Heartstopper Apocalipsis

Parte 26.- Harry Greene (de Gryffindor) -- Impulsividad

Draco está muy emocionado por las noticias que recibimos de los centauros. Lo sé porque él acostumbra a ser muy cuidadoso cuando se trata de asuntos delicados.

Aunque "cautela" no sería un término que alguien emplearía para describir el momento en el que reveló información que podría ser super confidencial frente a toda la escuela.

Haber casi gritado que existían "buenas noticias" en pleno desayuno del Gran Comedor y en momentos en que no vemos más que muerte y destrucción en las noticias, no fue muy inteligente de su parte.

Los alumnos comenzaron a levantarse de sus mesas para acercarse; los vasos de jugo de naranja se estrellaban contra el suelo por los múltiples descuidos, los hot cakes terminaban siendo pisados por múltiples zapatos de gente loca que solo quería escuchar más de cerca a los centauros y a Draco, mientras a sus espaldas, Samantha, Elle, Tao, yo y mi otro yo, somos ignorados y empujados por la masa viviente de alumnos desesperados.

--¡Todos apártense! ¡Ya! ¡Apártense! –Mcgonagall usa su varita para apartar a todos los que le estorban, abriéndose paso hasta los notificadores--. ¡Por favor explíquenme de qué se trata toda esta locura!

El centauro Zaryk inclina una de sus patas delanteras para arrodillarse formalmente ante la directora.

--Os saludo, Minerva Mcgonagall, directora de Hogwarts. De la manera más humilde, he venido a solicitar el apoyo de este castillo. Los rumores indican que pronto el bosque ya no será un lugar seguro para centauros, gigantes o cualquier criatura mágica, pues se especula que el ejército de Palpatine podría venir pronto tras la noticia que acabamos de recibir.

Los susurros entre los Hufflepuff y los Gryffindor comienzan. Slytherin, como las víboras que son, prefieren solo aislarse para hablar entre ellos. La escolta de aurores de Hermione Granger se acerca poco a poco a nosotros.

--Es de esta manera, honorable directora, que le imploramos pueda acogerse a nuestras familias y amigos en el interior de su castillo, así estaremos protegidos por su enorme escudo de energía morado. A cambio, os ofrecemos guardias las veinticuatro horas del día, seguridad para vuestros alumnos y un batallón de cincuenta guerreros a vuestra entera disposición.

Los aurores se miran los unos a los otros incrédulos. Darth Kairyum y el caballero Jedi solo se limitan a observar y escuchar desde lo lejos.

--Discúlpeme usted, noble guerrero –responde Mcgonagall--. Pero creo que existe una confusión. Hogwarts bien podría recibirlos, pero como se darán cuenta, apenas tenemos unos pocos aurores para defender el castillo. No podríamos brindarles la protección que solicitan si Sheev Palpatine decide atacarnos, no hay forma de enfrentarnos a él y su acorazado insignia.

--¡En eso se equivoca, su excelencia! –agrega la centauro Ariel mostrando un pergamino--. Esta mañana las acromántulas debían recibir esto, parece ser que los responsables no encontraron este importante pergamino en uno de sus escondites. Lo que contienen estas páginas, es muy importante.

Todos se callan.

No más murmullos.

No más especulaciones.

Los ojos de todos se postran sobre los centauros, para que también los oídos pudiesen apreciar en su entera capacidad, las palabras de Ariel:

--Este pergamino contiene información relevante su excelencia, información que puede ayudarnos a destruir la nave insignia de estos invasores, así como la posibilidad de darle muerte a este demonio. Por lo que, lo único que puedo decir ante vosotros es una cosa: Todo va a estar bien, amigos míos.