𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©

O39

golden hour.

Eva's pov.

Quedaban minutos para que empezará el partido contra Croacia, estaba un poco resfriada ya que ayer nos quedamos bajo la lluvia con Enzo pensando que era buena idea. Lo disfruté bastante y pude ver ese lado de Enzo que siempre intenta esconder por vergüenza, ahora él estaba con su uniforme de la selección mientras jugaba con Olivia en sus piernas.

Ambos se divertían entre ellos y yo sólo esperaba a que él partido fuera de la mejor manera posible, rogaba pasar a la final para por fin romper con la maldición que nuestro capi tuviera su gran victoria. Miré a cada uno de los chicos junto a sus familias, estaban igual de nerviosos que yo por enfrentarse a aquel equipo que una vez nos metió 3 goles.

De repente, empecé a marearme con rapidez y sentía unas terribles ganas de vomitar, Oriana estaba a mí lado por las dudas de que pasara algo así pero en ese momento estaba sola con Enzo, no podía enterarse todavía.

—¿Te sentís bien, gorda? — Preguntó  Enzo con preocupación e intentó mirarme a los ojos.

Asentí tratando de disimular pero claramente se notaba que estaba blanca del mareo y que no aguantaría mucho al vomitar, me levanté del asiento y corrí lo más que pude hasta el baño. Últimamente presenciaba esos síntomas y los detestaba, no podía comer bien ya que siempre terminaba vomitando, intentaba que Enzo no se dieta cuenta pero creo que hoy lo había hecho bastante evidente.

—¿Gorda? — Su voz se hizo presente desde afuera de los baños, lo que menos quería era preocuparlo antes del partido y justamente, eso estaba haciendo. — ¿Querés que te lleve al hotel?

—No, no, vos tenes que jugar ahora. — Respondí como pude y salí del divisor para lavarme como podía la boca en el lavatorio.

—Pero hay tiempo todavía. — Me miró muy asustado al verme salir mientras me agarraba de la pared.

—Tranqui, andá con los chicos que ahora tenés que salir. — Dije tratando de calmarlo, Oriana se acercó corriendo hacia mí y me agarró como pudo tratando de disimular.

Caminamos como pudimos hacia la tribuna especial para los familiares mientras Caro llevaba a Oli en sus brazos. Cada vez se hacían más notorios los síntomas del embarazo y no sabía cuanto más podía ocultarlo, Julián casi lo revelaba con la prueba de embarazo, tuve que mentir diciendo la excusa más estúpida que se me ocurrió. Las chicas me pasaron una botella de agua mientras me acariciaban la espalda, el partido comenzó en poco tiempo y el bullicio hizo que mi cabeza doliera con fuerza.

—¿Querés volver? — Preguntó Ori viendo mi cara de dolor, negué decidida a ver el partido como pudiese.

—¿Qué le pasa a mami? — Olivia me miró y tocó mi hombro intentando sanarme a su manera.

—Vení Oli, mamá se siente mal. — Caro la agarró y la sentó en sus piernas para mirar el partido.

A este punto sentía que la cabeza se me iba a partir, a lo lejos vi a Enzo en la formación con la vista en donde estábamos nosotros. Me sentía mal por haberlo preocupado de esa manera y probablemente se había dado cuenta.

Quería morirme en ese momento.

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