Heartstopper Apocalipsis

Parte 28.- Charlie Spring (de Slytherin) -- Incendio

--Chaaaaarlieeeee

No puedo frenarlo...

No puedo...

La cabeza... no para de dolerme.

--Chaaaaarlieeeee

Y su voz...

Maldita sea...

Trato de evitar que lo consiga.

Trato de evitar que Ben logre...

--¡Pero si aquí estás!

De nuevo, me encuentro en este espacio totalmente negro. En donde lo único que mis ojos pueden vislumbrar y escuchar... es a él.

--Ben...

--Solo quise pasar a saludar antes de... comenzar.

Un dolor en la frente no me deja ni siquiera hablar. Mi respiración es jadeante. Y los latidos solo acrecientan la cefalea pulsátil que me tortura cada que Ben hace uso de la conexión que se forjó entre nosotros.

--¿Comenzar...? ¿Comenzar qué?

Él se acomoda las mangas de la camisa blanca que sobresale de su saco azul marino. Da unos cuantos pasos hacia mí mientras sus zapatos provocan un elegante eco.

--No he venido a darte información Charlie, ni tampoco hago esto por capricho. En fin, Lord Sidious me ha pedido que te solicite algo.

Se acomoda el cabello que ahora le llega casi hasta la barbilla, presumiendo tener el completo control de la conexión mental que se ha formado entre nosotros.

--Todos sabemos que Hogwarts no ganaría una contienda contra mi maestro. Un solo Destructor Estelar de su flota bastaría para pulverizar todo el castillo ¿no? Y sus aurores apenas pudieron enfrentar a uno solo de mis Caminantes Imperiales

--Ben... ¿Qué es lo que...? ¿Qué es lo que quieres?

Y entonces, una cruz de plata cae desde una de sus muñecas; el artilugio plateado cuelga desde una pulsera del mismo metal

--Palpatine quiere el crucifijo más poderoso, chico guapo. El horrocrux definitivo. Lord Sidious quiere que le sea entregada la espada de Godric Gryffindor. La espada que reside actualmente dentro del castillo. Ya sabes... tal vez Nick Nelson pueda extraerla del sombrero seleccionador; con eso de que es un Gryffindor...

--¡Te volviste loco imbécil! ¡Tú y ese demonio están desquiciados! ¡Nosotros no tenemos esa espa...!

--¡Escucha, Charlie! Lord Sidious sabe perfectamente dónde está el castillo. Sabe perfectamente que los aurores que quedan para protegerlos se cuentan con los dedos de la mano. La única razón por la que Hogwarts no ha sido demolido es porque la espada y tú, aún se encuentran en el interior.

Este lugar es ficticio. Estoy seguro que está en mi mente. Pero empiezo a sentir cómo mi cuerpo se enfría tras penetrar en mi piel una ventisca gélida.

--¿No lo entiendes Charlie? El Emperador traerá orden a este mundo. Los seres mágicos ya no tendremos que escondernos igual que cucarachas. Redistribuirán los recursos naturales y económicos. Lo único que tenemos que hacer... es permitírselo. Y yo no pienso ponerme en su contra, no después de todo lo que él ha hecho por mí.

Ben me toma del uniforme, tirando tan fuerte de mi camisa que pudo levantarme momentáneamente.

--¡Así que deja de mentirme sobre la ubicación de la espada! ¡Y diles a tus amigos Jedi y a la directiva que dejen de estorbar en nuestro camino! ¡No voy a defraudar a Palpatine! ¡No después de lo que ha hecho por mí! ¡Más de lo que esa estúpida escuela de magia y más de lo que este asqueroso planeta muggle han hecho por mí!