LI.II

331 43 16
                                    

— ¡Saori! 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¡Saori! 

El llamado de Kaina me obligó a alejar mi mirada de Shigaraki para verla a ella y a Deku acercándose a nosotras. En el momento en que vieron a mi mamá, quedaron boquiabiertos.

— Scarlet Queen — mencionó Deku con asombro.

— Entonces... No murió — dijo Kaina, mi mamá negó.

— Es... Una larga historia... Voy a resolver esto después — dijo y ellos asintieron. Puse una mano sobre la cabeza del chico.

— ¿Estás herido? — negó a mi pregunta —. Bien.

— Quiero pelear junto a ti — dijo. 

Otra llamarada se aproximaba a nosotros, por lo que formé un escudo y volé hasta quedar frente a él. No se esperó mi presencia, por lo que retrocedió a largos pasos.

— Saori... Yo... Perdóname, yo...

— Guarda silencio — dije y antes de que volviera a mencionar alguna palabra, puse dos dedos envueltos en Soul en su frente. Las quemaduras de todo su cuerpo comenzaron a sanar hasta dejarlo sin cicatrices ni grapas. Lo dejé libre de alguna herida. Esta es la viva imagen del chico en el que Touya se iba a convertir una vez fuese adulto.

— Sa-Saori... ¿Qué hiciste? — preguntó aturdido, pero aliviado a la vez.

— No soy rencorosa — dije, claramente mintiendo —, pero no crucificaré las cosas que haces — abrió sus ojos como platos. Sí, he sanado sus heridas, pero cuando vuelva a hacer uso de su Quirk, volverá a quemarse y le arderá más que antes. Golpeé su rostro con un puñetazo mandándolo a volar.

Mi mamá se estaba encargando de AFO igual que Endeavor, que salió de aquel escudo. El resto de villanos despertó del ataque de mi mamá, pero estaban débiles por lo que será más sencillo atacarlos. 

— Nosotros nos encargamos de Touya — dijo Shoto. Miré a sus acompañantes.

— No — dije. 

— Enójate todo lo que quieras pero ese sujeto va a pagar por hacerte daño — dijo Keigo. Miré a Shoto y Tokoyami, se fueron adelantando en su pelea.

— Pero... ¿Que eres idiota? — pregunté molesta.

— No lo soy, pero no me puedo quedar de brazos cruzados después de el daño que te hizo y dejarte sola en la pelea — respondió.

— Kei...

— Ya te dije que no te voy a dejar sola — interrumpió —. Nos alcanzas después.

Comenzó su caminata hasta Touya, Shoto y Fumikage. Miró sobre su hombro, sonreía y yo negué mientras torcía los ojos. Mientras más lejos lo quiero del peligro, más se acerca a él. Qué hombre tan obstinado, Dios mío. Sin perder más tiempo, volé hasta la pelea entre Deku y Shigaraki. 

Judas; Dabi x OC x Hawks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora