Parte 50.- Nick Nelson (de Gryffindor) -Red de Chimeneas

29 5 0
                                    

La luz verde del fuego que arde sobre mi cuerpo se desvanece, dejándome pasar a mí y a mi escoba a una especie de bóveda, en donde otras siete chimeneas cuyos ladrillos rojos han sido casi opacados por la oscuridad del hollín aguardan por nosotros.

--¿Estamos los tres aquí? –pregunta Kairyum

Y detrás de mí, Hermione Granger emerge desde la luminaria ardiente del transporte anterior, dejando que el fuego se deslice sobre su cabello hasta extinguirse al tocar sus hombros.

Esperando recibir nuevamente instrucciones de la cascarrabias de mi jefa, dejo recargar la Nimbus XVI que Draco me obsequió, tomo un respiro, antes de cruzar el último portal hacia la ciudad que nunca duerme.

--No se separen demasiado –nos ordena la ministra--. La Red Flu ha sido modificada desde la última guerra para evitar que los mortífagos hicieran uso de ella. Ahora es requerido pasar por un orden muy estricto de chimeneas para llegar a algún lugar; si toman la incorrecta, encontrarlos será un problema. ¿Entendieron?

--Recibido señora –respondo.

Ella lucía intranquila tras cruzar nosotros la primera puerta. Y comenzó a verse aterrada desde que abandonamos la chimenea doce; pero no puedo culparla, al final, ella ya cumplió con su trabajo al traernos hasta Nueva York; el resto depende de nosotros.

Las instrucciones fueron muy claras. Mi objetivo era la exploración del territorio que circunda la reunión de Palpatine con la ONU; contabilizar stormtroopers, infectados si los hubiere, así como confirmar visualmente la presencia física del Emperador. La tarea de Kairyum... diría yo es lo más complicado.

--Bien. ¿Están listos entonces? –pregunta Hermione--. Usen las capas. Charlie, te pido tomes en cuenta que el efecto de las prendas invisibles hechas con pelo de demiguise no son perfectas. Tu camuflaje y el mío no serán tan eficientes como el de Nick Gryffindor. Yo iré tras de ustedes. Les recuerdo que a partir de ahora, la comunicación verbal está prohibida, hablaremos únicamente mediante los códigos de luz de nuestros brazaletes.

--Comprendido –confirma Kairyum extendiendo la manta de invisibilidad provisional y colocándola sobre sí mismo. La forma de su cuerpo casi desaparece, aunque queda de ella una extraña silueta azul, parecida a la de un fantasma.

La chimenea se enciende, mostrándome su cálido fuego anaranjado, esperando por un mago para hacer uso de ella.

Algunos polvos son lanzados hacia su interior, casi parece que vienen del aire, dado que la ministra de magia ahora se ha vuelto también invisible al sentido de la vista de cualquier persona.

Las llamas tornan su color en un brillante esmeralda, reflejándose a través de mi piel helada por los nervios.

--¡Nick! ¡No te dimos la capa de Harry Potter por nada! ¡Apúrate! –me habla la voz femenina de mi jefa.

Dejo caer la suavidad de la capa mágica sobre mi cabello, dejando que abrace mi cuerpo, permitiéndole cubrir mi campo visual de un tenue blanco y ocultando la madera de mi escoba ante cualquier posible enemigo.

Camino hacia el temple del las llamas mágicas, en donde una pequeña dilatación de ellas me da a entender que Darth Kairyum ya las ha cruzado.

Y sin dejar pasar un segundo más, doy el paso hacia la incertidumbre, hacia la ahora aterradora ciudad de Nueva York.

Mi visión se torna en verde. Cierro los ojos para no cegarme por el intenso resplandor en el que se convierte.

Y entonces...

Mi cuerpo se materializa nuevamente, en un lugar distinto.

Todo está hecho trizas, los pilares de este edificio están...

--¿Y ese ruido? –escucho una voz a mi lado.

--¡Ve! ¡Ahí está otra vez! ¡Pero nadie ha salido de las llamas! —responde el stormtrooper a su compañero, ambos aguardando justo al lado de la chimenea--. ¡Aquí guardia del MACUSA! ¡Aten...!

El desconcertado soldado se lleva las manos al abdomen, tras haber aparecido un par de grietas en su armadura. Su rodilla cae apoyada en el suelo, apareciendo pequeñas muescas en la acoraza blanca que recubre su pierna, mientras que su visor se rompe y su casco se mueve hacia el lado, para finalmente llevarse las manos al cuello mientras trata de apoyar los pies, como si alguien lo estrangulara con ambos brazos.

Un resplandor azul discreto aparece en la espalda del otro guardia, haciendo que éste tire su arma y deje caer su inconsciente cuerpo.

--¡Guardia del MACUSA! ¿Me copian? Repito. ¿Me copian? –se escucha a través del comunicador de ambos soldados--. ¡A todas las unidades! ¡Posible infiltración por la red de chimeneas! ¡Repito! ¡Posible infiltración por la red de chimeneas!

La pequeña descarga de adrenalina me trae a la realidad, haciendo que mi mente se centre en una sola cosa: lo recuerdo, es por ello que me dieron la mejor capa de invisibilidad, algo que me permitiera estar seguro. Muy seguro de toda amenaza posible.

Hay una luz roja parpadeando en mi brazalete.

Lo entiendo, ese color se asocia a un específico comunicado emitido por Darth Kairyum: "¡Peligro leve!"

De inmediato, sujeto la escoba con ambas manos, montándola con gran incomodidad y emprendiendo vuelo a través de este edificio destruido.

Los pasos y el golpeteo indiscreto de las armaduras de veinte soldados blancos dirigiéndose al lugar que he dejado atrás me impulsa a volar bajo y con extremo cuidado para no ser escuchado.

--¡Dos bajas confirmadas! ¡Repito! ¡Dos bajas confirmadas! ¡Vigilen los alrededores!

Mi trayectoria aérea me permite pasar por los fragmentados cristales de este edificio, cristales que me permiten llegar a las calles de la ciudad.

Mi comunicador parpadea con una luz azul: "Esperando confirmación"

Y es entonces cuando mis pensamientos pueden terminar de procesar lo que tras este devastado edificio acontece.

Las extremidades de esta bestia mecanizada se hunden en todo lo que pisan, creando enormes crujidos en el pavimento, y triturando sin consideración alguna los automóviles, deformando su carrocería hasta que los cristales estallan en un desesperado intento por liberarse del peso que tienen que soportar.

--¡Troopers! ¡Formación! ¡Paso rápido!

--¡Troopers listos! ¡Escolta!

Varias hileras de stormtroopers blancos guiados por soldados de armadura casi idéntica en color rojo acompañan a estos devastadores dromedarios imperiales.

Están en extremo organizados, están armados hasta los dientes.

El pelotón que invadió Hogwarts hace unos meses parece un insulto comparado con la fuerza militar que estoy presenciando.

Mi brazalete parpadea nuevamente: "Esperando confirmación".

Stormtroopers masivos que solo cuento en esta calle. AT-AT, también conocidos como "dromedarios imperiales". Blásters largos.

Creo que empiezo a darme cuenta por qué me eligieron a mí para esta tarea, necesitaban a alguien con la habilidad de un buscador; pero Hufflepuff y Slytherin han dejado muy en claro que no iban a involucrarse en esto; mientras que Ron Weasley y Aled Last eran necesitados junto a Nick Jedi en el otro lado del mundo, en Castle Combe. Tal vez la entrenadora Singh hubiese hecho un mejor trabajo que yo, pero por lo que entiendo, su labor era prioritaria para el protocolo "Rogue One".

Sí...

Darth Kairyum...

Hermione Granger...

Espero tomar las decisiones adecuadas en una misión para la que evidentemente no tengo idea.

Entonces presiono en mi comunicador, el código de luces que yo considero adecuado para esta situación.

Luz roja, luz roja otra vez. Significado: "¡Cuidado! ¡Peligro creciente!"

Heartstopper  ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora