma: la muerte de la esperanza.