Heartstopper Apocalipsis

Parte 27.- Nick Nelson (de Gryffindor) -- Colegas

"Algo que puede darle muerte a este demonio". ¿Así y ya? Creo que poca gente se ha percatado que el verdadero problema es hacer que Palpatine baje de su nave, porque la verdad es que... ¿no bastaría con que le atravesaran el pecho con las espaditas láser? ¿o no bastaría con que alguien le disparara?

Ahora entiendo cómo se sentía Charlie con la frase de "Todo va a estar bien", cuando evidentemente nada tiene cara de que pueda mejorar. Creo que debería cuidar el contexto en el que uso esas palabras.

Bueno, sin importar lo tonta que pudiese ser esta buena noticia, parece ser suficiente para causar un mar de emociones.

El Gran Comedor pasó de un profundo silencio, a en un instante convertirse en...

--¡Lo sabíamos! ¡Lo sabíamos!

--¡Una luz al final de túnel!

--¡Lo amamos profesor Malfoy! ¡Sabíamos que usted lo resolvería!

--¡Esos centauros trajeron alegría y heroísmo!

Las lágrimas de felicidad escurren entre varios chicos de Hufflepuff. Amigos abrazándose, otros usando sus escobas de quidditch para levitar sobre la eufórica multitud, alegría extendiéndose igual que el fuego.

--¡Traigan el cadáver de Palpatine una vez lo asesinen!

--¡Ese imbécil se merece el peor entierro posible!

Los Slytherin lanzan comentarios igual que... bueno... no debería de sorprenderme. Pero no miro a los chicos de corbata verde porque me interese lo que ellos piensen, miro a los chicos de corbata verde porque busco a...

En fin... creo que no dejo de preocuparme por él.

Charlie Slytherin se reserva un poco sus sentimientos. Solo sonríe y aplaude de manera discreta, tal vez intentando que nadie lo note.

Ninguno de sus amigos está a su alrededor. Simplemente está ahí, rodeado de un montón de alumnos a los que nunca ha tratado. Quiero no sentir compasión por la escena, pero no puedo.

--¡Hey! Colega –me dice una voz idéntica a la mía, apenas audible entre el océano de ruido.

A mis espaldas, el Nick Nelson, caballero Jedi, toca mi espalda para llamar mi atención. Y debo admitirlo, tiene el tipo de cara y timbre vocal que hace que me tranquilice de inmediato.

--¿Cómo va todo con tu Charlie? ¿Resolvieron lo que me comentaste aquel día?

Unos cuantos torsos nos empujan mientras intentamos entablar conversación el uno con el otro.

--No realmente. Todo lo contrario, siento que estamos peor que ese día.

--Mmmm jjjj mmmm, ya veo ¿Sigue evitándote?

--Sí

--¡Oye Jedi! ¡Tenemos que irnos! –grita Hermione al momento en que los centauros y la directiva abandonan el lugar.

Nick adulto me mira con una expresión de melancolía muy reconocible para mí. Es idéntica a la que yo hago cuando quiero decir: "Lo siento".

--Descuida colega. Yo comprendo –le aclaro para no hacerlo sentir culpable--. El deber llama.

Y en cuanto él se aleja, mi atención se vuelve por completo a Charlie Slytherin. Trato de buscarlo entre la multitud, pero no logro dar con él.

Es como si hubiese desaparecido de ese lugar, sin que nadie lo notara.

Toda la multitud comienza a desalojar el Gran Comedor, solo para seguir a los portadores de esperanza.

--¡Nick! ¡Nick! ¡Nick! –me grita Tori Spring--. ¡Es Charlie! ¡Algo le ocurre! ¡Creo que está convulsionando! ¡Ven rápido!