XXIX.II

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No

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No. Eso no. Ella tendrá que venir conmigo. No la voy a dejar ir otra vez. Ya no la dejaré ir.

— Lo siento... Pero no puedo hacerlo...

Dio pasos atrás para que la soltara. Abrió la puerta de la entrada de la casa y antes de que saliera, yo la tomé del brazo y salimos los dos. Cerré a mis espaldas.

— Dabi.

— Escúchame bien...

— Me estás...

— ¿Lastimando? — asintió. Lo primero que quería evitar es lo primero que estoy haciendo. Solté su brazo con delicadeza.

— ¿Qué demonios? ¿Ahora te vas a poner como un paranoico porque no quise huir contigo? ¿Que no puedes respetar mi decisión? Viniendo aquí a diario es como si hubiera aceptado la propuesta que me hicieron cuando me conocieron por primera vez. Paso más tiempo contigo que con nadie más de la Liga.

— Y con Hawks también — resopló e hizo una mueca.

— ¿Y qué?

— Que sólo te quiero para mí.

Hizo una mueca. Jamás le ha gustado que vean a las personas como objetos, es exactamente lo que estoy haciendo ahora. Pero será feliz conmigo. Eso lo puedo asegurar.

— Me tengo que ir — dio media vuelta y emprendió camino. Tensé mi mandíbula.

Corrí hasta ella para tomar su brazo. Se dio media vuelta antes de que la tomara. Sí, su Quirk le ha desarrollado más sus sentidos, así que es más difícil que alguien llegue por la espalda y la ataque.
Disparó una ráfaga de su poder a mi cara pero la evadí con una pequeña llamarada.

No te quiero lastimar, Dabi. Déjame en paz.

Siguió caminando al ver que yo no me movía. Volví a correr y tomé su brazo aún si recibía un puñetazo en la cara. Sí me dolió.

— Dabi, déjame, por favor.

— Te vas a ir conmigo, quieras o no.

Comenzó a forcejear, tirando de su brazo y empujando mi cuerpo. Me dio una patada en el costado y ni aún así la solté. Tenía razón, su mente es su mayor enemigo. Se desesperó instantáneamente porque su movimiento era más frenético. Seguía dando pasos hacia atrás para poder zafarse pero yo la seguía sujetando con fuerza, lastimando su brazo.

— Dabi. Fue suficiente, ya.

— Te dijo que la dejaras, ¿no?

Resoplé y solté su brazo cuando vi que el ala estaba apuntando a dirección de mi cuello. Ella ni siquiera corrió a los brazos de Hawks, se quedó quieta mirándome y luego a él.

— ¿Por qué te vas sola a estas horas?

— Eso no te incumbe — respondí por ella —. No seas entrometido.

Judas; Dabi x OC x Hawks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora