Heartstopper Apocalipsis

Parte 61 .- Ben Hope (de Slytherin) - Confesiones

         --¡Les diré lo que va a pasar queridos amigos! ¡Todos ustedes...! ¡Le darán un último adiós a sus familias! ¡Todos sin excepción! ¡Los abrazarán por última vez antes de cerrar los ojos para siempre! ¡Antes de que sus seres queridos dejen de respirar también! ¡Sin embargo...! –interrumpe Darth Sidious su mofa hacia esta gente, mientras juega con sus dedos, contorsionándolos en un ángulo monstruosamente inhumano--. ...hay una forma en que ustedes pueden salvar a su esposa e hijos.

La lluvia emerge desde el cielo, golpeando los edificios y el piso de forma irascible, llevando los mechones de mi cabello a cubrirme la cara, humedeciendo mi corbata y colándose entre mis zapatos.

--¡Uno por uno...! ¡Escucharon bien! ¡Uno por uno...! ¡Van a confesar ante las cámaras del mundo! ¡Confesar... lo que han hecho a espaldas de sus seguidores! ¡Su gente sabrá lo que han hecho a sus espaldas sin censura alguna! ¡Y para asegurarme que esto último se cumpla...! ¡Aquel que confiese el peor pecado...! ¡Aquel que confiese el acto más atroz que se pueda cometer a una persona...! ¡Va a salvar a su familia!

El hombre de azul, el moderador, trata de liberarse de sus ataduras, sin éxito alguno. No está tratando de escapar. Lo sé porque sus rodillas solo buscan empujarlo hacia su familia, raspándose con las impiadosas rocas en el suelo, enfriándose con los charcos de agua.

--¡Lo repetiré! ¡Aquel que desde el fondo de su retorcido corazón le cuente al mundo el peor delito de entre todos...! ¡Salvará a su familia del beso del Dementor! ¡Y ahora...! Comencemos con usted... Ministro de Relaciones Exteriores de China.

Darth Sidious tira de la camisa del hombre de lentes, lanzándolo al escenario frente a los reporteros, quienes prefieren mantenerse a la distancia de la escena, sin dar un paso atrás para disimular la morbosa atracción por la escena, pero sin dar un paso hacia adelante para ayudar.

El hombre de lentes voltea a ver a su esposa, tratando yo creo... de memorizar su rostro por última vez, aquel rostro que lo mira con amor y admiración.

--Dr. Leonard Yeoh. Mi pueblo sabe quién soy. No hay algo que yo oculte, más allá de los actos deshonestos que ya conocen. El desvío de recursos públicos a mi comodidad es algo que me ha caracterizado –declara sin rodeos, con determinación, apostando a la salvación de su familia.

--¡Oh! ¡La deshonestidad puede ser considerado un crímen considerable, no para mi gusto, claro! No obstante... ¡Tus pensamientos se vuelcan hacia un evento... en particular! ¡No! ¡A un conjunto de eventos! Dime tus pecados, hijo mío –se arrodilla junto a él Darth Sidious--. A no ser que... prefieras que tu familia...

El apóstol gira sus dedos hacia la mujer y niños vestidos de blanco, haciendo que su piel se torne en azul de manera casi inmediata, todos respirando de una manera tan agónica como si el aire que llega a sus pulmones estuviera contaminado por una corrosión inimaginable.

-¡Emperador! ¡Usted dijo que...! ¡He confesado mi pecado! ¡Yo he confesado! –veo la sinceridad en los ojos del hombre, oigo la verdad en su súplica.

Sé que he ayudado al apóstol. Sé que trabajé duro en Hogwarts y como un renegado fuera de la Ley Mágica para traer a lo que yo creía era un líder sabio para nosotros. Creí que estaba preparado para las consecuencias que esto conllevaría; pero esto ya es demasiado.

Torturar. Burlarse del sufrimiento ajeno. Jugar con los desesperados intentos de los demás por sobrevivir. Esto... ya es demasiado.

--No me parece que estés diciendo la verdad, querido –responde sofocando con su poder aún más a los inocentes.

Quiero acercarme. Algo me impulsa a ayudar a esta gente. Lo que mi maestro está haciendo es algo que siento está cruzando un límite. Yo no entiendo, no fue por esto que he seguido sus enseñanzas. Se suponía que enseñaríamos al mundo nuevas cosas, algo más allá de su visión. Nunca estuvo en los planes divertirnos con el sufrimiento de los demás en esta magnitud.