Judas; Dabi x OC x Hawks.

XIV.II

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— No me gusta hacer tarea — dijo, dejando el libro de lado. Negué sonriente.

— ¿Por qué? — pregunté con curiosidad.

— No lo sé, ¿es necesario para ser el Número Uno?

Entrecerré mis ojos con una seriedad en mis labios. Me dirigí a él y golpeé su cabeza.

— ¡Saori! — exclamó, sobando la zona golpeada — ¡¿Por qué lo hiciste?!

— ¡Claro que se necesita para eso y más, Touya! — exclamé —. Supongamos que necesitas las matemáticas para atrapar a un villano, ¿qué harías si no sabes lo básico de los ángulos?

Se quedó en silencio, haciendo una mueca de disgusto. A decir verdad... Me gusta más con su cabello blanco que cuando tenía el cabello rojo. Y más cuando está usando esa chamarra blanca.

Comencé a sentir un leve dolor de cabeza. Ya tengo días con dolores de cabeza y es completamente extraño porque no estoy expuesta a grandes cantidades de estrés, y ni siquiera a mínimas. Me cubrí dicha zona con mi mano.

— ¿Qué te pasa? — preguntó preocupado. Negué sonriente.

— Tranquilo. Todo bien.

— No me mientas. Tienes ideas tocando su cabeza de una manera espontánea. ¿Te duele?

Bajé la mirada. Me conoce muy bien. Asentí cabizbaja. Escuché su suspiro para después sentir sus manos en mis pequeños hombros.

— Escucha — acercó mi cabeza a su pecho, donde puedo escuchar los latidos tranquilos de su corazón — ¿Sí oyes?

— Sí...

— Cuando te vuelva a doler la cabeza, sólo dime y mi corazón calmará la molestia.

Sonreí tiernamente por su comentario. Procedí a abrazarlo del torso aún con mi cabeza en su pecho.

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A primera hora de Domingo, Shota me pidió salir a caminar con él. Dijo que tenía entrenamiento con un alumno, no tengo ni la mejor idea de quién será porque todos los demás ya tienen un mentor.

Estaba usando una blusa negra de manga de tres cuartos, un short de mezclilla, tenis y una camisa amplia de color vino. Por su parte, Shota usaba camiseta y pantalón negro.

— ¿No tienes frío? — preguntó. Negué.

Llegando al dichoso lugar, el parque, vi a Shinsou listo para entrenar. Sonreí con amplitud en el momento en que compartió miradas conmigo.

— Así que tú eres el pupilo de Aizawa — dije, contenta. Él asintió —. Me alegra saberlo. También me da gusto verte bien, Shinsou.

— Espero que mi comentario no se malinterprete, pero extraño su presencia en el salón — dijo —. Tenerla con nosotros siendo nuestra profesora, era muy agradable.

Sonreí y alboroto aún más su cabello. Liberó una pequeña risa.

Me fui a sentar en una jardinera para verlos y esperar a Shota. Ahora que les presto más atención, hasta en el físico tienen parecido. Incluso, parecen ser padre e hijo.