Judas; Dabi x OC x Hawks.

VII.II

Por desgracia no he tenido la oportunidad de hablar con Bakugo en estos días. Ha tenido una que otra prueba y casi no tiene tiempo libre. De igual manera, no tengo tanto tiempo para hablar con él.

Decidí subir para tomar el aire fresco de la noche. Últimamente he tenido la cabeza llena de ocupaciones, obligaciones, responsabilidades y compromisos, no he tenido tiempo para descansar. Pensaba estar aquí un momento para después irme a dormir, por eso llevo puesta la ropa que uso como pijama.

«Hawks es mi mentor».

Shadow fue un poco cuidadoso en sus palabras. No tienen idea de cuán contenta estoy de que Hawks haya querido ayudar a Tokoyami con sus prácticas y así poder tener su credencial de héroe.

Cada quien tiene su mentor. Cada quien tiene su alumno. En mi caso, Momo y Uraraka son mis alumnas. Nos apoyamos mutuamente respecto a nuestras emociones y pensamientos. De esa forma, tanto ellas como yo tenemos madurez en nuestro carácter.

Respiré hondo. Al exhalar y abrir los ojos, lo veo frente a mí. Sus alas hacían un sonido agradable. Muy diminutas salían de ellas cada vez que aleteaba.

Sonrió. Me quedé seria. Tiene una mirada coqueta. La mía es una mirada triste. No pude mantener más seriedad porque me ganó la risa.

— Saori.

— Hawks.

— Ven. Vamos a dar un paseo.

— ¿Quieres ir caminando?

— ¿Quién dijo que íbamos a ir caminando?

Me tendió su mano para tomarla. Suspiré profundamente, trayendo a mí mente el día que lo conocí e hizo lo mismo porque quería volar. Estaba bajo supervisión de Shota ese día. No quería que me fuera con él porque temía a que me lastimara.

— Saori, ¿estás aquí? — preguntó Shota saliendo a la azotea. Cuando intercambiamos miradas, él suspiró profundamente.

— La voy a traer a las 11 p.m. — dijo Hawks.

— Eso espero. O yo mismo te voy a desplumar — me miró —. Con cuidado.

Asentí. Tomé la mano de Hawks para que comenzara a elevarme. Antes de irnos, le hice un ademán con mi mano a Shota, él asintió cabizbajo y entró de nueva cuenta al edificio.

— Quiero enseñarte algo.

— Ya puedo volar. Pude mejorar mi técnica.

— Esta vez, quisiera llevarte en mis brazos.

Sonreí y asentí. Sujetó mi cintura con sus brazos, iba boca abajo sintiendo el aire frío de la noche rozar mi cuerpo. Tengo las piernas libres de tela, igualmente mis brazos, así que puedo sentirlo con mayor libertad.

Mientras más nos acercábamos a dicho lugar, evitaban hacer algún comentario con el objetivo de que no descubra que ya estuve anteriormente aquí.

Descendimos frente al edificio. No quiero entrar. No me queda de otra más que fingir.

— ¿Es tu casa? — pregunté sonriente — ¿Por qué me trajiste a tu casa?

— Eh... No es mi... Casa — contestó.

¿Qué relación tiene la Liga con Hawks? ¿Con qué motivo me trajo aquí? ¿Por qué demonios vine en blusón, short y tenis?

— Saori...

— ¿Qué sucede?

Necesito seguir fingiendo. Quizás así, me diga la verdad.

— Esta no es mi casa, es... El... Ahmm... Mejor hay que entrar.