Heartstopper Apocalipsis

Parte 56.- Nick Nelson (de Gryffindor) - Piso 16

El velo de invisibilidad acaricia mis fosas nasales con cada inhalación, alejándose cada vez que deseo expulsar un poco de aire. No he apartado mi escoba de mí desde que aterricé; parece que Granger fue lo bastante anticipada como para calcular que la capa fuese lo suficientemente grande.

Envío nuevamente el comando: Luz azul. Luz azul. Luz azul. Luz azul. Luz azul.

No veo a nadie más. Y de cualquier forma aunque hubiesen llegado yo no podría darme cuenta. Me ordenaron no mostrarme por ningún motivo hasta no ver que ellos se deshiciesen de su camuflaje en el punto acordado.

Me asomo hacia una de las ventanas del edificio, ventanas que sin problemas llegan desde el suelo hasta el techo, brindándome una panorámica perspectiva.

Las aspas de los helicópteros rompiendo el aire se dejan escuchar a lo lejos, algunas pasando lo suficientemente cerca de nuestro punto de reunión.

Las banderas de las naciones que aún restan, ondean frente al edificio de la ONU, una es roja, otra es azul con blanco, otra... bueno. No tengo la menor idea. No es un tema que hayamos abordado a profundidad en nuestras clases. No tengo idea siquiera de cómo funciona la política en el mundo muggle. ¿Cómo pueden saber que alguien cometió un crimen o un asesinato si no tienen varitas que se puedan examinar y monitorear?

--Pssst.

Escucho un pequeño sonido.

Volteo en la dirección de la que parece haber venido.

Nada.

--Pssst.

Y empiezo a dilucidar que se escucha como...

--¡Nick! –me reclaman en un fuerte susurro.

Siento un fuerte tirón en mi hombro que me despoja de mi manto de invisibilidad, dejándome a mí y a mi escoba a completa merced.

--¡Te dije muchas veces que la respiración y el sonido de tus pasos son las cosas que más debes cuidar! ¡Podía oírte desde el piso de abajo! –me reprende Hermione Granger, cuyo rostro va poco a poco desvelándose de esa cortina--. ¡Habíamos dicho que el piso 15, Nick! ¡El maldito piso 15! ¡No el de abajo! ¡Ni mucho menos el de arriba! ¡Estoy empezando a dudar si fue una buena idea traerte!

--¡Ya cálmate Hermione! –dice otra voz también susurrando--. Nick Gryffindor ha hecho un excelente trabajo trayéndonos hasta aquí con un plan muy mal elaborado por nuestra parte.

Kairyum aparece ante nosotros desde los pies hasta la cabeza, con un poco de sudor escurriendo por su cuello.

--Y precisamente como es un plan apresurado, no podemos...

--¡Ya, Hermione! ¡Ya! –le responde nuestro compañero.

La ministra de magia retrae un poco sus manos ante tal respuesta, prefiriendo dirigir su mirada hacia la ventana como un pretexto para no mantener contacto visual.

Las pupilas de Charlie Kairyum están muy dilatadas. Demasiado. Y puedo ver las palpitaciones recorriendo su cuello.

--¿Te pasa algo? –le pregunto.

El niega con la cabeza, tomando asiento en el piso y cruzando las piernas igual que cuando intenta meditar.

Infla un poco su pecho, y empuja el aire con su abdomen.

Repite el proceso una... dos... tres veces.

--Perdón –se disculpa de algo de lo que no tiene idea igual que lo hacen Charlie Slytherin y Charlie Z--. No debemos distraernos de la misión. Con cada segundo que perdemos muere más gente... más niños...