VIII.II

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— Hola, Ori.

— Ah... Hola, señora Todoroki — dije con confusión. Normalmente es Touya quién me abre la puerta —. Eh...

— Supongo que buscas a Touya — asentí. Suspiró profundamente.

— ¿Se encuentra bien?

— Touya salió — respondió con voz temblorosa. Tomé su mano para, al menos, intentar calmarla pero sólo se quebró ante mí porque se arrodilló en el suelo y comenzó a llorar.

— ¡O-Oiga! ¿Sucede algo? — tomé sus hombros.

— ¡No sé qué hacer con Touya! — dijo entre sollozos — ¡Sigue aferrado en ser un héroe pero su cuerpo no resiste su Quirk! — hice una pequeña mueca — ¡Le pedí que dejara de pensar en eso, pero no me hace caso! ¡No quiero que se siga lastimando!

— Señora — dije, con voz calmada — ¿Dónde está Touya? Quizá... Podría ayudarlo.

Ah, sí. Una niña de 11 años, que apenas los cumplió el día de hoy, ayudando a su mejor amigo de 13 años. Estoy segura que me dirá que no sé nada y que mejor me vaya a casa. Ya lo conozco, aparte de ser obstinado también es grosero y no le importa herir los sentimientos de los demás.

— Touya... — musitó —. Está en el bosque.

— Bien.

Dejé mi mochila en la entrada. Su mamá, confundida, me miró a la cara. Le regalé una pequeña sonrisa.

— Espero poder serle de ayuda a Touya — dije — ¿Cómo le digo? Eh... Touya me gusta mucho — confesé, con una pequeña sonrisa y las mejillas ardiendo. Estoy sonrojada, lo sé —. Y... Quizá si... Le confieso lo que siento por él... Todo sea diferente. Espero que sí. Yo quiero ayudarlo porque... Bueno... Quisiera casarme con él cuando seamos mayores de edad.

Me regaló una mirada de calma. No me gusta ver llorar a su mamá porque, es como si viera a la mía llorar y no me agrada. Le sonreí.

— No tardamos.

— Cu-Cuídense, Ori, por favor — asentí.

Di media vuelta y me dirigí a dirección del bosque donde una vez Touya me llevó. De hecho, en ese lugar, fue donde me entregó el anillo de juguete diciendo que se quería casar conmigo cuando seamos mayores de edad y ser grandes héroes profesionales.

No me importa eso del posicionamiento, con que cumpla con mi deber como héroe, yo estoy bien. Quiero ayudar a las personas, al indefenso, y Touya será a la primer persona que salve.

Mientras más me voy acercando, el olor a quemado es lo único que logran captar mis fosas nasales. Es algo insoportable. No puedo respirar bien. Al levantar la cabeza, me doy cuenta que el bosque se está incendiando. Inmediatamente, mi mirada buscaba a alguien, a un niño peliblanco con ojos azules que todos los días me llamaba “Mi niña”, “Princesa”, “Bonita”, “Ori”.
Buscaba su chamarrita blanca. Buscaba a mi niño, buscaba a mi Touya.

Pero...

— ¡Touya! — grité, corrí a esa dirección pero alguien me sostuvo de los hombros — ¡Touya!

Judas; Dabi x OC x Hawks.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora