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Me costaba creer sus palabras. Es una vil mentira, pero, se muestra firme ante mí y sin duda de sus palabras.
— ¿Cómo? — pregunté.
— Sí. Es verdad.
— Es que... Me cuesta creerlo.
— ¿Por qué?
— No lo sé. Su madre es una héroe profesional. Usted...
— Aún estás muy chico para comprender. Pero, dime, ¿permitirías que la mujer que amas se vaya de tu lado?
Negué.
— Es exactamente lo mismo que hice yo.
Me quedé en silencio.
— ¿Quieres ir a verla?
— Sí.
Pasamos por su casa en el auto, no nos detuvimos. Confundido, miré al hombre, quien llevaba su mirada al frente.
— Eh...
— Olvidé mencionarlo — dijo —, Naoko murió. Así que Saori se está quedando con EraserHead y Present Mic.
Fruncí el ceño. ¿Naoko... Muerta? Entonces Saori no la está pasando bien. Tengo que estar con ella, con mi princesa, no la puedo dejar sola. En aquella casa, a estas horas, las luces siguen encendidas. No puedo llegar y mostrarme después de que le dijeron que había "muerto".
Lentamente, me acerqué a la ventana desde una distancia donde yo pueda verla y escucharla pero ella a mi no.
— Peque, ya es tarde. ¿Qué haces, mi niña? — preguntó un hombre pelinegro.
— Esperando.
— ¿Qué estás esperando?
— A Touya — respondió. Al mencionar mi nombre, la voz se le quebró. Yo me sentí cohibido. Le estoy haciendo daño —. A mi mamá...
— Saori...
— Shota... No están muertos. Algo así no pudo matarlos. Yo... Yo sé que... Siguen vivos...
— Saori...
— No pude perderlos así de fácil — comenzó a llorar. Vi las lágrimas bajar por sus mejillas. Me iba a presentar en su puerta pero AFO me detuvo tomando mi hombro —. Touya no murió, mi mamá no murió.
