Escape.

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Los oscuros pasillos de la nave, estaban zumbando mientras avanzaban por la galaxia

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Los oscuros pasillos de la nave, estaban zumbando mientras avanzaban por la galaxia. Mantuve la vista al frente, siguiendo a la rubia en completo silencio.
Temari y Hinata, se aferraban a la parte trasera de mí mameluco holgado de trabajo, como si fuera un salvavidas.

—Necesitamos llegar al puerto de mando. Si nos hacemos con la nave, podemos dar la vuelta y regresar a dónde pertenecemos. — murmuró Tsunade. Deteniendo su marcha en una encrucijada de la nave que conducía a diferentes sectores.

—No podemos revisar todos los pasillos al mismo tiempo.— Resopló Temari.

—Tampoco podemos quedarnos acá. Alguien podría venir en cualquier momento.— Soltó Hinata.

—Vamos a dividirnos— sugirió Tsunade, a lo que mis compañeras, se negaron rotundamente.

—¡No tenemos tus malditos dones! Somos humanas comunes. Ni siquiera podemos ver en la oscuridad como lo hacen ustedes. — Se quejó Tema. Estaba más irritable de lo habitual, pero dada la situación de mierda en la que nos encontrábamos, no era para menos.

— ¡Oh maldición! No tengo tiempo para esto. Quienes quieran salir de este lugar alcen la mano.— Mascullo Tsunade, mientras levantaba su brazo izquierdo.

Busque en mí estuche de herramientas y saqué una pequeña barra, la agite y emitió una tenue luz azul que iluminaba el camino frente a nosotras. Se la tendí a Temari.
—Ella tiene razón, sigan ese camino. No siento que haya ruidos provenientes de allí. Quizá solo sean salas vacías. Busquen armas o lo que sea que pueda servir. Si tienen la posibilidad de escapar. No lo duden.— Les dije a ambas.

— Sakuuu...— la barbilla de Hinata tembló, mientras  los ojos grises como un lago de plata se le llenaban de lágrimas.— Esto no me gusta. Deberíamos permanecer juntas.

— Sea como sea, hay que escapar.— insistí y apreté fuerte las manos de mí amiga, antes de darle una mirada a Temari. La rubia solo asintió y se llevó a la pelinegra sollozando.

—Bien, voy por el frente.— dijo Tsunade, antes de volver a convertirse en un charco verde.
Mientras la veía irse, pensé en la posibilidad de poder hacer algo tan genial. Mis "dones", como le llamaba papá, aún se estaban desarrollando.

Suspiré y luego tomé el camino restante.
Las salas y cuartos que ví a mi paso, estaban cerrados. No iba a detenerme a hackear cada cerradura electrónica de cada puerta, buscaba una bodega o un depósito con armas, incluso una cápsula de escape.

Me dirigí hacía la derecha, el oído me aseguró que no había nadie en esa dirección.
Tenía los pensamientos revueltos y mí corazón estaba con mis compañeras. Deseaba saber si habían tenido suerte, o si las habían vuelto a capturar.
Ninguna alarma estaba sonando por lo que supuse, nadie las había descubierto, aún.

—Este plan es un desastre ¡Ni siquiera sabemos cuántos tipos malos hay abordo!— murmuré frustrada y preocupada. Cada tanto le daba un pequeño empujón, a los paneles que aparecían en el camino, pero ninguno se abría.
No había llegado al final del pasillo, cuando las alarmas finalmente se activaron y las luces empezaron a titilar.

—¿Otra vez? ¡Demonios!— gruñí. Luego solté un quejido, cuando la nave se sacudió y mí cuerpo fue lanzado hacía el panel que tenía en frente. Entonces todo se volvió negro.

"¡Sakura! ¡Sakura debemos largarnos! ¡Sakura, ¿dónde diablos estás?!"

—Ohhh mierda...— gemí.
Estaba oscuro, y no podía mover los brazos.

