O23

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as it was.

Eva's pov.

La victoria con Argentina no había llegado en el primer partido de la selección, habían anulado tres goles por offside y perdimos 2 - 1. La tristeza se sentía en el ambiente mientras Scaloni intentaba echarles ánimos a los jugadores para el próximo partido, si lo volvíamos a perder probablemente se acabe el sueño para todos.

Abracé a Julián en forma de apoyo por la pérdida y los demás fueron a entrenar lo que quedaba del día, se sabía que Scaloni les exigiría más de ahora en adelante. Mi vista estaba centrada en Enzo, como una idiota me lo quedé mirando por un rato largo, el uniforme de la selección le quedaba tan bien y de sólo verlo recordaba la noche en la que nos volvimos uno.

—¡Eva! — Gritó una voz femenina que no conocía, volteé viendo que se trataba de la nueva novia de Enzo que venía hacia mi con Oli en brazos.

—¿Hola? — Sonreí confundida y me entregó a Oli sin preguntar.

—Sé que vos y Enzo tienen mucha confianza así que te dejo a Oli. — Dijo con una cara de disgusto, la miré extrañada y antes de que pudiera responderle, se fue.

¿Con alguien así estaba Enzo?, me pregunté a mi misma y aún con Oli en brazos volteé a mirar el entrenamiento, me asusté al ver a Lisandro echado en el piso y dando vueltas por el dolor. Me acerqué a donde se encontraba él con Oli en brazos y me agaché como pude.

—¿Qué pasó? — Pregunté preocupada tratando de que se alejara la mano de la zona.

—Ota le hizo una tacleada. — Dijo el Cuti agachado mientras me ayudaba a que Lisandro dejará de moverse.

—¿Me ayudan a llevarlo a mí oficina? — Pregunté y los demás asintieron levantando como podían a Lisandro del piso.

Lo acostaron en la camilla y lo pusieron boca abajo para analizar la parte baja de su espalda que tanto se agarraba, levanté su remera y sólo tenía un golpe que aún permanecía rojo por el impacto. Agarré una pomada y la apliqué en la zona con delicadeza sintiendo el alivio de Lisandro.

—¿Quién los mando a jugar a lo bruto? — Pregunté un poco enojada ante la situación. — Esto no es una joda eh, a la primera de cambio se van a casa de nuevo así que pónganse las pilas, loco.

Otamendi y Cristian me miraron con seriedad después de mi cagada a pedos, asintieron y ayudaron al Licha a sentarse en la banca de la cancha, todos estaban preocupados por la lesión que pudo haberse hecho por andar jugando de manera bruta. Me senté en la silla y bajé a Oli del escritorio para sentarla en mis piernas, había crecido muchísimo desde la última vez que la había visto y me había enamorado más de ella que la última vez.

—¿Cómo estuviste Oli? — Pregunté sin esperar respuesta, hasta donde recordaba, ella no sabía hablar.

Mamá... — Abrí los ojos con sorpresa al escucharla y ella me abrazó por el cuello repitiendo la palabra varias veces.

No me podía recuperar del shock en el que estaba, Olivia acababa de llamarme "mamá" después de mucho tiempo, no sabía si alegrarme porque era su primer palabra o asustarme porque me había dicho mamá a mi.
Sonreí aún paralizada por lo que acababa de escuchar y vi a Enzo entrar a mí oficina con su bolso dando a entender que ya había terminado el entrenamiento.

𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora