𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©

O25

punto y aparte.

Eva's pov.

Ahí estaba yo, arrastrando a Enzo por la arena mientras rezongaba por la vergüenza que estaba pasando con los chicos, enojada era poco decir, quería que sintiera la vergüenza que yo sentí en el ese mismo momento. Llegamos a un lugar alejado de los chicos y me paré frente a él con los brazos cruzados, este parecía sorprendido por como había reaccionado.

—¿Qué te pasa Enzo?, ¿Estás loco? — Pregunté con bronca y lo miré a los ojos con furia, él sonrió nada más.

—Loco no estoy, yo veo bastante bien lo que pasa entres ustedes dos. — Dijo con una sonrisa cínica, mis ojos se llenaron de lágrimas de bronca.

—¿Qué te pasa? — Pregunté fuerte y sin rodeos.

—¿A vos qué te pasa? — Puso sus manos en sus caderas y se acercó a mi cara desafiante. — ¿De qué no me enteré?, los veo muy juntos.

—No tenes derecho a reclamar nada, vos estás con la tarada de Sofía. — Dije con un tono bastante fuerte y pareció dolerle. 

—Cuando vas a hablar de Sofía o de alguna novia mía, pensa que no es traicionera como vos, — Me señaló con una sonrisa burlona. — que te agarraste a mi mejor amigo.

—¿Te das cuenta de la pendejada que estas haciendo? — Pregunté irónica y me acerqué a su cara en modo de desafío.

—¡¿Vos te das cuenta de lo que vos me estas haciendo?! — Alzó la voz con bronca y se acercó más a mí.

Entregarte a una persona tiene sus consecuencias, tanto que saben hasta tu punto más débil.

—No voy a hablar con vos si me gritas. — Respondí tratando de irme pero me agarró de la muñeca devolviendome al mismo lugar.

—Me vas a escuchar, gritando o bajito, como sea. — Me solté de su agarré con brutalidad y puse mis manos en mi cintura desafiandolo.

—A ver. — Acerqué mi cara a la suya pero obviamente había distancia por la diferencia de altura.

—¿Sabes como estoy?, ¿Sabes hace cuanto que quiero decirte cosas?, hace meses, meses que estoy esperando decirte todo. — Se veía más alterado de lo normal, por un momento me asusté por su enojo. — Me vas a escuchar te guste o no.

—Para mí tampoco fue fácil, eh.

—¿No?, no parece, le agarraste la mano a Lisandro y te fuiste, bastante fácil la hiciste. — Me indigné al escuchar sus palabras.

—Que inútil que es hablar con vos.

—¡Claro, porqué yo soy un pendejo y él es adulto, ¿No?! — Quise irme pero comenzó a los gritos y hacer gestos con alteración. — Contame las diferencias que tenemos, hablemos de la intimidad también.

—¡Cállate que te van a escuchar los chicos! — Intenté maquillar el asunto como pude para no llamar la atención pero parecía ser imposible con Enzo.

—¡Que me escuchen, que sepan lo que me pasa! — Gritó aún más alterado que antes haciendo que me asuste. — ¡Tengo esto que me duele acá y hace meses que quiero hablar y no hablo!