XXII.II

702 73 24
                                    

Por alguna razón tengo un mal presentimiento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Por alguna razón tengo un mal presentimiento. Y si eso pasa es porque nada bueno saldrá de esta conversación y la relación que tenemos, será distante como antes. Y yo no quiero eso.

— Dabi — comenzó, miré hacia abajo, hacia mis botas — ¿Puedo contarte algo?

— Si después de eso vamos a tocar el tema principal, está bien — respondí sin importancia, cuando, claramente, sí la tengo. Todo lo que tenga que ver con ella me importa, pero no se lo voy a demostrar. Y aunque lo diga, ya muchas veces se lo he demostrado.

— Como sea — dijo, bajó la cabeza —. Yo tenía un mejor amigo. Convivía con él desde niños ya que su madre y mi mamá eran mejores amigas también desde la infancia.

Oh, no.
No, no, no.

— Me gustaba pasar el tiempo con él porque me divertía mucho. Había días en los que yo iba a su casa a jugar y también a hacer tarea, otras ocasiones él iba a la mía con la misma razón. Me divertía con él; jugábamos, otras veces discutíamos porque o me molestaba al jalarme el cabello o yo le golpeaba sin motivo aparente — liberó una pequeña risa —. También lloraba con él porque su padre le exigía demasiado. De hecho, esa fue la razón por la que nos hicimos más cercanos. Yo lo apoyaba en cualquier momento porque jamás me gustó verlo en ese estado de desesperación, estrés y miedo. Odié a su padre por todos los traumas que le estaba generando.

También odia a Endeavor.
Otro motivo para quererla.

— Él quería ser héroe profesional — continuó —, así como yo. Ambos queríamos superar tanto a Endeavor como a All Might y ser el Número Uno. Lo quería mucho, lo quería tanto que, hasta había aceptado casarme con él cuando éramos niños — rió bajo, rascando su nuca —. Un día, todo se salió de control... Tuvimos una discusión porque su Quirk lo lesionaba también y, lo que yo quería evitar, era que se siguiera lastimando sólo para complacer a su padre.

Jamás la escuché, gracias a mi orgullo.

— Ocurrió un incendio en el bosque donde él se había dirigido. Yo... Iba a ir a salvarlo. Corrí en dirección del fuego para sacarlo de ese lugar. No me importaba que yo saliera herida, quería ayudarlo, quería salvarlo...

No la dejaron, eso está más que claro. No se lo permitieron.
De reojo, miré sus manos que se encontraban en sus brazos que estaban cruzados. Presionaba con tanta fuerza que sus nudillos se hicieron blancos.

— ¿Y qué más pasó? — indagué.

— No me dejaron ir — respondió —. Me lo prohibieron. Lloraba, gritaba, y, pude ver en ese momento, cómo mi vida se convertía en cenizas. Ya... Ya no supe qué más sucedió ese día porque me prohibieron estar cerca de su familia por mi bienestar. Pero... Yo sabía que estaba vivo, que no murió...

¿He sido muy evidente en mis acciones?

— Aún tengo esa corazonada.

— Y a todo esto, ¿a dónde quieres llegar?

Judas; Dabi x OC x Hawks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora