Heartstopper Apocalipsis

Parte 45 .- Ben Hope (de Slytherin) - Disparos

Darth Sidious...

La primera vez que oí su nombre, pensé que se trataba de algún anagrama inventado, igual que Lord Voldemort. El nombre se escuchaba de lo más cool que alguien podría pronunciar.

--Presidente Garald Pavlov. Tiene usted la palabra.

--Asumo que entre las exigencias que sus "acuerdos" tienen para con nosotros, implica el uso de nuestros recursos naturales. Debo reafirmar la postura, que Rusia no compartirá más del cinco por ciento de sus recursos no renovables.

La carne de los platillos servidos ante ellos se enfría, al igual que la ensalada comienza a perder humedad, mientras las bebidas se templan.

--Señor presidente, por favor, no es necesario que nos alteremos de esa manera –responde mi maestro cortando su carne con el cuchillo--. No estoy interesado en sus fuentes de energía tan primitivas, sin embargo... estoy más que interesado en su ciencia: la fisión del átomo de deuterio bombardeándolo con átomos de uranio crea una fuente de energía más que magnífica. Tienen mi completa admiración. Han logrado derribar a tres de mis Destructores Estelares con tan solo tres de esas... "Bombas de hidrógeno".

--¡De ninguna forma tendrá acceso a nuestros conocimientos de física nuclear ni mucho menos a la tecnología producida por ellos! ¡Ni tampoco anexará al ejército estadounidense a esa ridícula armada de Stormtroopers! –responde el hombre con la insignia que tiene rayas y estrellas en su pecho.

--¡Oiga! ¡Presidente Miller! ¡No es su turno de hablar! –interrumpe el moderador de saco azul marino.

Si Darth Sidious me hubiese encargado a mí esta negociación, creo que hubiese sido un total desastre. Creí que las conversaciones políticas se arreglaban solo con ver quién tenía más armas o quién tenía la razón. Estaba equivocado.

Le doy una mordida a mi hamburguesa mientras veo a mi maestro mirar con sus dedos entrelazados a esos hombres que tratan de intimidarlo, algo que conmigo ya están consiguiendo.

--Será un intercambio justo –insiste el Apóstol oscuro--. Una porción mínima de sus recursos, conocimiento, mano de obra y personal militar a cambio de protección y supervisión por parte del Imperio Galáctico. Les brindaré tecnología como jamás la han imaginado: naves que pueden cruzar todo el sistema solar en el equivalente a una hora terrestre, armas que pueden pulverizar planetas enteros, fuentes de energía inagotables, medicinas para enfermedades celulares y droides protocolo para tareas asistenciales que su personal no puede realizar.

--¡No! ¡Definitivamente no! ¡¿Tiene la más mínima idea de lo que dice?! –interrumpe el hombre de ojos rasgados--. ¡La transición tecnológica interplanetaria dejaría sin energía a la Tierra por meses! ¡Cerca de dos tercios de nuestra población mundial moriría mientras hacemos una reconexión de los sistemas de suministro!

--¡Si su idea era que confiáramos en usted, lo hizo de una manera de verdad absurda! ¡Llegar con una flota de naves y dispersar un virus con tasa de mortalidad de más de ochenta personas por cada cien habitantes no hace más que minar nuestra confianza en usted!

Estoy sorprendido. Darth Sidious no ha perdido la compostura. Solo se mantiene serio y escucha. No hay ni el más mínimo indicador de miedo en él.

En cambio, el sudor escurre por la frente de esos hombres. Los guardaespaldas tras de ellos, han perdido ya la posición firme, colocando discretamente sus dedos en el gatillo.

--¡Prometí entregarle información sobre la comunidad mágica y Hermione Granger si cesaba el daño a Inglaterra! ¡Pero su reciente represalia hacia la comunidad de Little Whinging ha esclarecido mi criterio! ¡Y mi respuesta final es que no tendrá ninguna firma de mi parte...! –la respiración del primer ministro ingles se entrecorta, su rostro se pone rojo--. ¡No tendrá ninguna firma de ninguno de nosotros! ¡Ninguna firma!