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Eva's pov.

Era bastante conveniente que la luz se haya ido justo en ese momento. Intenté buscar la mirada de Enzo en la oscuridad pero sólo lo encontré en el momento en que prendió la linterna de su celular. Reaccionamos y nos acercamos a la puerta viendo que era un corte general, bufé con molestia e intenté caminar sin golpearme para buscar mi celular.

—¿Querés que lo llame al Juli? — Preguntó mirando el celular seguramente buscando el número de Julián.

—Nah, mejor juntamos todo y nos vamos a dormir. — Respondí rápidamente y empecé a levantar las cosas de la mesa mientras él dejaba el celular boca abajo para alumbrar con la linterna. — ¿Puede ser que justo hoy corten la luz?

Rezongué sin esperar una respuesta, Enzo se rio de mi comentario y las puteadas que le dediqué al gobierno y sus ganas de arruinarle la noche a la gente. Enzo me ayudó a lavar los platos, yo lavaba y él sacaba, me ayudaba bastante ya que no veía mucho por la falta de luz.

—Te salvó el que se cortará la luz. — Dijo Enzo dejándome confundida, volteé a mirarlo con inocencia.

—¿Qué?

—Aunque se cortó la luz pude ver que estabas toda roja, la próxima no te salvas del descanso, Álvarez. — Me reí debido a que tenía toda la razón, el calor no había bajado de mi cara y probablemente seguía roja por lo que había pasado hace un ratito.

Me mantuve en silencio, al terminar de lavar y secar todo, subí a la habitación como pude y me cambié en mi baño junto con la linterna del celular. Enzo entró en la habitación después de un tiempo con una sábana y una almohada de la otra habitación.

—Si querés podes dormir en la cama. — Lo miré esperando la misma sonrisa que hace un rato me había dado. Todo lo que decía parecía malpensarlo. — Es para que después no te duela todo.

—Y yo que pensaba que todos los Álvarez eran tímidos. — Soltó las cosas que tenía en las manos y se acostó mientras se reía.

Enzo había agarrado mucho confianza conmigo desde que llegó a la casa, yo no me quedaba atrás sacando el hecho de que me parecía lindo y que capaz le tenía un poco de ganas. Los dos nos quedamos mirando al techo, la charla surgió y empezamos a hablar en la oscuridad sin mirarnos entre nosotros.

—Para mí, Argentina gana el próximo mundial. — Dijo culminando la conversación de teorías que habíamos creado. — Vi una teoría que decía que cuando Maradona levantó la copa estaba señalando la bandera de Qatar.

—¿Te gustaría que te convoquen para jugar en el mundial? — Pregunté sabiendo lo obvia que sería la respuesta de él. 

—Me gustaría, pero más me gustaría jugarlo con el Juli. — Respondió con un brazo abajo de su nuca y todavía mirando al techo.

A este punto yo sólo tenía la vista en él, la luz de la luna que alumbraba desde mi ventana me dejaba verlo con claridad y poco a poco iba cayendo por sus palabras, sus anécdotas y como incluía en todas a Oli, también en varias a Julián. Suspiraba al escucharlo hablar, si era por mí, prefería escucharlo hablar toda la noche antes de poder dormir.

Continuó con sus anécdotas con mi hermano en River, eran muy unidos y eso explicaba el por qué mi hermano no dudó ni dos segundos en dejarlo quedarse en su casa. En cierta forma amaba la presencia de Enzo y Oli en la casa, Julián normalmente no estaba por los entrenamientos y me quedaba sola sin saber que hacer, todavía estaba de vacaciones antes de empezar la facultad y no tenía muchas cosas para hacer, además de que mis amigas estaban de vacaciones en diferentes partes.

𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora