EXTRA 2

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Viaje en el tiempo.

Copa América, 2021.

Paulo's pov.


—Dejá Oriana, hablamos después. — Dije con frustración y corté la llamada aún escuchando su voz en el medio, tiré el celular en la cama y me recosté observando el techo.

Estaba pasando por un crisis en mi relación con Oriana desde hace un par de meses, incluso antes de que viajara para la Copa América. Se acercaba el partido contra Colombia y necesitaba relajarme para poder tener en la cabeza nada más a la selección, aunque prácticamente era imposible con las llamadas nocturnas de Oriana. Julián entra por la puerta junto a Eva que lleva un plato en sus manos, ambos tenían una gran sonrisa y no comprendía la razón de su alegría. 

—Eva hizo galletitas. — Dijo Julián sacando su celular, ella se acercó a mi cama y me extendió el plato para que agarrase. 

Hace poco la conocía y me parecía una persona dulce, comprensiva, muy diferente a Julián. Se sentó a mi lado dejando el plato sobre la cama, la observé por varios minutos viendo cada detalle de ella, aunque había entrado con una sonrisa, parecía triste e intentaba ocultarlo. Sabía que Julián no era la causa de eso, se llevaban bastante bien y no tenían diferencias por lo que parecía. Me senté en la cama y aproveché que Julián estaba concentrado mirando Instagram. 

—¿Estuviste llorando? — Susurré mientras corría el pelo que tapaba su cara, ella me miró sorprendida y se tocó las mejillas, quizás no estaba tan errado en lo que había pensado. —, ¿Pasó algo? 

—No, no, nada. — Dijo ella volviendo a agachar la cabeza, me preocupaba verla así ya que era muy raro que ella estuviera triste o algo así. 

Agarré una de sus galletitas y la comí, pensaba que si le daba un cumplido sobre lo que había cocinado, ella se pondría de mejor humor. Realmente eran buenas que comí más de una, finalmente ella sonrió ante mi acción y le ofrecí por si ella quería también pero se negó. Me preocupaba, hace días que no comía tampoco y no sabía la razón, también me parecía raro que le prestara atención a las cosas más pequeñas, cuando debería estar pensando en como resolver las diferencias con Oriana. 

Últimamente tenía mis ojos sobre ella, no dejaba pasar ni un sólo detalle y eso me hacía sentir raro sin razón. 

—Si necesitas hablar con alguien, estoy. — Sonreí y acaricié su mejilla, notando que aún tenía rastros de su maquillaje. 

Aunque yo estaba mal por dentro, quería brindarle tranquilidad y apoyo porque seguramente lo necesitaba más que yo. Ella logró sonreír después de un rato, contagiandome la misma sonrisa y mirándola fijamente a los ojos, sintiendo que algo dentro mío se movía. Aún no entendía porqué me sentía de esa manera estando cerca de ella, nunca nadie me había hecho sentirme así con una sola mirada, sólo Oriana. 

No... 

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Se venía una noche lluviosa en donde estabamos, habíamos terminado de cenar hace un par de minutos y sólo estabamos boludeando hasta que se hiciera la hora de volver a las habitaciones para la concentración. Julián y Lisandro estaban haciendo su iniciación enfrente de nosotros con una canción de Ricky Martín, pero no lograban captar mi atención y sólo cambié mi plano hacia la ventana que daba hacia la cancha donde entrenábamos. Observé con detención notando que había alguien en el medio, una alarma sonó en mi cabeza y me acerqué un poco más, notando que se trataba de Eva, quién paseaba por el campo bajo la lluvia. 

𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora