"Planeta Rojo"- Saku-Haren 🔞

Convivencia problemática

Estábamos rodeados por todos los frentes. Para el final del primer ciclo, desee que me hubieran dejado en el "Planeta Rojo". Esto era un nuevo nivel de infierno.

Dejen que me explique.
Convivir con cuatro mujeres, luego de pasar la vida rodeado de hermanos varones, no es algo para lo que creí estar preparado. Ninguno de nosotros lo estaba, si soy sincero.
Además, hay que sumarle el hecho de que nuestra SaKu, que ya era algo intensa, se ha vuelto una psicópata. Una verdadera bruja. Ella nos tortura de formas muy crueles.

Cómo la primer noche que pasamos en esta granja, fuimos... Cómo decirlo... Algo ruidosos. Nos puso en abstinencia absoluta hasta que salgamos de aquí.
Casi no puedo caminar del dolor de pelotas que traigo. Ella no nos deja ni tocarla. No entiende razones. Le dije que mis pobres bolas están a punto de estallar. Y dijo que solo estoy siendo dramático.

¡DRAMÁTICO!

¡DRAMÁTICO YO! Si llegó a tomar un vaso de leche me va a dar una embolia láctea.
¡Estoy en peligro de muerte por sobrecarga!

Pfff, Dramático...

Salgo de la propiedad, azotando la maldita puerta y escucho las risitas que sueltan en el área de cocina. Supongo que tienen buen oído. Llevo media mañana discutiendo con la pequeña arpía, sobre lo mismo.
Mis tristes y doloridas pelotas.

Necesito trabajar en la nave. No puedo pasar un momento más en esa maldita casa, con los cuchicheos y las risitas.
Además siento que no solo mis pelotas corren el riesgo de explotar, mí pobre cabeza está en las mismas condiciones.

Y con Sakura molesta, todo es peor.

¿¡Solo estaba bromeando!?
Gruño.

Creí que sería divertido, estaba buscando el botón de apagado. No era para que se enoje tanto. Creí que su lengua me lo agradecería. Estoy seguro que la pobre necesita un descanso.
Y no es como si pudiera buscar el botón de apagado en alguna de sus amigas.
Ella se puso furiosa cuando lo mencioné. Nunca entendió que solo estaba bromeando con ella. Y lo peor es que tenía razón, llevaban demasiado tiempo hablando sin parar.

Chasqueo la lengua y los animales que cría la dueña de la propiedad se acercan creyendo que es un invitación.
Pronto me veo rodeado de bestias que esperan alguna golosina.
Olfateó un poco y descubro el rumbo que tomo Itachi. Se va a cabrear un poco cuando vea que deje la casa, pero las mujeres están seguras. Y estoy harto de ser el niñero designado.

Cuando llego hacía el enorme granero, las bestias, que se cansaron de rumiar a mí lado, se dispersan pastando. Empujó la puerta y entro, lo primero que veo es la pequeña lanzadera desmantelada.