Me llevo un poco de tiempo, darme cuenta que estaba en la celda nuevamente.
Cuando mis ojos se adaptaron a la oscuridad, busqué frenéticamente a las demás.
Dos cosas me quedaron claras en ese instante, primero: que no había nadie más conmigo, y segundo: estaba malditamente atada.
Lágrimas de pena, y felicidad, se juntaron sobre mis mejillas.

Había un denso olor a humo, gracias a mis conocimientos mecánicos sabía que se trataba de cables quemados. Ajusté la vista, pero era molesto, ya que las luces seguían parpadeando.

Reconocí otro aroma, debajo del humo que indicaba problemas en la nave, era el olor a hierro de una herida abierta.

—Genial...

Estaba sangrando. Mí cabeza palpitaba a la altura de la sien.
Sin mucho esfuerzo, recordé la sacudida de la nave, y el golpe que se me di.
La laguna mental era extraña, recordaba las voces de Temari, y de Hinata, sonaban raras, como dentro de un tubo con un leve eco al final. ¿Ellas me habían llamado?

Mis oídos detectaron más voces acercándose. 

—Estamos cerca del destino. Puede que esa maldita hembra se llevará la nave, pero no llegarán lejos.

La voz, sin dudas, era de alguno de los mercenarios que nos habían secuestrado.

Un panel de acceso se desplegó, quedando oculto dentro de las paredes internas de nave, levanté la vista y me encontré con un hombre parado frente a la reja.

Un siseó salió de mí en cuanto lo vi, pero al tipo le pareció divertido, ya que me regaló una mirada de cuerpo completo, antes de pasar su asquerosa lengua por sus labios.

—Si no fuera por los créditos, estaría encantado de conservarte.— soltó. Las tripas se me revolvieron con la simple idea de permanecer con estos idiotas. —Malditas hembras, nos hicieron perder una buena parte de la ganancia.— gruñó el sujeto.

—Me alegro.— escupí furiosa.

— Será mejor que te alegres ahora pastelito, porque dónde vamos a dejarte, no será agradable.— Con una horrenda carcajada, el idiota, abandonó la sala.

Esperé hasta que el tipo se había largado y me estremecí.
Iban a llevarme al planeta rojo, eso había dicho Tsunade. Eran mercenarios pagados. Se suponía que debían capturar y transportar maleantes, traficantes, ladrones, asesinos, pero como nadie los supervisaba, tomaban personas al azar y las arrojaban allí.

Cerré los ojos y suspiré. No me iba a acobardar.
Era una luchadora. Tenía que encontrar la forma de salir de la nave. O deshacerme de mis captores.

Cómo si fuera un gusano, me moví sobre el suelo hasta sentir mí estuche dentro de los bolsillos escondidos del mameluco.

—Cabrones inútiles, ni siquiera se fijaron si estoy armada.— murmuré.

Estaba lista para empezar a trabajar en mis ataduras, cuando la jaula se llenó de un gas asqueroso.
Nuevamente la oscuridad me reclamó.





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¡Habemus Banners!
¿Les gusta?
Quería darle más estilo al fic. Así que me puse a jugar con el PicsArt y así fue que terminé haciendo Banners para cada personaje principal.
No es que quedará mal poner "Sakura🌸" al inicio, o poner a los Uchiha, mencionando a cada uno. Pero así se ve más bonito... ¿No lo creen?

Bueno, ¿Cómo vamos hasta ahora? ¿Les gusta la historia?
¿Dudas?

Siento no haber subido el capítulo ayer Domingo, había problemas de red en casa y no lograba que cargará la página.

Espero leer muchos comentarios.
Ya saben que si les gusta, ayudan un montón compartiendo y recomendando la historia. Para que llegue a más personas y otros puedan disfrutarla.
Gracias por el apoyo.
Nos leemos el Domingo próximo.

Besitos Húmedos y Vómito de Unicornios 💕

👑 Reina Arcoiris 🌈

"Planeta Rojo"- Saku-Haren 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora