A primera hora, asistí al hospital para pasar por Saori y acompañarla a la estación de tren.
Como no se quedó tanto tiempo aquí, simplemente trajo una mochila con lo más necesario que, en algún momento, pudiera necesitar. Y ropa, por supuesto.
Pantalón de mezclilla con una blusa blanca de manga fajada y un suéter abierto de color beige con botas cafés, es lo primero que mis ojos avellana vieron y no los ojitos zafiro de roquita. Estaba firmando unos papeles, seguramente son las facturas de su estadía en el hospital, aunque fue medio día.— Gracias.
Dijo, y al darse media vuelta para salir, se encontró conmigo. Inmediatamente se lanzó a mis brazos para abrazarme con demasiada emoción, correspondí alegre.
Y me duele reconocer que le estoy ocultando muchas cosas que son de suma importancia para ella.
— Toma — le entregué una botella de té frío —. Tu favorito.
— ¡Eres todo un amor, Hawks! — sujetó los costados de mi cuello para dar un gran beso en mi mejilla.
¿Por qué el beso no se sintió tan bien como las otras veces me besaba?
— Entonces... ¿Ya te vas? — asintió cabizbaja.
— Por desgracia, sí — contestó afligida.
— Me hubiera gustado pasar más tiempo contigo.
Comenzamos nuestro andar. Sonrió de manera triste gracias a mis palabras.
— No te preocupes por eso — dijo —. Si en algún momento, llegas a tener alguna misión allá, ten por seguro que el tiempo que te encuentres, lo vamos a aprovechar para estar juntos.
— Sip — abracé sus hombros para atraerla a mí y besar su mejilla. Sonrió de manera cálida.
Sus ojos brillan cuán dos diamantes, su sonrisa es resplandeciente, y la culpa me invade tanto el corazón que no puedo disfrutar ver esa hermosa imagen tanto como yo quisiera.
Perdóname, Saori. Pero también busco mi bienestar.
— Te quiero, Hawks — dijo, besó mi mejilla por última vez, antes de darse media vuelta y dirigirse a la espera del tren... La detuve al sostener su mano — ¿Huh? ¿Ocurre algo?
— Perdóname — dije, tomando sus mejillas sin importarme haber tomado ligeros mechones de su cabello. Confundida, ladeó la cabeza —. Perdóname de todo corazón.
— N-No estoy entendiendo... ¿Por qué te disculpas?
— Por ser un idiota — frunció el ceño. Jamás le ha gustado que me insulte —. Perdóname, perdóname.
— Hawks — sujetó mi mejilla con su mano libre. Sonreía —. No tienes porqué disculparte ni mucho menos insultarte. Estoy bien, siempre lo estaré — se acercó para besar mi otra mejilla —. Te quiero. Te quiero mucho.
— Te quiero más — dije. Ella piensa que me disculpo por no haberla ayudado ayer contra ese Nomu, pero, eso no es cierto. Tuve el soporte para besar sus labios. Siendo tan suave y delicada en todo momento, robándome un suspiro tan profundo que me provocó una gran calma en el corazón.
— Te quiero — dijo sobre mis labios. Sonrió y se dio media vuelta para irse. El tren había llegado y casi pareciera haber esperado por ella.
La vi subirse, y antes de que las puertas se cerraran, me hizo un ademán con una de sus hermosas sonrisas. Correspondí de la misma manera hasta que las puertas se cerraron y comenzó a avanzar.
No mereces que te oculte tantas cosas.
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Judas; Dabi x OC x Hawks.
Fanfiction«Jesús es mi virtud Y Judas el demonio con el que quiero estar». [Libro II; Saga: Little Monster]