El planeta rojo, la cárcel por elección para los bandidos de la galaxia, no será mí destino final.
Nadie sale y nadie sobrevive por mucho tiempo... En teoría.
Arrojada, por error, en el sector de los hombres, creo que mis horas están contadas.
Pu...
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Ver llegar a Sasuke, enciende todas mis alarmas. No lo esperabamos hasta el próximo periodo. Cuando se detiene junto a Itachi, el jadeó que suelta nuestro sanador, basta para que mí sentido de peligro y problemas, gruña en mí interior; miro al rededor, es una suerte que estemos solos.
—¡ESTÁS TODO GOLPEADO!— Se queja Itachi, luego empieza a sanar a Sasuke, sin embargo, nuestro pequeño hermano gime y se niega a ser atendido. —No hay tiempo, tienen que venir conmigo. Ahora.
—¿Qué demonios sucedió? — suelto. Ahora que estoy a su lado, puedo ver la culpa nadando en los ojos de Sasuke.
—Me acosté con ella.— Lo miramos boquiabiertos y contenemos la respiración. Itachi frunce el ceño enojado.—Estábamos en el pozo, Obito nos encontró y armó una escena.—
—Ese maldito idiota. ¡Siempre lo mismo!— resopla Ita, que ha dejado de curar a Sasuke.
—Peleamos— continúa mí hermanito, alejando sus ojos de los mios.— Ella, se molestó y se fue...— vuelve a gemir, esta vez por el puñetazo que le lanzó Itachi.
—¡Te pedí que cuides de ella! ¿¡No podías contenerte eh!?— Le reclama Ita, furioso. Estoy tentado de dejar que lo golpeé un poco más, pero Sasuke luce lo suficientemente herido, derrotado y culpable.
—¡Basta!— los detengo, sino van a golpearse hasta haberse sacado la ira del interior, y no creo que nuestro hermano pequeño se defienda, está vez.
Supongo, que es lo que sucedió con Obito y Sasuke, sin ninguno de nosotros para detenerlos, se dieron golpes hasta que estuvieron cansados.
—Eso no es todo.— Murmura. El pesar tiñe su voz— Encontramos a Mito, justo donde se llevaron a Saku. La loca estaba herida y quemada...
Ignoró el apodo que mis hermanos le pusieron a Mito. Es inestables, pero no está loca, no demasiado... —¿¡CÓMO QUE SE LA LLEVARON!? ¡DIJISTE QUE ELLA SE FUE!— Gritó alarmado. De todo lo que me dijo, solo eso me importa.
Supuse que solo estaba pérdida, sería fácil rastrearla. Sasuke se estremece. Sé que está dolorido y se siente culpable. No quiero ser tan duro con él, pero la jodieron y mucho.
—Obito encontró púas, de Genma. Ellos la tienen.— Empieza a llorar como si fuera un niño. Me quiebro, estoy furioso, pero el dolor de mí hermanito me rompe por dentro. Le doy un abrazo y trato de calmarlo.
—Lo siento, lo siento... La jodimos... Y ahora ella...— sus lágrimas me destruyen. Sasuke ni siquiera lloro cuando nos atraparon y nos dejaron aquí. No lloro cuando despedimos a nuestros padres, y ahora, se deshace en lágrimas y palabras de culpa y dolor.
Itachi retoma su labor de curarlo. Estoy seguro que Obito, se encuentra igual o peor que Sasuke.
—Vamos. Hay que darnos prisa. Tenemos que ir tras el grupo de Genma. No hay tiempo que perder.— Dice Ita. La decisión es fuerte en su postura y sus palabras.
