LV.II

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— ¡Touya!

Giró y el globo se reventó en su cabeza. El agua bajaba a chorros mientras yo reía.

Niños. Somos niños.

Él, lejos de enojarse, comenzó a reír a carcajadas.

— ¡Touya, mira! — dije y él se acercó a mí.

— ¡Oh! ¿Keigo también va a jugar? — preguntó con animación.

— ¡Claro! — respondió Keigo. Sus pequeñas alitas se movieron —. Saori me ha invitado.

— ¡Increíble! ¡Bien! — tomó un globo del cesto y lo lanzó a mi dirección pero Keigo se interpuso para recibirlo él en su pecho — ¿Vamos a jugar dos contra uno?

— Si tú quieres — dijo Keigo, tomó el globo y se lo lanzó a la cara.

— ¡Saori! — exclamó y me hice a un lado para dejarle el camino libre hasta Touya depositando un puñetazo en su rostro.

Los globos eran lanzados hasta Touya. Algunos ni siquiera lograban acertar a su cuerpo, daban al pasto y comenzaban a brotar pequeñas flores de él.

Por un error me distraje y el globo se estrelló en mi espalda empapando por completo y sintiendo el frío bajar hasta mis pies.

— ¡Saori! — exclamaron con preocupación. Reía mientras negaba.

— No, no pasa nada — dije entre risas —. Hay que seguir jugando.

Asintieron con animación. Fui inmediatamente por un globo y se lo tiré a Touya en su cara liberando una risa de su parte.

Desorientada, apagué el fuego de mi cuerpo, sacudí mi cabeza para volver en sí y me lancé a Touya mientras le disparaba ráfagas de Soul y pequeñas dagas que, así como se incrustaban en su cuerpo, lo rasguñaban.

Disparé una estela a los escombros de un edificio y se los lancé en forma de esferas.

Keigo evadía mis ataques para evitar salir lastimado por mí y llegar hasta Touya a quien le depositó un puñetazo en el abdomen.
Junté mis antebrazos para que la ráfaga saliera disparada a más velocidad y con más poder.

El agua bajaba a chorros de nuestras cabezas y la diversión seguía en incremento.
Llegado un punto del juego, me terminé cansando porque era la que más me movía y la que más globos lanzaba. Respiré hondo para recobrar al aire.

— ¿Estás bien? — preguntó Keigo, tomando mi hombro. Asentí.

— Saori — llegó Touya hasta nosotros no sin antes lanzar a la cara de Keigo otro globo y que le mojara el rostro — ¿Te encuentras bien?

— Sí, tranquilos — sonreía ampliamente —. Todo está bien, sólo me cansé un poco pero no es nada de que preocuparse.

A duras penas me levantaba del suelo. Aquel puñetazo que me dio en la cabeza sí que me dejó peor de desorientada que el golpe anterior.

Quiero llegar hasta su corazón y detenerlo, pero se me está complicando. Levanté la cabeza, Keigo también tiene dificultades al acercarse a él y opta por hacerle daño con sus armas.

Me intentaba poner de rodillas pero de nueva cuenta caía al suelo.
Permanecí tirada boca abajo, esperando a que se me baje el aturdimiento y con la esperanza de que no me maten a Keigo...

— Ya no tengo fuerza — susurré. Soy la que más daño a recibido. Las cicatrices en mi cara comenzaron a abrirse otra vez y por más que me pase la mano para sanarlas, se vuelven a abrir gracias a otro ataque de Touya. Volví a pasarme la mano por el rostro y esperé a sanar mis heridas por completo, pero...

Judas; Dabi x OC x Hawks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora