El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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—¡Atascada! ¡La maldita mierda esta atascada!—gruñí y arrojé la llave de tuercas hacía un lejano rincón en la bodega de carga.
— Podrías solo dejar de resoplar y tratar de concentrarte. No es como si tuviésemos que estar en algún lugar en los próximos días, pero agradecería que pudieras hacer andar está chatarra. Esté planeta no me gusta, tiene esa vibra...
Saque la cabeza del pequeño hueco donde estaba metida y mire con mí mejor cara de: "No te metas conmigo" a Temari. La rubia de ojos aguamarina, ni se inmutó. Eso no me sorprendió en lo más mínimo. Solo había un ser capaz de conseguir algún tipo de reacción por parte de Tema, y ese era Shikamaru. Por suerte para todas, se había quedado en casa durante la entrega. Este era un viaje de chicas. Y yo definitivamente apreciaba la intimidad, pero extrañaba un poco el drama. Y es que cuando ellos estaban juntos en el mismo vuelo, había chispas y no siempre eran de las buenas. No señor, Tema y Shika eran explosivos, un segundo estaban discutiendo acaloradamente y al otro estaban desnudándose en la sala de control. Con ellos no podías aburrirte nunca.
Suspiré y estaba en la punta de mí lengua, decirle que también me daba mala espina el maldito lugar, pero guardé silencio. No necesitaba poner a la rubia más nerviosa de lo que ya estaba. No habíamos tenido más remedio que bajar aquí, mientras trataba de reparar la nave.
Mí pobre nave, era una chatarra vieja, pero era todo lo que papá me dejó. Esperaba que llevando mercancía por la galaxia, pudiera reunir los créditos suficientemente para repararla y actualizarla.
Me alise la rosada cabellera, llevando el pelo hacia la parte posterior de la cabeza, ya que, con el sudor que corría por mí frente, el pelo se pegaba a la cara y no permitía ver los conectores dañados de la nave.
Trabajé sin dejar de gruñir y resoplar por al menos un buen rato.
"Concentrarme... Concentrarme, mí jodido trasero" repetía en la mente.
Estaba poniéndome de muy mal humor, amaba lo que hacía, pero a veces era tan difícil encontrar el problema, solucionarlo... Sobre todo si estábamos varados y tenía que inventar las piezas necesarias para reparar la nave. Papá siempre decía que lo que no tenías al alcance de la mano, podías crearlo, fue capaz de hacer andar mí aerodeslizador roto, con una vieja botella de plástico. Aprendí todo lo que pude de él, pero siento que nunca es suficiente.
Un par de pitidos y unas chispas más tarde, la corriente fluye por los conectores hacía el panel incrustado en la pared de la bodega.
—¡Y solo necesite un gancho para el cabello!— me jactó, destilando orgullo por mis labios. Luego, para no perder la costumbre, me doy unas palmaditas en el hombro. La nostalgia me invade. Nunca voy a dejar de extrañar a papá.
Podía haber trabajado bajo la consola de mando, pero era más accesible desde la MNC* que está en la bodega, el lugar más bajo en la nave, por lo tanto, el más cercano a los motores.
—La fuente primaria sigue dañada. Hay que reponerla en cuanto estemos cerca de algún planeta comercial.- Solté mientras me ponía de pie y me limpiaba las manos contra los muslos, la tela verde del mameluco que usaba a diario se llenó de manchas grasosas al instante.
Temari frunció el ceño, al tiempo que apuntaba mis piernas. —No se va a quitar. ¿Lo sabés?
Señalando el viejo velcro con mi cargo, apuntado en el frente del mameluco de trabajo, le saque la lengua y pasé junto a ella con un pequeño empujón.
-Ser oficial mecánico no justifica que andes como una cerda llena de manchas.— Me gritó Tema, antes de que saliera de la bodega, amaba el sonido indignado de su voz. Ella es toda pulcra y obsesiva con la limpieza.
Las manchas y la grasa no fueron nunca un problema para mí. Fui criada entre cables y motores. Mí padre había sido oficial mecánico y piloto experimentado, y me enseñó todo lo que pudo antes de morir. No tenía idea de dónde estaba mí madre y por lo poco que papá me dijo, ella tuvo que alejarse de nosotros para asumir una tarea importante, o algo así. Trato de no pensar en ella. Agradezco los dones que me heredó a través de su código genético, pero nada más.
Iba llegando a mí recámara, para tomar un relajante baño de aproximadamente diez minutos, es todo lo que podía conseguir de agua caliente, cuando por los altavoces sonó la alarma. De inmediato las luces cambiaron y se activó la configuración de asalto.
—¿¡PERO, QUÉ MIERDA ESTÁ PASANDO!?— Grité, mientras corría hacia la cubierta. Allí me encontré con Hinata, sobre su estómago, un mercenario la tenía inmovilizada, el tipo llevaba traje cubría todo su cuerpo y rostro, el arma apuntaba a la cabeza de mí amiga y piloto. Por suerte Hina, había alcanzado a activar la alarma antes de que la dejarán fuera de combate.
La irá rugió dentro mio, cuando ví la línea roja de sangre que corría por su sien, pero la subida y bajada lenta de su espalda, me dijo que Hinata aún vivía. El oscuro cabello negro, le cubría parte del rostro.
Antes de poder girar y buscar un arma para defendernos de los invasores, que habían tomado la nave, fui alcanzada por un rayo paralizante.
"¡Puta mierda!" Gemí. Mí cuerpo estaba completamente entumecido.
Habíamos sentido rumores de naves de transporte y carga, que eran asaltadas. Grupos enteros de trabajadores desaparecidos. Las rutas comerciales ya no eran tan seguras.
Los malditos estaban muy bien armados. Eso solo podía significar una cosa, eran mercenarios contratados. Lo último que vi antes de quedar inconsciente, fue a dos de ellos arrastrando a Temari.
Estaba tan ansiosa por subir este capítulo. Desde que empecé a trabajar en la historia, he ido formando y reformando cosas en el camino.
Llevaba tiempo queriendo subir a una nueva nave y surcar el espacio. Creo que desde que escribí "Viajeros", moría de ganas de volver a las naves, y tuve un breve paseo con "All for She" y "Protected", pero mis ansias de viajar nunca se satisfacen por completo. Así que aquí estamos, de nuevo. Ha sido un viaje espacial muy largo y me ha tomado mucho tiempo llegar al destino, pero estoy muy contenta con lo que fui logrando y espero que ustedes lo puedan disfrutar.
Les voy a pedir que me dejen muchos comentarios. Primero porque me gusta mucho saber lo que piensan. Y segundo porque su experiencia con la lectura de mis historias, me ayuda a crecer como escritora. ¿Habrá errores? Si, por supuesto, soy humano, no soy híbrido de una raza especialista en la escritura, ni soy una computadora. Corregiré lo que pueda. Mis historias siempre están en edición, a pesar de figurar como terminadas, en muchos casos.
Le voy a dedicar la historia a mis lectores fieles, que estaban tan ansiosos por leer, como yo por publicar. Ustedes me inspiran. Sus comentarios me encantan y me motivan. Asi que, para todos ustedes. Los amo fuerte💕
Sepan que además de este libro, seguimos con "Querido Diario..." Donde seguro aparezcan spoilers y algunas cosas divertidas sobre las otras historias que he escrito.
