𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©

O11

Enzo's pov.

Ya era de noche y mis papás se habían ofrecido a cocinar, estábamos caminando hasta la casa después de un día de playa, Eva iba con Oli al frente y Julián iba conmigo llevando las cosas que teníamos. Sentía que era mi momento para pedirle un favor a Julián y que él no pudiera decir que no, había arreglado las cosas con Emilia por él y me debía un favor bastante pesado, sacando de lado el tema de la casa.

Eva jugaba con Olivia en sus brazos y supuse que no escucharía nada así que le pegué a Julián con el codo para que me escuchara.

—Necesito que me hagas la gamba hoy a la noche. — Dije mirando a Eva desde lejos, parecía estar muy entretenida con Olivia.

—Ya te estás abusando, culia'o. — Dijo con una risa de por medio, sonreí siguiendóle la joda. — ¿Con qué?

—Déjame dormir con Eva hoy. — Abrió los ojos con sorpresa ante mi petición y antes de que pudiera decir algo, repliqué: — Acordate que te ayudé con Emilia, no seas gil.

Lo pensó, no dijo nada por un rato y rogaba a que me diera la esa última chance que tenía, aprovecharla era la única opción que encontraba y él me tenía que ayudar.

—¿Qué vas a hacer en específico? — Me miró con la mandíbula tensa, la verdad que me sorprendió esa reacción de Julián, pero se entendía.

—No lo malpienses, nada de eso va a pasar. — Me defendí ante ese ataque pasivo-agresivo. — Aunque si ella quiere...

Me reí mientras Julián me pegaba una piña en el brazo con una sonrisa de gracia, Eva se dio vuelta para mirarnos y se rió por lo que estábamos haciendo. Intenté que Julián no desconfíe de mí, no había motivos para hacerlo porque sabía perfectamente que quería a su hermana. Entendía su postura, es su hermana menor y obviamente no quería que nadie la toque, es como yo con Olivia, así que no lo juzgo.

Pero hoy le pondría punto final al suspenso.

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Eva's pov.

Llegamos nuevamente a la cabaña, los cuatro nos bañamos y después nos sentamos a comer lo que la mamá de Enzo nos había preparado. La señora era tan buena, tenía un trato especial con todos y no se distinguía a quien de los cuatro quería más, al parecer nos habíamos ganado su corazón por ayudar su hijo.

—Todo muy rico. — Dijo Julián saboreando la comida en su boca, la verdad era que tenía razón, no hay nada mejor que la comida de una madre. — Mejor que la de mi mamá.

Me reí ante su comparación y seguí comiendo recordando la comida que hacía mi mamá, hace tiempo no la veía y ya la comenzaba a extrañar. Fuimos bien recibidos y me alegraba tener una buena relación con los abuelos de Olivia, eran muy buenas personas y se notaban lo humildes que solían ser.

En el viaje, Enzo nos había contado que cuando era chico los papás tenían que trabajar un extra para mantener a todos sus hermanos y a él, sus hermanos mayores salieron a trabajar en cuanto pudieron y al parecer era bastante humilde su familia. En la cena, los padres hablaban de los orgullosos que estaban de su hijo y de todo lo que había logrado, estaban agradecidos por todo lo que Enzo los ayudó con el tema de los gastos y los regalos que él les dio con sus ganancias.