Parte 36.- Charlie Spring (Darth Kairyum) - El arma definitiva

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--Revelio... --susurra Mcgonagall pasando su palma sobre una de las paredes de piedra de su oficina.

--Revelio... --refuerza Ron Weasley el encantamiento.

--Revelio... --añade Hermione Granger.

Los tabiques se desplazan de forma giratoria el uno sobre el otro, dando el aspecto de una cortina de piedra. La estructura cruje como si protestara por lo que está a punto de revelar. Un olor extraño, en extremo ácido, es soplado hacia mi rostro por este extraño escondite.

La pequeña acromántula en el hombro del centauro usa sus patas para cubrir sus ojos. Y parece comenzar a temblar.

Lo que sea que se esconde aquí, parece que es temido incluso por ellos. Me sorprende que revelen este secreto frente a Zaryk y Ariel cuando apenas acabamos de conocerlos, por lo que asumo que Mcgonagall debe estar desesperada por acabar con Sidious.

--Chicos --se dirige Draco a nosotros mientras se acerca al interior de esta puerta--. Este armario ha permanecido cerrado desde hace muchos años. El uso de esta arma está prohibido por las leyes mágicas.

Frente a nosotros, emergen extraños polígonos amarillentos con manchas negras, parecidos a la roca. Algunos más o menos cuadrangulares están acomodados de manera ordenada en las repisas superiores.

Hay otros trozos, mucho más afilados, contenidos en frascos de vidrio, colocados en las repisas inferiores.

--Por el peligro que este veneno implica, y debido a que ya no existe un fénix cerca que pueda curarlo, lo hemos guardado como último recurso al buscar una cura para el virus Blackwing –Malfoy sujeta entre sus manos un frasco, cuyo contenido tiene una forma muy peculiar--. La sustancia es tan poderosa que destruyó los horrocruxes de Voldemort; por lo que estamos seguros matará al patógeno zombi y... a todo el tejido vivo que lo acompañe.

Es una especie de... colmillo. Tiene un discreto brillo verdoso recorriendo cada una de sus ranuras amarillentas. Siento... algo extraño. Algo dentro de mí grita con todas sus fuerzas que debo alejarme esta cosa, que mis dedos no deben ni rozar su tejido.

--La sustancia en la estructura ósea es tan corrosiva que soy incapaz de analizarla. ¡Sí! ¡Analizarla! – Incluso Nova toma cierta distancia de esta cosa.

--Nick...

--Char... también siento su poder. ¿Qué es esto?

La luz penetra en este escondite, deslumbrándonos con algo que no esperábamos pudiesen guardar en este castillo. Es un cráneo... el cráneo de una criatura, parecida a un dragón, que me supera en tamaño por metros.

En cada fragmento amarillento, este color verde esmeralda aún brilla. Y conforme mayor es el tamaño de sus huesos, las midiclorias en nuestro cuerpo parecen suplicar por clemencia.

--Es un basilisco, querido Jedi, la criatura cuyo veneno es el más peligroso que existe. No importa la dosis, la más mínima porción asesinaría a cualquier ser viviente. Tuvimos que retirar su esqueleto de la Cámara de los Secretos para evitar cualquier accidente. Y dado que era peligroso mantener el cadáver de Voldemort y esta cosa en el mismo lugar, decidimos guardar los restos aquí en Hogwarts –explica Hermione

--¿Guardan cosas tan peligrosas para los alumnos como ésta...? ¿En una escuela? ¿Y por qué nos ocultaron esto hasta ahora? Si el veneno es tan poderoso como dicen, podríamos haberlo considerado en múltiples estrategias contra Palpatine.

--Porque les reitero que la única cura que existe para esto, ya no está a nuestro alcance; pues el fénix de Dumbledore ha cortado todo lazo con nosotros desde hace tiempo. Muchachos por favor, deben ser muy cuidadosos al manejar esta arma –Draco entrega el frasco con el colmillo a Nick, procurando no tocarse ninguna parte del cuerpo después de ello--. Debo admitir que hoy por la mañana fui muy impertinente al dejar que algunos estudiantes siquiera se acercaran a dos basiliscos vivos, pero no puedo permitirme morir ya que nadie más conoce el veneno tan bien como yo.

--¿Los bebés que te autoricé a criar... están en el castillo? –el tono de la ministra es más de incógnita que de enojo, pues creo que ella también se siente aprisionada.

--Están resguardados. Hermione... debes entender que son los únicos capaces de producir el veneno de manera líquida. Si este esqueleto sirviera de algo para pociones o... lo que sea, no te habría solicitado permiso para criar estos animales. Estoy seguro que esto podría matar todo el tejido y el virus en el interior del Emperador.

--¡Pero sigue sin ser una cura! –interrumpe Mcgonagall--. No podemos dispersar veneno de basilisco entre los infectados.

Sospecho que de vez en cuando, esta gente tiene mucho talento para decir las cosas que parecen obvias. Pero hemos pensado tanto, que nos hemos desesperado. Nova ha corrido simulaciones con tantas pociones e ingredientes mágicos, y para nuestro infortunio, ninguno parecía funcionar como un antiviral efectivo.

--Es por ello, directora, que la única esperanza consistiría en convertir el veneno en algo que no sea tóxico para los humanos, pero que fuere igual de letal para el virus Blackwing. Se suponía empezaría a trabajar en eso junto a Neville y Herin el día de hoy.

Nick mira el colmillo en el interior del frasco una vez más. Con los maleficios asesinos de los magos habiendo fallado contra Darth Sidious, así como su aparente capacidad de regeneración, es claro que matarlo con un sable de luz podría no resultar del todo factible. Esta oportunidad... tal vez sea la única con la que podamos contar. Sí... la única.

¡BAM! ¡BAM!...

¡BAM! ¡BAM!...

--Pero qué... ¿explosiones? –pregunta Draco--. Pero, el sistema de alarmas no...

Nick da un paso al frente, dirigiendo su mirada hacia la puerta protegida por el encantamiento de Hermione.

--No es Palpatine... --dice cerrando los ojos--. Parece que hay un disturbio... en La fuerza. El Lado Oscuro...


Heartstopper  ApocalipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora