Parte 67.- Charlie Spring (Darth Kairyum) -- Cadáver

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Todo ha acabado...

El colmillo del basilisco lo ha apuñalado justo en el corazón.

Mi sable de luz atravesó su nuca.

Pronto el veneno despedazará cada una de sus células.

--¡¿Qué espera?! ¡Llévese a su hija! ¡Váyase ya! –le grito al moderador Esparza refiriéndome a su pequeña bebé.

Pero él luce aterrado. No porque su hija y él estuvieran a punto de morir. Sino por... pareciera que... están aterrados por mí. Como si... como si algo fuese a pasarme.

--Vamos mi pequeña Eliangel --Aún así, el moderador obedece a mi orden, tomando a su bebé en brazos.

Hermione parece tener todo bajo control. No creo que las rabietas e intentos de mofa de Ben Hope sean algo que ella no pueda controlar.

Tengo que ser rápido.

Superficialmente no hay movimientos en abdomen ni en tórax. No es prudente que me acerque sin precaución alguna a ese cuerpo.

Coloco mis dedos en el cuello. No percibo pulso en la carótida.

Procedo a examinar el hábitus del cadáver.

Retiro la capucha que esconde parte del rostro bajo su sombra. Me detengo a examinar la piel de color gris con múltiples lesiones pustulosas diminutas.

Las pupilas están dilatadas.

La boca permanece abierta ante la presencia de la herida con mi sable de luz. Los músculos del cuello han comenzado a endurecerse.

Tengo que examinar la herida.

Con cuidado, coloco mis manos en el pecho del cadáver, comenzando a tirar con fuerza de la prenda para...

--¡Se ve que no es la primera vez que haces esto! Cjjjjj.... jjj... ja... ja... ja... jajajaja jajajajaja. ¡Dime algo niño...! ¿Cuál es la cara que más recuerdas de entre todas las voces que has silenciado?

El cadáver deja escapar un intenso hedor desde su aliento.

Y mi palma... duele. Duele mucho. Porque algo la sostiene. La aparente mano sin vida ahora detiene la mía, estrujándola hasta casi romperme los huesos.

Mi reacción es clara.

En menos de dos segundos, mi sable de luz ya ha cortado la rígida y grisácea extremidad que me mantenía cautivo.

Tomo mi distancia, dando tres pequeños saltos hacia atrás y dejando una diez metros frente a mi enemigo.

--¡Vamos muchacho! ¡No pudiste haber durado tanto en el cuerpo de inquisidores siendo una persona noble! ¡Mucho menos pudiste haber aprendido una técnica tan impecable de asesinato solo recurriendo al diálogo con tus víctimas! –me elogia el cadáver, a quien ya se le comienzan a formar nuevos músculos en la boca para reemplazar los dañados por mi arma.

Por si fuera poco, en el sitio de la mano faltante, ya han aparecido nuevos huesos recubiertos por tendones y escaso cartílago. La herida que le causé en el pecho... se está comenzando a cerrar. Y su cabeza... está comenzando a tomar forma otra vez. Lo que decía Hermione era cierto: se regenera a una velocidad impresionante. No imaginé que a esta magnitud.

--¡Oh! ¡No me digas! ¡No me digas! ¡Sé cuál es la cara que más recuerdas! ¡Asesinaste a un niño! ¿Me equivoco? ¡O tal vez a su madre frente a él! ¡Todos tenemos que hacerlo tarde o temprano! –Palpatine toma de entre su pecho la afilada estaca correspondiente al colmillo del basilisco, despojándose a sí mismo del mortífero trozo de hueso y dejándolo caer al charco frente a él--. ¡Mucho hablaron mis stormtroopers de tu llegada a Hogwarts! ¡Fuiste un héroe, el salvador que todos necesitaban! ¡Porque querías convencerte de que por fin estabas haciendo lo correcto al revelarte contra el Imperio!

Heartstopper  ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora