O14

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Eva's pov.

Desperté sintiendo nuevamente ese vacío en mi cama, acaricié ese lado de la cama sintiendo el perfume de Enzo en la almohada y sábanas. La noche anterior había sido lo mejor que me había pasado en lo que iba del año, pero los sueños no duran mucho y ya era la hora de volver a casa.

—Buen día... — Enzo entró en la habitación con Olivia en brazos y una sonrisa gigante.

Sonreí instantáneamente y sentí como mi corazón se hizo chiquito al imaginarme toda una vida juntos y despertando así todos los días. Enzo dejó a Oli en la cama y ella gateó hasta donde estaba yo mientras que su papá se acostaba a mi lado otra vez.

Enzo me dejó un beso en la mejilla que fue sonoro, sonreí y lo miré con mucha felicidad. A los cinco minutos, entró Julián con una bandeja que contenía el desayuno perfecto, los miré con asombro y les aplaudí por haber hecho algo así.

—No puedo creer que hicieron esto.

—Es que siempre nos haces el desayuno y queríamos dejarte descansar por hoy. — Dijo Julián dejando la bandeja en la mesita de noche que estaba de mi lado. — ¡Ahí va la araña!

Gritó y en cuestión de segundos se tiró un clavado en el medio los dos, Olivia rebotó en la cama y se reía en conjunto con todos nosotros, agarré una tostada de la bandeja y no dudé en comerla, sólo podía apreciar la hermosa escena de los cuatro jugando en la cama. Julián y Enzo le hicieron avioncito a Oli con sus brazos mientras está reía con una risa bastante contagiosa.

—¿Qué te hacen el tío y papá? — Dije agarrandola y con una sonrisa, juro que nunca había usado una voz así como la que usé para decir eso. — Bueno, Araña, Enzurri, armen los bolsos que nos tenemos que ir.

Julián rezongó extendiéndose en la cama ignorando mi petición pero no tardó mucho que Enzo lo tirara de los pies y lo bajara para que lo cumpliera. Reí al ver que eran un par de nenes y me levanté de la cama para armar mi bolso, además de la mochilita de Oli, ella se quedó en la cama con el celular de Enzo y su chupete.

Cuando terminé de armar los bolsos y prepararme para el viaje, decidí ir a buscar a los chicos a la habitación de al lado, frené en seco cuando los escuché hablando entre ellos y como si el destino quisiera, escuché toda su conversación.

—Sí, me dieron un mes más para aceptar la oferta. — Dijo Enzo y se notaba como si le preocupara.

—¿Ya le dijiste a Eva? — Preguntó Julián con una voz bastante gruesa.

—No sé como decirle, hermano — Abrí mis ojos con sorpresa al escuchar la siguiente oración. - Es Portugal, yo ya acepté desde antes por Olivia, no puedo negarme a firmar.

"¿Enzo se iba a ir a Portugal?" fue el primer pensamiento que se cruzó en mi cabeza cuando escuché eso, no sólo eso, sino que nunca mencionó nada de un contrato y que se tenía que ir. Intenté buscar en mi memoria si me lo había dicho y capaz yo lo había olvidado pero en ningún momento fue dicho.

Sentí un nudo en mi garganta tan fuerte que me costaba respirar.

—Se lo vas a tener que decir, antes de que te vayas. — Dijo Julián.

—Pero yo quiero que ella venga conmigo y con Oli.

Noté la tensión en el aire ante ese último comentario de Enzo, creo que mi hermano sabía bastante lo que significaba para mí estar cerca de él, capaz era eso lo que provocaba la tensión. Suspiré con frustración al escuchar la noticia de Enzo y no poder reaccionar, sentía un nudo muy fuerte en mi garganta y corazón, me sentía mal.

Volví a mi habitación con Oli y me acosté a su lado a soltar las lágrimas silenciosas que estaba aguantando, sentía que Enzo me había pintado un mundo y al final era totalmente otra cosa muy diferente, sin embargo, él quería que yo fuera con él a Portugal. Decidí quedarme callada por lo que quedaba del día, pensarlo en frío para afrontar a Enzo y decirle lo que pensaba sobre lo que me ocultó desde el primer día.

Siempre fui honesta con él, nunca le mentí en nada, ¿Por qué él tuvo que esconderme una cosa así?, sentía que nada más quería enamorarme para después irse. Capaz era sólo mi inseguridad, después de mi relación anterior había quedado con varias marcas en mi forma de pensar y en la forma de ver las cosas, tanto que desconfiaba de la mínima cosa.

—Princesas, es hora de que vayamos yendo. — Enzo entró a la habitación con una sonrisa como si nada hubiera pasado.

—¿Podés llevar a Oli mientras?, tengo que terminar de guardar unas cosas. — Contesté con frialdad y le hice upa a Oli para pasársela.

Enzo me miró con confusión ante mi comportamiento, mantuve la vista en mis cosas ignorándolo por completo, él se quedó mirándome sin entender y yo seguí guardando algunas cosas que había al rededor de la habitación.

—¿Estás bien? — Se acercó y me tocó el hombro tratando de que lo mirara a los ojos.

—Sí. — Debo admitir que me dolió hasta a mí la forma en la que corté la comunicación entre ambos.

Enzo me dejó sola sin nada más que decir, al parecer se había dado cuenta de que algo no iba bien, por dentro me moría. Quería abrazarlo después del puchero que me hizo al tratarlo de esa manera, quería que mi enojo bajará para poder hablar con él sin decir cosas que no quería, resultaba ser muy impulsiva al estar enojada y decía cosas muy hirientes, prefería pensar las cosas en frío y relajarme, antes de decir algo.

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El viaje fue algo duro, no crucé ni una palabra con Enzo, dejé que Juli se sentará en el asiento del copiloto mientras yo viajaba atrás con Oli. Lo ignoré durante esas 6 horas arriba del auto y simplemente me sentía tan culpable por hacerle pasar ese horrible momento.

Al llegar a casa había un patrullero y estaba Santiago esperandonos en la puerta principal, cerré mis ojos con frustración y bajé del auto con Oli a upa. Julián se acercó al policía para que le explicará lo que pasaba y con Enzo nos acercamos a él para también escuchar.

—Yo les voy a decir lo que pasó. — Dijo Santiago tomando la palabra, el policía se subió al auto sin antes dejarle una nota a Julián. — Resulta que las cámaras de mi casa captaron a dos personas en mi cocina.

Extendió su tablet mostrando la escena del crimen que Enzo y yo habíamos hecho antes de irnos a la costa, los tres nos reímos al ver la grabación sin contar que Julián ni siquiera había visto el papel que le dejó el policía.

—Bastante merecido lo tenías. — Dijo Enzo con una sonrisa burlona.

—Sin contar que me dejaron con una erección por tres días y recibí múltiples golpes de hombres enojados, — Al decir esas palabras los tres explotamos en risas, es que no se podía tomar en serio. — lo que hicieron es ilegal.

Negué con la cabeza varias veces demostrando lo poco que me importaba lo que dijera, ilegal era meterse kilos de cocaína como lo hacía él a veces. Ilegal eran los huevos que le colgaban desgraciadamente, porque se notaba que no los tenía bien puestos.

Con los chicos entramos a la casa sin importancia dejándolo ahí parado hablando solo, cuando Julián leyó el papel con detenimiento se relajó.

—Es una advertencia. — Dijo sin importancia alguna y movió la cabeza de costado. — Es la primera vez que alguien se queja de nosotros así que mandaron una advertencia.

—Bueno, por lo menos podemos quedarnos tranquilos. — Dije mientras subía a mi habitación para dejar mis cosas y a Olivia.

Comencé a acomodar mis cosas hasta que Enzo entró en mi habitación y cerró la puerta sin decir ni una sola palabra.

Ya sabía lo que se me venía.

𝗦𝗜𝗡𝗚𝗟𝗘 | 𝙚𝙣𝙯𝙤 𝙛𝙚𝙧𝙣𝙖𝙣𝙙𝙚𝙯 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora