Heartstopper Apocalipsis

Parte 68.- Ben Hope (de Slytherin) - El poder de La Fuerza, en un mago.

Hermione Granger no me ha dirigido una sola palabra desde que Lord Sidious volvió a ponerse de pie; noto el ligero temblor en la varita con la que me apunta, para después volver a tratar de afirmar su pulso y repetir ese ciclo. No la culpo. Si mi maestro fuera mi adversario a muerte, yo ya hubiese dado el combate por perdido.

Aunque, estoy muy impresionado de lo hábil que es esta versión de Charlie Spring. Jamás creí ver tanta agilidad y agresividad en el cuerpo y el rostro de mi pequeño Slytherin.

Alejó con un solo ataque a todos los Dementores cercanos, al grado en que ninguno se acerca. Y ahora, combate con fiereza.

El ataque en forma de puñalada es perfectamente desviado con una defensa lateral; Darth Kairyum retoma posición, y usando la punta del pie para impulsar su ataque y una rotación de cadera discreta, golpea con una patada en una de las piernas de Palpatine usando su espinilla que se nota ha sido entrenada hasta fracturarse. La rodilla de mi maestro se contorsiona hacia dentro, escuchándose los huesos rotos en pedazos que dejó ese ataque físico.

Está haciéndole frente...

Charlie Spring puede hacerle frente al Emperador. Es impresionante. Porque en lo que me contó de sus experiencias en este mundo, Hermione Granger y Hellen Myers no pudieron hacer nada en su contra.

Los duelistas permanecen quietos un momento...

Kairyum permanece con ambos brazos levantados y su sable listo para ejecutar un ataque descendente...

Y mi maestro, apuntando su arma al pecho de su oponente...

Ambos piensan un momento...

Y atacan.

Los sables de luz chocan otra vez en una milésima de segundo. Golpeándose en esta ocasión con tanta fuerza que una onda expansiva llega hasta mi rostro.

Ofensivas fallidas y defensas rotas. La fuerza de ataque de estos dos es inalcanzable.

Es entonces que viene el primer contraataque de Darth Sidious.

Tras golpear un sable carmesí contra el otro, Palpatine desliza de manera sutil la hoja de su espada de modo que su brazo se entrelaza por un instante con el de su oponente, evitando cualquier posible escapatoria; la trayectoria del ataque de Kairyum pierde certeza, siendo entonces que el Emperador logra asestar un fuerte puñetazo en el costado de Charlie.

--¡Hermione! ¡No sueltes a Ben! ¡Necesitamos interrogarlo! ¡No te preocupes por mí!

Pero después de ese golpe que provocó el crujido de varias costillas, era imposible que la ministra no titubeara por un instante en dejarme libre para ir a ayudar a su compañero.

¡Ni pienses en moverte niña! –grita Lord Sidious a Granger--. Tus ataques son el triple de lentos que los de él. Podía ver venir tus hechizos con segundos de anticipación la última vez que peleamos.

Palpatine retrocede un poco, esta vez bajando su sable de luz y aparentemente cada una de sus defensas. Si eres un combatiente cuerpo a cuerpo, un duelista mágico o un tirador incluso, ese podría considerarse uno de los peores errores que puedes cometer durante un enfrentamiento.

Eso se consideraría una falta de respeto en muchos lugares. Subestimar a tu enemigo, confiarte, ser arrogante...

Pero no con Darth Sidious. Esa postura... esa mirada... el que haya bajado su espada de esa manera significa una sola cosa. Al haber medido a su oponente, está listo para el siguiente tipo de confrontación: El terror psicológico.

Y lo que puedo decir por lo que observé ahí dentro, cuando obligó a todos los políticos de la ONU a consumir carne humana a sabiendas de que podría o no tratarse de sus familiares, lo único que puedo decir... es que el chico que ahora se enfrenta valientemente a mi maestro, está más que jodido.

--¡Señorita Granger...! –me dirijo a mi captora, sin intentar yo recurrir a mi varita o cualquier tipo de arma tangible. Intento entonces recordar las enseñanzas... canalizar... toda esa energía que antes ponía en mis herramientas... directo en la palma de mi mano--. Quiero que sepa que es un verdadero honor. Pero tal vez... y solo tal vez... nuestra batalla será corta, y no terminará como usted desea.

Ocurre en un momento.

Tomo mi elección.

También he de comenzar mi batalla contra esta mujer con años de experiencia mágica.

Desvío la varita que apuntaba a mi cuello usando un rápido movimiento en mi mano. El poder se concentra en mi palma... y entonces... lo libero en una fracción de segundo.

El brazo de la ministra es empujado por una fuerza levitatoria que no emerge de ningún arma mágica. Solo... de la palma de mi mano.

Entonces... esto es el empujón de La Fuerza.

--¡Incarcero! –grita la ministra haciendo que unas oxidadas cadenas de acero envueltas en un aura blanca envuelvan mis pies y manos.

Son rápidas... pero antes que pueda terminar...

Dos de mis dedos apuntan hacia ella, lo cual me permite concentrar el poder en las yemas, hasta que se condensa en pequeños chispazos que despiden electricidad.

Y ataco nuevamente.

Dos relámpagos color verde salen de mis dedos casi aprisionados, hasta que impactan directo en la pierna de mi adversaria. La energía recorre el cuerpo de la mujer igual que dos serpientes enfurecidas, provocándole un inmenso dolor que hace que rompa la concentración con su hechizo.

Y todo esto... sin que siquiera yo empuñe mi varita.

Entonces esto es... el poder de las midiclorias que mencionó Darth Sidious.

Esto es... el poder de La Fuerza usada por un mago.

¡Y me fascina!