— ¿Qué estás viendo, hija? — preguntó curiosa, tomando asiento a mi lado. La miré con una sonrisa, ella, parecía haberla fingido.
— ¡Es All Might! — exclamé, con júbilo, apuntando al monitor de mi computadora — ¡Es increíble! ¡Quisiera conocerlo!
— ¿Conocer a All Might? — asentí — ¿Estás segura?
— ¡Sí! — exclamé — ¡All Might es increíble! ¡Quisiera ser como él!
Ella suspiró y asintió sonriente. No me dijo nada más, no hizo nada más que ver el monitor de la computadora, es como si, en sus más vagos deseos, quisiera tocar la pantalla para, de alguna forma, sentir algo. Pero, ¿sentir qué? ¿A All Might? Pero si suele trabajar con él de vez en cuando.
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Tenía que ser el pajarraco a quien tuviera todavía en la cama y no a Saori. Seguramente se fue porque tendría que estar en la UA. Le di un fuerte empujón cayendo de la cama.
— ¡Eh! — se levantó de golpe para mirarme con intenciones homicidas —. Ah... Ya se fue.
— Cuanta observación. Eres muy listo, Hawks.
— No hay necesidad de ser tan sarcástico.
Después de vestirse, salió. Es mi habitación, así que me quedé otro rato más acostado procesando la noche anterior.
No sólo yo la toqué sino también él. El que acabó de salir de mi habitación. Estaba tan sumido en el placer, la lujuria y la satisfacción que pasé por alto que Hawks también estaba plasmando sus huellas en la piel de Saori.
Pasé mis manos por mi rostro. No creí que ese día llegaría, no pensé que tan pronto se iba a entregar a nosotros y nosotros a ella.
Durante el día, no dejaba de sentir la mirada de Compress aún teniendo esa máscara en su rostro.
— ¿Qué tanto estás viendo? — pregunté irritado.
— ¿Qué pasó con Saori? — preguntó —. Anoche que llegamos no había nadie y dijo que quería esperar a Tomura.
— Nada. Se fue junto con Hawks.
— Pero Hawks salió de tu habitación esta mañana — comentó Spinner. Toga comenzó a reír a carcajadas mientras llamaba por teléfono.
— ¿Qué haces? — pregunté.
— ¡Saori! — exclamó Toga entre risas — ¡¿Vienes hacia acá?!
