Parte 14.- Harry Greene Z (Planeta Zombi) - Establo

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Los dragones del famoso Draco están con la vista clavada en el establo, creo que algo importante pasa ahí dentro. Incluso mi atención se distrajo un momento de la maleta que Neville Longbottom nos prestó.

Desde aquí logra olerse la pestilencia de las heces del pegaso negro y los dragones. Nunca me imaginé que animales de fantasía que uno sueña con montar, hicieran montañas de excremento tan monumentales.

--¿Entonces crees que aquí dentro haya algo para volarle el trasero a ese tal Darth Sidious? –me pregunta mi otro yo de este universo.

--Estoy seguro que sí Mini-Me. Con tu magia, mi bláster y lo que sea que guarde el profe Longbottom en esta maleta, verás que salvaremos al mundo. ¡Sí que sí!

El pequeño Harry Greene de Gryffindor (mi otro yo), me presta mucha atención. Es como si hubiera días en que quiere arrancarme la cabeza y días en que sus pupilas se dilatan para verme hablar. ¿Acaso soy un narcisista? Mmmmmmm ¡Nop! ¡Solo soy grandioso! ¡Y la versión más pequeña de mí lo sabe!

--Solo tenemos que preguntarle al profesor Malfoy lo que podemos usar.

--¡Hola par de dos! –el timbre vocal y el pleonasmo que usa para referirse y burlarse de nosotros hace que logre identificar muy fácil quién nos llama

--¡Ey tigre! –le susurro a mi pequeño Mini-Me--. Ahí viene tu novia –lo remato mientras el pequeñito comienza a ponerse rojo.

Samantha Brown trae consigo como cuatro o cinco botes de vino completamente vacíos. Su cabello castaño aún está húmedo, como si acabara de bañarse. Y parece que ha ganado un poco de músculo.

No sé desde cuándo. No sé si es porque la veo entrenar mucho con Tori Spring u otros alumnos. No sé si es porque se prepara para una guerra. Pero últimamente la encuentro...

--¿Está hermosa no? –susurra mi otro yo con el sudor casi escurriéndole por un rostro casi tan rojo como el tomate.

Sus tenis se hunden en el lodo con restos de paja. Se detiene delante de nosotros. Y el mundo también frena, igual que el tiempo.

--Ehhhh ¿Están bien los dos?

Y sin darme cuenta, las manos se me humedecen y mi camisa comienza a empaparse en...

--¿Oigan tienen calor? Los dos están sudando como puercos.

Y ni el Harry Greene de Gryffindor ni yo podemos emitir una sola palabra. ¡Maldita sea! ¿Tan difícil es hablarle a la chica que te gusta?

¡CRACK!

Se oye detrás de nosotros un par de cristales rompiéndose. ¡Uf! Salvado por la campana. Pero aun así, llaman la atención los gritos ahí dentro, la voz de... ¿Charlie Spring?

--¡¿Cachorrito?! ¡¿Es en serio?! ¡¿Quiere decir que soy tan debilucho que estas cosas no me consideran una amenaza?!

--Bueno hijo... es la explicación más...

El dragón Rotur aparta su ala para dejarnos pasar. Y ahí, vemos desde la puerta cómo el profesor Draco trata de calmar al pequeño Charlie Slytherin.

--¡¿Entonces no soy más que una estúpida mascota?! ¡¿Para esos basiliscos?! ¡¿Para todos ustedes?! ¿¡Acaso soy tan indefenso?!

--Amigo, no...

--¡Niégamelo Elle! ¡Todos siempre me cuidan! ¡Supongo que es porque no soy más que una tonta mascota! ¡No es justo! ¡Siempre me la paso practicando! ¡Me la paso simulando combates mágicos! ¡Trato de conjurar mi patronus otra vez! ¡Y el fruto de tanto entrenamiento...! ¡¿Es que los basiliscos me consideren su mascota?!

El muchachito grita y menea los brazos. Debo admitir que me siento mal por reírme, pero incluso su rabieta me parece tierna. Como si un gatito estuviera peleando. Creo que por eso antes de conocerlo, el Charlie de mi universo (Charlie Z), me parecía una presa fácil para entretenerme un rato. Nunca había visto las cosas de esta forma. 

Heartstopper  ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora