Heartstopper Apocalipsis

Parte 59.- Ben Hope (de Slytherin) - El beso del Dementor.

--¡¿Dónde está mi hija?! ¡Quiero ver a mi hija! –grita el moderador tratando de forcejear con los stormtroopers que lo apresan.

Los funcionarios han sido vendados de los ojos; esposados con las manos a la espalda y sujetados por nuestros hombres, ellos le siguen los pasos a Darth Sidious, quien sujeta con ambas manos la capucha que recubre su rostro, ocultando sus ojos.

Doy mis primeros pasos fuera del edificio después de haber vivido ese traumatizante espectáculo con los muggles, solo para encontrarme con enormes charcos formados por una impaciente lluvia, cuyas gruesas gotas golpean en mi cara y salpican hasta entrar a mis ojos.

--¡Rápido! ¡Muévanse! ¡Muévanse! –grita un stormtrooper--. ¡La seguridad ha sido comprometida! ¡Las explosiones fueron al sur! ¡Protejan al Emperador con su vida!

Los camarógrafos muggles que aguardaban nuestra salida esperando por un buen reportaje graban en todas direcciones, conmocionados por no saber a qué prestarle atención.

--¡Vemos cientos de soldados de Palpatine moviéndose en múltiples direcciones! ¡Literalmente cientos! –declara la periodista--. ¡Frente a nosotros ha aterrizado un vehículo del que han comenzado a bajar varias personas vestidas de blanco! ¡Aparentemente se trata de niños y mujeres! ¡Además junto a ellos, han comenzado a aparecer especies de fantasmas de color ne...! ¡Esperen! ¡Tenemos nuevas imágenes! ¡El Emperador sale la sede de la ONU! ¡Los funcionarios se encuentran encadenados y...!

Quisiera no seguir avanzando. Tengo miedo.

El aura de mi maestro...

Una especie de halo negro lo envuelve. Y nadie más parece notarlo. Es como si... se tratara de esta extraña magia, de La Fuerza.

"¿Quieres que te muestre lo que es una esperanza destruida?". Con cada idea que me hago del Apóstol, él me muestra que puede hacer algo todavía más cruel y no quiero imaginarme... aquello de lo que es capaz con estas personas.

--Señor. Tenga cuidado –tira de mi hombro la teniente Kyler en cuanto estoy a punto de chocar con el negro de una roída túnica.

La cosa frente a mí, me ignora de manera casi descarada, para continuar el paso hacia su objetivo. Bajo sus pies que no tocan el suelo, las gotas de agua se convierten en granizo, al mismo tiempo que el suelo es cubierto de una fría y blanca capa.

De las ventanas del edificio vecino, otros dos de estos seres oscuros aparecen, llevando sus alargadas manos llenas de pústulas grises hacia el rostro, intentando quitarse el velo que los recubre.

Estas cosas toman lugar al lado de mi maestro, quien levanta una mano, para que los soldados que custodian a las personas vestidas de inocencia y con ojos vendados, se aparten para dejarlas sin escolta; es mientras tanto que... los Dementores... se acercan a los prisioneros.

--¡Los funcionarios de la ONU son colocados frente a las personas apresadas! ¡Los fantasmas negros se acercan de una atemorizante manera a la escena! ¡Trataremos de informarles lo que...!

--¡SILENCIO! –un destellante relámpago acompañado de un estruendo que hace vibrar todos los cristales presentes es lanzado desde la punta del dedo índice de Lord Sidious, quien ahora posa su mirada en las cámaras--. ¡Usted! ¡Grabe esto! –se dirige a la reportera.

Pronto, todos los medios audiovisuales de los muggles ponen su vista en la aterradora escena.

--¿De cuántos televidentes ha sido su audiencia? –pregunta el Apóstol.

Él levanta dos dedos de su mano izquierda, haciendo que le obedezcan las vendas de todos los funcionarios de la ONU, retirándose de ellos la prenda que eclipsaba su campo visual.