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Incluso antes de que existirían las personas con un don, se hacia esta pregunta: ¿Qué es el multiverso? ¿Acaso existen más dimensiones? ¿Estamos solos en el Universo?
Cada persona tenía una perspectiva distinto referente a dichas incógnitas; sin embargo, jamás se obtuvo respuesta. No obstante, cuando una persona nació con magia fue cuando se respondieron tales preguntas.
No. No estamos solos en el Universo. Sí. Sí existen las dimensiones. El multiverso es la existencia de múltiples universos, cada uno con sus propias leyes físicas y propiedades independientes.
Mi bisabuela lo conocía como "Universos alternos". Mi abuelo lo conocía como "Alternativas". Mi mamá lo conocía como "Realidad alterna". Y yo lo conozco como "Dimensiones".
Independientemente de la etiqueta que se le disponga, el resultado es el mismo: es un lugar igual al que vivimos actualmente, con un sin fin de discrepancias, aunque, mayoritariamente, todo es similar.
Dimensiones. “En otra dimensión...”, así comenzó diciendo Bakugo al decirme que aún seguía enamorado de mí pero había impedimentos para tener una relación, así como él quiere.
En otra dimensión, Touya no se hubiera corrompido.
En otra dimensión, Keigo no hubiera mentido tanto.
En otra dimensión, Bakugo hubiera sido correspondido.
En otra dimensión, Chisaki sería feliz.
En otra dimensión se encuentra mi mamá.
No me cansaré hasta hacerle las preguntas que tengo en este momento. No me cansaré hasta ver que sí hay diferentes dimensiones y, si en alguna de ellas, no sufrí demasiado. Aunque sea, tendré ese consuelo antes de morir, saber que en otra dimensión no pase por tanto sufrimiento.
Con lentitud abrí mis ojos, teniendo sobre mí una luz blanca que me molesta la vista. Tuve que parpadear repetidas veces para aclarar mi visión. Es una habitación de hospital. Ya estuve aquí una vez, fue en la pelea contra AFO, donde mi padre se tuvo que jubilar y yo mostré por primera vez "Satan Soul".
A la derecha no había nada más que una cama vacía. A la izquierda había un rubio dormido, usando su brazo como almohada mientras sostenía mi mano con su otra mano libre. Con lentitud me fui soltando sólo para saber si es real o estoy alucinando.
Mis dedos se pasearon por su cabello despeinado. Sí, tiene el cabello corto, esa llamarada le quemó su cabello y se lo tuvo que cortar.
— Saori — dijo exaltado al ya no sentir mi mano con la de él. Se levantó de golpe y al verme, quedó boquiabierto. Ladeé la cabeza, hay un brillo diferente en sus ojos, el verdadero brillo de Takami Keigo —. Saori.
— Keigo — dije y acaricié su mejilla. Sonrió y recostó su cabeza en mi mano para sentir mejor mi tacto y que yo pudiera sentir mejor si piel.
— Ya estás a salvo — dijo, y se levantó para sentarse en el borde de la cama —. Te trajimos aquí para que te sanaran.
