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dandelions.

Eva's pov.

Me desplomé en mi cama al llegar a la habitación, seguía sin creer todo lo que había vivido hace un par de horas, Enzo me había pedido matrimonio de la manera más romántica y linda que podía existir, sólo podía pensar en todo lo que sentí en ese momento frente al mar, tenía un peso bastante importante en nuestra historia y siempre estaba presente. Suspiré con una sonrisa mientras miraba al techo, me sentía la mujer más afortunada del mundo por ser la prometida de Enzo Fernández, el 24 de la selección argentina.

—Permiso... — La voz de Julián se escuchó por el pasillo de la puerta y corrió hacia donde me encontraba. — ¡Felicidades! — Se tiró encima de mí con una sonrisa y me abrazó.

—Gracias, por todo. — Lo miré a los ojos viendo como los de él se ponían rojos.

Jamás había visto llorar a Julián, mi corazón se achicó al verlo de esa manera y sabía que se ponía así por alegría, lo abracé más fuerte sintiendo sus lágrimas en mi hombro, terminamos los dos llorando como nenes.

—Me hiciste llorar otra vez , tarado. — Golpeé su brazo en forma de juego y sequé mis lágrimas con el dorso de mi mano.

—Sólo quiero que sepas que estoy muy feliz por los dos. — Me dio un beso en la cabeza y se fue sin decir nada más. — Y quiero ser tío por segunda vez, así que activen el trámite.

Me señaló antes de salir de la habitación completamente con una carcajada, negué con la cabeza varias veces y miré hacia el anillo nuevamente, notando el detalle que decía: "E+E". Sentía una emoción única al sentir el amor de Enzo, los chicos me dijeron que era bastante afortunada, Enzo nunca había sido detallista con nadie.

—¿Querés empezar hoy con el trámite? — La voz de Enzo me asustó y se acercó a mí cerrando la puerta detrás de él.

—Vení acá. — Reí por su comentario y lo abracé en un beso, sus manos se adueñaron de mi cintura y se sentó a mí lado.

—Pensé que me ibas a decir que no. — Acarició mi pelo mientras me clavaba la mirada firme.

—¿Por qué?

—Por el tiempo, nosotros no estamos hace mucho. — Dijo alzando los hombros con inocencia.

—Cuando hay amor de verdad no importa el tiempo. — Después de decir eso, dejé un beso en sus labios corto y me levanté dispuesta a ir al baño.

Enzo miró cada paso que hacía hasta que me encerré en el baño, me sentía plena al saber que ya no habría conflictos entre nosotros y que todo estaba aclarado, estaba loca por él y todavía no caía que me iba a casar. Comencé a pensar en el futuro mientras abría la ducha para adentrarme a la bañera, puse música y me relaje al entrar con lentitud al agua fría.

Entró un rato después y se sentó a mi lado en el borde de la bañera, pasó su mano por mi espalda con lentitud y escurrió la esponja en ella. Le sonreí dándole a entender que me encantaba está parte de él, atento y cariñoso.

—Te amo. — Susurré mirándolo a los ojos y este sonrió.

—Te amo. — Susurró poco audible y dejó un beso en mi frente.

Me sentía protegida con él, era el único que me hacía sentir así de viva.

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Enzo's pov.

El partido contra Australia comenzó, estábamos bastante nerviosos por el resultado ya que nos dejaría pasar a cuartos de final, el capitán nos llamó para la arenga antes del primer tiempo y decidí frenar a Lisandro.

—Gracias por haber asistido ayer. — Dije palmeando su espalda, este sonrió a medias y asintió sin nada más que decir.

Messi comenzó la arenga con muchas palabras de aliento, lo admiraba tanto y quería ser como él algún día de mi vida. Teníamos fe, sabíamos que con esfuerzo y dedicación, podíamos llegar a la final y capaz también, ganar el mundial.

Salimos a la cancha bastante ilusionados y pronto pude divisar a Olivia con Eva en la tribuna, sonreí y las saludé al momento de verlas, me encaminé hacia la cancha y armaron la alineación.

El partido surgió normal, íbamos 2 - 0 y con ventaja, Nico Otamendi me alentó bastante en la cancha ya que era el capitán del Benfica y me trataba como a un hijo después de todo. Sin embargo, por un error, el resultado se convirtió en 2 - 1 dando la ventaja a Argentina con un punto a favor, pasamos a cuartos de final con el equipo más unido que nunca.

Eva y Olivia bajaron de la tribuna corriendo hacia donde estaba yo junto a Julián, me abrazaron y le di un beso en los labios a Eva, su presencia en la cancha me hacía jugar de otra manera, rogaba a que siempre que jugará ella estuviera ahí.

—Mañana nos casamos. — Le dije con una sonrisa y las abracé a ambas dejando sorprendida a Eva.

—¿Mañana? — Se emocionó y sonrió abrazandome nuevamente.

Eva era mi mundo desde que apareció en mi vida, era el motor que me mantenía fuerte junto a Oli, quizás al público no le gustaba mucho que saliera con la hermana de mi mejor amigo pero, ¿A quién le importaba lo que pensaba el público?, yo amaba a la persona que me ayudó en mi momento más difícil. Con el tiempo aprendí que ella se fue con Julián porque lo necesitaba, ella tenía que cerrar esa deuda con su hermano y fui muy egoísta en ese momento.

Reconozco haber sido un inmaduro y que quizás no tomé en cuenta la historia de ellos, todo lo que pasó fue por algo, a pesar de las peleas y como ambos nos rompimos el corazón mutuamente, terminamos juntos, el destino lo había decidido así. Por otro lado, sentía que Valu me había mandado a la mejor mujer para seguir adelante, sentía que ella desde su fuerza me guío hasta Eva, la mujer que encaja perfectamente en mi vida.

—¡Mañana nos casamos! — Grité con alegría y los chicos se acercaron con felicidad a saltar al rededor de nosotros.

Alcé a Oli a upa y comencé a saltar con ella, la felicidad de mi hija al estar en los brazos de Eva me decía todo, ella era la indicada y está vez no me había equivocado en mi elección. Besé a Eva nuevamente y Olivia se abrazó a mí cuello mientras reía, la hinchada argentina de fondo gritaba debido a la victoria y la emoción se apoderó de mi cuerpo.

—Sos lo mejor que me pasó. — Susurré en sus labios con la mirada en sus ojos, sus hermosos ojos marrones.

Ella sonrió dejándome más tonto de lo que yo ya estaba por ella.

𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora