Parte 20.- Charlie Spring (Planeta Zombi) -- ¿Y si se lo digo?

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Trato de mantener a raya los pensamientos. Pero mi mente cada vez se vuelve más creativa en ellos. Cuando los pellizcos dejaron de dolerme, empecé con las agujas. Y cuando las agujas dejaron de distraer mi psicosis, las navajas de afeitar parecían una buena alternativa.

Creo que el ver tantos sepulcros durante la mañana me afectó demasiado. Más de lo que a una persona normal debería. No tanto por el dolor de ver cómo esta gente perdió a sus seres queridos, sino por la idea de que ellos no tienen que afrontar este horrible panorama de caos interdimensional.

Es una lucha día sí, día también.

Las piernas aún me pesan un poco. Aún tengo náuseas, los brazos me hormiguean y mis manos tienen un leve temblor. Pero creo que empiezo a sentirme mejor respecto a la mañana de hoy. Gracias a Tori. Ella es... bueno...

--¿Seguro que no quieres agregar un puñetazo a la cara de Harry Greene Z a tu lista de deseos?

--Eh... no. Creo que no. –respondo en seco.

Es alguien muy tierna. Parece comprenderme igual que lo hacía mi hermana fallecida. Bueno... después de todo es su doble ¿no?

Parece poder leerme la mente con facilidad. Ha sabido anticipar cada una de las cosas que alguna vez en la vida hubiese querido hacer: Tener un baile romántico como en la cenicienta, montar un dinosaurio, ver otra vez Lilo y Stitch...

--¡Chaaaaaaarlieeeeeeee! –oigo una alegre y divertida voz desde lo lejos, en conjunto con los pasos de alguien corriendo.

--Bueeeeeno. Creo que dejaremos lo de montar un dinosaurio para después. Tu galán está... –dice Tori arrancando la página de la libreta en la que apuntaba mi lista de deseos, entregándome una hoja titulada: COSAS QUE QUIERO HACER ANTES DE...

--¡Charlie! ¡Charlie! ¡Charlie! –me grita Nick Z llenando mi cara de pequeños besitos--. Te extrañé mucho. Te he estado buscando toda la mañana. ¡No vas a creer lo que pasó!

--Los dejo solitos –se aleja Tori con una pícara sonrisa.

Mi Nick está como loco. Parece extrañarme como si no me hubiese visto en años. Y eso que la última vez que lo vi fue... ayer. Está todo despeinado y con la camisa sudada. Y me abraza tan fuerte que me llega un olorsito como si no se hubiese bañado en tres días. Me estruja hasta sacarme el aire del estómago.

--Perdón Char... Estoy todo sudado. No vas a creerlo. Estuve bailando toda la mañana con Tara Jones y Nick Gryffindor una rara canción. Creo que era de Bob Marley o... no sé. No recuerdo muy bien. Quería bañarme antes de ir al desayuno, pero cuando te vi no pude evitar correr a abrazarte.

Pero la verdad... es que no me molesta. Nick Z me ha besado con aliento encebollado. Ha estornudado sobre mí un par de veces. Incluso la otra vez me eructó en la cara mientras dormíamos juntos.

Y de todos modos lo sigo encontrando... me sigue pareciendo...

--Nick Nelson. ¿Te han dicho que eres la persona más linda del mundo?

--¡Ay Charlie no inventes! ¡Hay otros dos Nicks en esta escuela! ¡Debe haber una infinidad de nosotros en otros universos!

Le pongo mi índice en sus labios. Y acaricio su hermosa y tonificada espalda, paseando de vez en cuando mis dedos en su cabello lacio.

--Hablas como si ustedes tres fueran idénticos. Pero tú eres único. No importa si no sabes usar una espada láser o si no puedes conjurar magia. Tú y solo tú...

No sé de dónde salen estas palabras. No sé de dónde las digo. Hace unos momentos yo me sentía... ¡Dios! Hace unos minutos prácticamente Tori me estaba ayudando a hacer una lista de... ¡No quiero ni pensar en ello! ¡¿Pero qué rayos me pasa?! ¡No lo sé! ¡Es tan...! ¡Maldita sea! ¡¿Aunque sea puedo terminar una oración dentro de mi mente?!

--¿Qué ocurre Char? Tu mirada cambió. ¿Te pasa algo?

¡Tonto! ¡Tonto! ¡Tonto! ¡Me dejé secuestrar otra vez por mis pensamientos! ¡Claro que Nick lo notó! ¡Claro!

¿Y si se lo digo? Tal vez... él pueda ayudar. ¡Sí! ¡Él sabe que estoy tomando antidepresivos! ¡Él entenderá muy bien lo que me ocurre!

--Nick... hay algo que quiero decirte.

Pero...

¿Y si no lo entiende?

Él sabe lo de mis medicinas, pero... ¿entendería que aún me sigo cortando a escondidas en lugares menos visibles? ¿Entendería que me siento mal, aunque tengo un noviazgo perfecto y he hecho buenos amigos? ¿Entendería que a veces preferiría estar en una tumba? ¿Qué a veces hubiera preferido que los zombis me mataran?

--Charlie –dice entrelazando sus dedos en mis rizos--. ¿Qué pasa?

Quiero decírselo. ¡Sí! ¡Voy a hacerlo! ¡Voy a pedir ayuda!

--Nick, es que yo...

¡Vamos Charlie! ¡Sobreviviste a una horda de zombis! ¡Decir esto es fácil!

--Nick, yo necesito...

¡Solo es una palabra más! ¡Vamos!

--Nick, yo necesito ayu...

--¡QUÍTENSE DE AQUÍ PAR DE IMBÉCILES! –siento un gran empujón a mis espaldas.

El momentáneo ajetreo hace que mi lista de deseos que elaboró Tori caiga justo frente a las botas negras de este agresor.

Se flexiona y usa su mano enguantada para recoger el papel del piso. La verdad es que su sola expresión me atemoriza.

Según me dijeron los aurores eran héroes en el universo mágico. Pero me parecen hombres en extremo temibles.

--Señor. ¿Sabe que existe algo que se llaman modales? –le recrimina Nick al hombre.

--A ver... "Cosas que hacer antes de..." --murmura frente a Nick y a mí. Es más que obvio. Está leyendo mi lista--. ¡¿Pero qué estupidez es esta?!

El hombre clava sus dedos en la hoja de papel, antes de comenzar a romperla. Un trozo tras otro.

--¡Esto es una maldita falta de respeto! ¡Estúpido niño! ¡Estamos en medio de una guerra como para que pienses en estas estupideces! ¡Bien sabía yo que ustedes no serían más que una carga!

El auror pisa mi lista de deseos, impregnando el blanco de las páginas en la suciedad de su bota.

--¡Oiga! ¡No sé qué le ocurre! ¡Pero no puede hacernos esto! –Nick Z comienza a elevar su tono. Pero tiembla un poco al gritar.

--¡Mejor ni te me acerques muggle asqueroso! –dice apuntándonos con su arma mágica--. ¡Bajo la dirección de Mcgonagall esta escuela no ha hecho más que decaer! ¡Miren a su alrededor! ¡Estudiantes que ya no conocen lo que es recibir una llamada de atención disciplinaria!¡Parejitas del mismo sexo! ¡Ustedes dos son el mejor ejemplo de esta asquerosidad!

--¡Entonces supongo que me iré al infierno por expresar mi amor a otro chico! ¡Y usted se irá conmigo maldito hipócrita!

--¡Muéstrame más respeto niño bonito! ¡Soy tu superior!

--¡¿Qué le parece si mejor le reviento la cara?!

Un grito y luego otro insulto. Una mañana deprimente, seguida de un momento de felicidad, para acabar con otro escenario deprimente. ¡Vaya día de mierda! ¡Vaya vida de mierda!

Heartstopper  ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora