Parte 44.- Ben Hope (de Slytherin) - A mi maestro

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         --Bienvenido sea Emperador Palpatine. Con su honorable presencia, damos por iniciada esta Asamblea General de las Naciones Unidas –dice el moderador tras tomar Lord Sidious su asiento.

Mi maestro ha exigido que se coloque una silla igual de llamativa a su derecha, solo que ésta es un poco más pequeña para ajustarse a mi tamaño; perfectamente acolchada y revestida con terciopelo rojo. Sin guardias reales, sin stormtroopers... solo conmigo a su lado.

--¡Llevamos dos horas esperando su llegada! ¡Más vale que su tardanza esté bien justificada!

--La espera ha terminado mis queridos soberanos. Siento mucho que no hayan podido entretenerse un momento con sus... celulares confiscados –responde haciendo una imitación burlesca de tecleo con sus dedos.

--¿Teníamos otra opción más que dárselos?

--No. La verdad es que no. Pero asumo que... --dice tomando asiento--. Eso no los ha detenido.

Hay otros cinco hombres con las manos entrelazadas y colocadas sobre la mesa en forma de U. Todos ellos vestidos de modo impecable con saco y corbata.

Cada uno de estos hombres de cuello blanco, está acompañado por otros dos individuos de gran tamaño, uniformados de un atuendo negro y una máscara del mismo color que solo deja ver sus ojos y la piel circundante a ellos.

Estos escoltas portan un chaleco muy robusto y un arma larga de un calibre que parece ser alto, sin mencionar los cuchillos de guerra enfundados en sus piernas.

Sé que no pueden usar magia, los muggles son fáciles de detectar, pues los magos no tenemos necesidad alguna de usar ese tipo de atuendos tan grotescos.

Pero por algún motivo, esta gente me intimida. Los ojos de estos políticos, atenuados por el cristal de sus gafas de lectura, logran derretir mi propia seguridad. Los cañones de grueso calibre de las armas, me hacen imaginar mi cuerpo siendo acribillado por múltiples proyectiles de alta velocidad. Está gente... está haciéndome sentir y recordar como lo que verdaderamente soy: un niño.

Fui un tonto al venir aquí. No tenía idea que los muggles pudiesen ser tan aterradores. Creí que los maleficios imperdonables eran lo más temible que conocía. Pero esos cuchillos... esas máscaras... esos fusiles...

--No tengas miedo Ben –dice Darth Sidious palmeando mi hombro con una de sus cadavéricas manos--. No tengas miedo hijo... ¡Atención líderes del planeta Tierra! ¡Reciban mis cordiales saludos! ¡Y como disculpa por prolongar su espera, reciban estos platillos de mi parte!

Palpatine levanta una de sus manos. Y con su orden, varios hombres con uniformes grises entran a la sala. Cada uno de ellos porta una bandeja de plata; cada bandeja con una leyenda grabada en sus lados: "Marcos 6:25".

Todas ellas, servidas de manera exacta para todos los presentes en la mesa. Para todos menos... para mí.

Y tras retirar las respectivas tapas del sublime platillo que reposa frente a mi maestro, el filete deja escapar sus majestuosos vapores, creando un deleite de finas hierbas y asado para mi olfato.

--Tú no Ben –aclara mi maestro, atrayendo la atención de su súbdito restante.

El último sirviente trae consigo una bandeja de plástico con lo que parece ser una malteada chocolatosa, un pastel de manzana caliente y una caja roja con una "M" amarilla en medio.

--Le dejaron el juguetito todavía. Me dijeron que esta franquicia le gusta mucho a los niños de tu planeta –concluye Palpatine refiriéndose a la Cajita Feliz de Mcdonalds que han colocado frente a mí.

Los meseros se retiran, esta vez, quedándose solo dos stormtroopers como guardias en la entrada de la sala.

--Por favor mis queridos invitados. Tengan buen provecho... –dice con un elegante ademán.

--¡No estamos aquí para que nos tome el pelo Lord Sidious! ¡Estamos aquí para discutir los términos de su Protocolo Apocalipsis! ¡¿De verdad cree que vamos a atrevernos a poner en nuestra boca comida traída por usted?! ¡¿Cree que vamos a confiar en su repulsiva imagen?!

--Por favor señor presidente, cálmese –insiste el moderador.

Palpatine entrelaza también sus manos, dejándolas caer sobre la mesa. Les dedica una pequeña sonrisa a todos los presentes. Deja pasar unos cuantos segundos de silencio incómodo, antes de responder.

--Me sentiría ofendido si confiasen ciegamente en mí, mis queridos invitados. Pero digamos que, si los quisiese muertos, mis hombres los hubiesen asesinado hace mucho, o.... –coloca su característica arma metálica en la mesa--. ...podría decapitarlos ahora mismo. ¡No sea estúpido, presidente ruso! ¡Los últimos políticos de la Tierra me sirven mejor vivos, que muertos! ¡Su pluma y mano pueden todavía desatar un ataque nuclear! ¿O me equivoco? ¡Además, matarlos antes de tiempo, solo provocaría que fuesen reemplazados por otro idiota que después tendría que buscar! ¡Así que dejan de creerse inteligentes y solo coman hasta satisfacer sus cerdos estómagos! ¡Y espero que, con sus necesidades fisiológicas cubiertas, podamos llegar a buenos acuerdos!

Estoy presente ante un debate del cual no tengo la mínima idea de lo que ocurre. Mi filosofía era simplemente que, si podía, matara a cualquier estorbo que se interpusiera frente a lo que yo quería. Torturar... matar... me provocaba cierto placer. Pero parece que eso no es rentable de hacer para mi maestro.

Él conserva la calma en el momento adecuado. Solo recurre a la violencia cuando tiene que ejercer autoridad. Y parece únicamente llamarme la atención cuando detecta una inconsistencia en mí o una falla, sin llegar a gritarme o a tocarme un pelo.

Ahora... con unas cuantas palabras... sin levantar siquiera algo afilado, ha logrado controlar a estos intimidantes hombres en cólera, mientras yo... puedo comer tranquilo esta Cajita Feliz y esta malteada, algo que en mucho tiempo no me había permitido.

--Entonces, queridos invitados... coman, beban. Y hemos de dar comienzo a la reunión que decidirá el futuro del gobierno terrestre.

Darth Sidious...

Muchos te llaman demonio, Emperador Maldito, Apóstol de la Oscuridad...

Pero creo, sin importar lo que hayas hecho, que tienes mucho de lo que alguna vez hubiera deseado que alguien tuviese conmigo. Eres todo lo que yo quisiera llegar a ser...

Desearía tener a alguien de Hogwarts frente a mí para preguntar, si esto... es lo que se siente que alguien te proteja.

Si esto es... lo que se siente poder hacer lo que quieras con poder absoluto.

Si esto es lo que se siente... tener un poco de tranquilidad en tu vida.

Heartstopper  ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora